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CAPÍTULO 23: NO TIENES QUE FINGIR, NO CONMIGO

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CAPÍTULO 23: NO TIENES QUE FINGIR, NO CONMIGO

Eira

Cuando Tina me ha ofrecido la oportunidad de patinar otra vez con Aspen, nunca hubiera pensado que los entrenamientos comenzarán tan rápido. En la mañana cuando se lo he comentado a mi madre y a mi abuela, se emocionaron tanto que me han regalado unos patines. Cuando les he preguntado que desde cuando los han tenido me han contestado que desde que he regresado a Canadá —porque según ellas— ya sabían que iba a darle otra oportunidad al patinaje.

Igual tuve que avisarle a la doctora Monique que las sesiones tenían que ser más tarde ya que —literalmente— estaré entrenando todo el día. Lo cual la puso muy contenta, y comentó que esto es un gran paso que daré. Pero que de igual forma no tengo que hacerlo porque todos esperan que lo haga.

Y a decir verdad, estuve cuestionando mucho mi decisión. ¿En realidad lo hago por mi?. Y he llegado a la conclusión que si, que lo estoy haciendo por mi. Aunque se que le he comentado a la entrenadora que lo hacía por Aspen, un gran porcentaje lo hago por mi porque quiero volver a ser feliz. Estoy aprendiendo a sanar y para eso necesito volver a hacer lo que solía hacer porque en el fondo sé que volver a patinar es necesario para poder sanar. Se que se me va a dificultar, pero eso no significa que sea imposible que vuelva a patinar.

Los entrenamientos —para mi— se dividirán en dos partes. En la mañana entrenaré sola, ya que necesito practicar desde cero, como cuando tenía tres años; mis entrenamientos se dividirán en clases de gimnasia, de pesas, y de patinaje. Y la segunda parte será con Aspen. Me pone nerviosa la segunda parte, porque una cosa es el gran esfuerzo que he realizado en la mañana practicando los seis saltos básicos que piden en las competencias: Toe loop, flip, lutz, Salchow, Loop y Axel*; y otra muy distinta es entrenar con tu pareja de patinaje.

Así que con nerviosismo y todo llego a la pista y me dirijo directo a los vestidores. Una vez ahí, duro un buen tiempo en empezar a cambiarme y otro al salir. Me encuentro sentada en una de las bancas del vestidor ansiosa y nerviosa lo que ocasiona que esté mordiéndome las uñas de los nervios.

¿Seré capaz de intentar esto?. Estoy a punto de salir y regresar a mi casa, pero la puerta se abre y llegan más compañeras, por lo que descarto esta opción.

—¿Ya viste quien ha llegado?

—Es Aspen—comenta una de las chicas—, dicen que ayer les dijo adiós a las tres candidatas.

Todo por mi.

Que pena con las chicas, les quite la oportunidad de patinar con Aspen.

—¿Y ahora quién será su nueva compañera?

Yo.

—Dicen que es su ex compañera, con la que solía patinar hace algunos años. Pero se fue del país y no ha regresado hasta ahora.

SO: sobre hielo [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora