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CAPITULO 33: NO LO SE, DIMELO TU

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CAPITULO 33: NO LO SE, DIMELO TU.

Eira

Desde el otro día después de las nacionales tenía la idea de conseguir un trabajo. Y ahora me arrepiento de ello. Como quería un trabajo donde pagarán un buen salario y que a su vez no tuviera que despertarme tan temprano, he terminado de niñera.

Me alimentan y me pagan por cuidar a unas niñas que la mayor parte del tiempo se la pasan dormidas. Aunque cuando están despiertas son medio imperativas. Sabía que esto iba a ser una mala idea pero pues dinero es dinero. Además de que se me ha metido la idea de rentar mi propio departamento, así como Aspen lo ha hecho.

Además de que gracias a estar de niñera me aseguran que en estos momentos de mi vida o en un futuro no muy lejano yo no estoy lista para ser madre.

Me pongo a preparar el biberón para la nena —Laila— que estoy cuidando. Se supone que la leche debe estar tibia así que pongo a calentar agua.

Me llega la notificación de una videollamada entrante de Aspen.

—Hola—saluda.

—Hola. ¿Y ese milagro que me llamas?

Se ríe. Creo que está llegando apenas a su departamento porque se ve —a través de la pantalla— que está abriendo la puerta de su departamento.

—Es que me acordé de ti.

Dejo el teléfono en el fretil mientras me pongo a buscar el biberón.

—Yo siempre me ando acordando de ti—expreso, y me rio cuando veo que se pone tímido.

—¿Dónde estás?, esa no es tu casa.

—¿Me debería de preocupar por que conoces mi casa mejor que yo?, porque si es así llamaré a la policía.

—Nada de eso, es que dije ¿por qué no hablarle a mi amiga y mostrarle algo que me encontraste?

No entiendo lo que está explicando ya que de un momento a otro el agua empieza a hervir y no entiendo porque si la estaba cuidando. Intento quitar la olla de la estufa pero me quemo al no agarrar un trapo. Que tonta.

Hijo de su, que distraída estas.

Agarro un trapo y quito la olla de la estufa y la pongo en el congelador para intentar que se tibie un poco.

—¿Qué haces?

—Preparando un biberón.

—Pero ya estás muy grande para eso.

Voy a explicarle lo que sucede pero Jackie —la otra nena que cuido— llega a la cocina.

—Eira, quierro comerr pizza.

—Ahorita le marco a la pizza.

Una de las ventajas que tiene Jackie es que le estoy enseñando español, además de que le gusta cantar así que hacemos karaoke con las canciones de Selena Quintanilla.

SO: sobre hielo [borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora