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CAPÍTULO 4: NERVIOS

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CAPÍTULO 4: NERVIOS

Marzo 2006

Eira

¿En qué momento decidí que era buena idea empezar a competir contra otras niñas? Yo solo tengo cinco años, esto es mucha presión para mi.

—Respira profundamente, tú puedes hacerlo. Vamos, fuera nervios, tú puedes—dije mientras caminaba de un lado a otro por todo el vestidor, donde no hay nadie porque todos están afuera viendo las rutinas de loa demás participantes.

Trataba de tranquilizarme pero no podía. Aspen ya había participado, lo hizo muy bien, lo hizo excelente para mi, pero quien sabe que digan los jueces. Llevamos algunos meses entrenando para esta primera competencia, y se que lo puedo lograr pero eso no quitaba los nervios. No podía dejar de moverme de un lado a otro, y encima me andaba doliendo un diente de leche.

Volví a pararme frente al espejo y mire mi reflejo fijamente.

—Tranquila. Tú puedes hacerlo. Lo vas a lograr, no tengas miedo. Imagina que estás en una clase normal—volví a repetir.

—Hey—se acercó Aspen por detrás. Puso sus manos sobre mis hombros y su reflejo me sonrió—. Tranquilízate, te saldrá perfecto. ¿Recuerdas lo que nos comentó la entrenadora?

Asentí.

—Que no importaba ganar, que lo más importante es disfrutarlo.

—Ajá, entonces olvídate de todos los demás y enfócate en ti.

Me volteó para quedar de enfrente y me atrajó hacia él para abrazarme.

—Lo harás estupendo—susurró.

—Gracias.

Él pensaba que abrazándome se me iban a ir los nervios, pero no. Si solo supiera que él me pone más nerviosa.

El traje que trae puesto son unas mallas negras y en la parte de arriba —que forma la camisa— es color blanca, eso junto con su peinado lo hacen ver más lindo. Se que no debería de pensar en él así, pero estaría mintiendo si digo que no es lindo, porque si lo es. Cuando estaba participando solo podía ver su melena rojiza de un lado a otro.

-—¡Ay, que bonitos!—dijo mi madre—. Te andamos buscando, pero ya te encontré. ¡Acá está!—le gritó a alguien.

Me separe de Aiden, para dirigirme hacia donde está ella.

—No. Deja tomarles una foto juntos, abrácense.

—Pero ya me toca.

—Todavía no, hay tiempo para una foto de recuerdo.

Sentí el brazo de Aspen sobre mis hombros para que mi madre pudiera tomarnos una foto.

—Listo, apúrate que tu padre anda todo nervioso si no llegas a presentarte a tiempo.

SO: sobre hielo [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora