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CAPÍTULO 38: CASTIGO PORQUE NO TE QUIERES ENAMORAR

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CAPÍTULO 38: CASTIGO PORQUE NO TE QUIERES ENAMORAR.

Aspen

Ya han pasado dos semanas desde que Eira y yo nos besamos. Y como me lo mencionó en ese momento, me ha dado mi espacio para que yo procesara esto.

¿Se acuerdan que existen tres fases —eso lei— de cuando descubres sentimientos por tu mejor amiga?. Pues ahora me encuentro en la fase de evitar. Evito sacar el tema a colación. Ya he aceptado que me gusta pero ahora evito demostrarlo.

¿Por qué? Por el simple hecho de que tengo miedo, miedo a salir lastimado o —peor aún— terminar lastimando a Eira. En el pasado dije que nunca iba a volver a enamorarme, y creo que ya lo estoy haciendo. Y todo gracias a Eira.

Además, las rutinas que presentaremos en esta temporada son más sexys. Lo que significa que tenemos más proximidad, hay más tensión, más pasos que implican estar a pocos centímetros. Eso de una u otra forma me trae loco, loco de amor. Cuando está cerca de mí no puedo evitar recordar nuestro beso.

Y ahora me toca escucharla preguntándome como se ve porque saldría con alguien, o eso me ha dicho. No le puedo reclamar porque no somos nada, pero mentiría si dijera que no estoy un poco celoso. El único culpable de que este sucediendo esto soy yo, por proteger mi corazón y no arriesgarme.

—Entonces, ¿qué opinas?—pregunta a través de la pantalla.

—Te ves hermosa—menciono.

Ella siempre ha sido hermosa, es una hermosa persona.

Cuando no está cerca de mi, ansío tenerla porque su actitud me saca de mi zona de confort y eso me gusta. Ella es muy extrovertida para mí, pero eso me encanta. Eso siempre me ha gustado de ella.

—Gracias.

—No hay de que.

—Que no se te olvide que pasaré por tu departamento después—me recuerda—, le he comprado unas cosas a Shiver y te llevaré la invitación para el cumpleaños de Jackie.

Nos despedimos y finalizamos la llamada.

No le he comentado nada a Eira sobre lo que he descubierto, y es que resulta que lo que su madre estuvo a punto de contarme en aquella comida era cierto. Todo ha sido planeado.

¿Qué hago si quiero que el tiempo pase rápido cuando en realidad pasa lento?. Me pongo a leer pero no me atrapa el libro, estoy al pendiente del reloj. Por lo que opto ponerme a limpiar, y como el departamento no está tan sucio no duro mucho haciéndolo.

Me vuelvo a sentar en el sillón de la sala así que decido volver a poner la película que Eira y yo intentamos ver aquella noche. Y a pesar de que quiero poner toda la atención del mundo, no puedo evitar estar mirando el reloj de la pared. Llega un punto que me desespero por eso, así que me levanto y le quito las pilas para ya no escuchar el sonido de las manecillas.

SO: sobre hielo [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora