SO: sobre hielo [borrador]

EPILOGO

EPÍLOGO

28 DICIEMBRE 2022

Cuando Eira y Aspen anunciaron su relación, todos estaban sorprendidos. No porque no se lo esperaban, sino porque llevaban varios meses saliendo y ninguno de los dos había dicho nada. Además, se sorprendieron más al saber su relación cuando este par de enamorados anunciaron que se iban a casar. Así sin previo aviso. Un día llegaron —no sin antes haber citado a sus familias, Ivy y Tina— a la pista, y sin más les comentaron que se iban a casar al finalizar el año. La reacción de sus familias fue todo lo contrario a lo que imaginaban, ya que estas los regañaron por no haberles dicho que andaban de novios. Después de que se les había pasado el coraje, les felicitaron no sin antes mencionar lo calladito que se lo tenían...si supieran que hoy les tienen otra sorpresa capaz y los quitan de las herencias familiares.

Eso ya hace unos meses, hoy ha llegado el día que con ansias han soñado desde aquel día cuando ganaron en los Juegos Olímpicos.

Todos estaban nerviosos, se veía la tensión en el ambiente. Personas yendo de un lado a otro, dirigiendo y comentando como tiene que ir la decoración del lugar. Habían acordado que la ceremonia de su boda sería sencilla, no tan extravagante pero si elegante.

Eira y Aspen han estado nerviosos desde que amaneció. Y quién los puede culpar si ha llegado su gran día. El día que han decidido unirse en sagrado matrimonio, frente a sus amigos y familiares. Y qué otra fecha que la misma en la que todo esto comenzó, pero eso nadie lo sabía...aún.

—No puedo creer que te vayas a casar con mi hermano—comenta Camelia a Eira.

A ambas las están terminando de arreglar para el gran evento, con ayuda de profesionales por supuesto.

—Y yo no puedo creer que me vaya a casar con mi mejor amigo.

Camelia se acerca a Eira para abrazarla.

—Parece que no podrás cumplir nuestra promesa—dice Camelia bromeando, pues cuando ambas eran unas niñas habían prometido que si no encontraban al amor de su vida y no se llegaban a casar cuando tuvieran treinta años, se iban a casar para no quedarse solas.

—No digas eso, todavía faltan muchos años por delante. Pronto encontrarás a tu persona—la anima Eira.

Camelia asintió no muy convencida.

Pudieron seguir platicando pero las maquillistas las regañaron porque no querían que se les arruine su maquillaje. Pues solo faltan algunas cuantas horas para el gran evento. Eira se tuvo que aguantar las ganas que tenía de comunicarse con Aspen, quería tranquilizarse y él era el único —que en estos momentos— podía hacerlo.

Cuando por fin terminaron de arreglarlas. Eira se acercó a su bolsa y tomó el sobre blanco que en la mañana había metido en ella. Y tras ver que nadie la estaba vigilando, se escapó y fue en busca del amor de su vida. No, no se iban a escapar. Habían planeado este momento de intimidad. Habían acordado encontrarse en una habitación —donde Aspen se está arreglando— para poder realizar lo que habían planeado.