17

1.8K 140 9
                                    

CAPÍTULO 17: OTRA VEZ TU

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 17: OTRA VEZ TU

Eira

Hoy en mi regreso a Canadá, lo primero que me recuerda mi madre es sobre la fiesta sorpresa de Cam. Que desde hace algunas semanas mi madre ha estado en contacto con Edel y Holly para poder realizar esta sorpresa que ellas planearon. En realidad esta sorpresa —mi regreso— iba a realizarse hace unos meses atrás, sin embargo hubo algunos inconvenientes y esto se retrasó hasta el día de hoy.

Por lo que me encuentro afuera del salón de fiestas llamando a Cam. Una vez se entero que estoy afuera de su fiesta, quedo aturdida con el grito que da al enterarse. Cuando la veo salir del local no puedo no correr a su encuentro.

—Te extrañe tanto—exclamo una vez llegué a su lado.

Por la velocidad que tuvimos al correr, al querer abrazarnos gana la gravedad y caemos al suelo, por lo que empezamos a reírnos. Como en los viejos tiempos.

—Perdón por no haber contactado contigo en estos años, me robaron mi teléfono y no me apetecía tener otro ni mucho menos tener redes sociales.

No era del todo verdad. Otro motivo por el cual me desconecte del mundo es porque me aislé y me adentre en mi propio mundo.

—No te preocupes, sabes que nuestra amistad nunca se basó en la comunicación.

Y tiene razón, Cam y yo éramos de esas amistades que no importaba si no nos llegábamos a mandar mensajes por un buen rato o no nos hablábamos, sabíamos que podíamos contar con la otra en cualquier momento. No era necesario estar en comunicación las veinticuatro horas durante los siete días de la semana.

—No sabes cuanto te extrañe—comenta.

Seguimos abrazadas hasta que se escuchan pasos.

—Hey, quítate de encima de mi hermana—grita alguien. Dejamos de reírnos.

Al alzar mi cabeza, lo veo.

Es el.

Mi mejor amigo, aunque dudo mucho que me siga considerando su mejor amiga.

—Ah, eres tú, sigues igual. No creciste nada—comenta una vez nos levantamos del piso.

O él creció mucho o yo no había crecido nada.

—¿No vas a venir a abrazarme? ¿No te alegras de verme?—cuestiono al ver que no se ha movido de donde está.

—¿A qué viniste?

Creo que no se alegra por verme.

—A festejar el cumpleaños de mi amiga—comento.

—¿De mi hermana?—asiento—, a los amigos no se les abandona.

Deje de sonreír. Eso me ha dolido.

Pero lo entiendo, sabía que al regresar que la amistad que más costaría tener de vuelta era la de él. A comparación de la amistad que tengo con su hermana, con el si ocupamos la comunicación, cosa que no hicimos.

SO: sobre hielo [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora