SO: sobre hielo [borrador]

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CAPÍTULO 20: HAY MUCHAS COSAS QUE HAN CAMBIADO

Aspen

Ya ha pasado una semana desde que Eira ha regresado. Una semana desde que ella y mi hermana se la han pasado juntas. Una semana desde que no han mejorado los entrenamientos con las tres finalistas. Una semana desde que llevo evitando a Eira.

En estos momentos me encuentro con Ivy en el cuarto que le asignaron —donde no se me permite estar—, platicando sobre Eira.

—Amigo, ya te digo yo. Si Eira ha regresado en este preciso momento es una señal del universo.

Últimamente le ha estado gustando todo ese tema de la astrología, los signos y las manifestaciones.

—No lo sé, sabes que no soy mucho de creer en eso.

—Pues yo si. Y créeme cuando te digo que esto es una señal. ¿Te acuerdas que te dije que iba a manifestar para que tu ya tuvieras pareja?

—Si.

—Pues estoy seguro que esto es el resultado de mi manifestación.

Niego, mientras salimos del vestidor.

—Yo no creo en esas cosas.

—Pero yo si, así que como tu amigo te digo que esta es la señal que necesitabas. Acepta patinar otra vez con ella.

—Ya te dije que si quiero, pero no quiero que ella lo haga por presión social. Quiero que vuelva a patinar por ella.

—Si lo vuelve a intentar, créeme que es para demostrarse a ella misma que puede lograrlo y no por ti.

—Ya lo sé, pero no quiero presionarla.

—Bueno, te dejo que iré con mi entrenador.

Asiento y llego a donde está Tina, Camelia, Eira y Jale.

A Tina se le ha hecho buena idea venir a estas competencias a ver como esta el nivel de las parejas participantes. Y así poder darnos una idea de como estará la competencia una vez regrese.

—Te hemos extrañado tanto—escucho que dice Tina a Eira, una vez llego a donde se encuentran.

—Y yo a ustedes.

—Sabes que en cualquier momento que desees volver a patinar, aquí te estaremos esperando.

—Hasta ahorita no tengo bien definido cuando volveré a patinar, no se si será en algún futuro cercano o lejano—aclara Eira—. Probablemente si vuelva a patinar, extraño pasar horas sobre la pista, pero nada es seguro.

—No te preocupes, igual ya te hemos esperado por varios años—comento encogiéndome de hombros.

A mi hermana no le ha gustado mi comentario, por lo que siento su pellizco.