SO: sobre hielo [borrador]

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CAPÍTULO 45: SIGO EN SHOCK

Eira

No puedo creer que la temporada este avanzando tan rápido. Ya estamos —casi— a la mitad de ella, y Tina nos ha mandado a hablar a Aspen y a mi.

De hecho, no puedo creer que haya pasado mi primer cumpleaños —después de muchos— sin la presencia de mi madre y de mi abuela. Lo he terminado celebrando en mi habitación de hotel. Nunca había imaginado pasar un cumpleaños lejos de mi familia ni mucho menos en otro país.

Lo bueno ha sido que gracias a mis compañeros de patinaje, me he sentido como en mi hogar. Me apapacharon y me demostraron la importancia que mi amistad significa para ellos.

—Ya llegue—comento de mi llegada.

Tina niega mientras Aspen aguanta su risa.

Se que ambos me aman.

—Pues, no les había querido decir nada para no meterles presión—empieza a decir—, pero nos han llegado cartas de los Juegos Olímpicos.

Tranquilo corazón, no te emociones.

—¿Cartas?

—Así es, y una de ellas es para invitarles a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en Febrero del 2022.

Ay universo falta un poco más de tres meses, más o menos.

—¿Y presentaremos las mismas rutinas?—pregunto.

—A eso voy—comenta—, sus rutinas están bien. Lo único que faltaría seria agregarle algunas cosas para que quede a nivel que las Olimpiadas exige.

Nos quedamos en silencio.

¿En verdad he escuchado bien? ¿No estoy en uno de esos sueños que suelo tener? Porque si es así no quiero despertar.

La mejor forma que tengo para comprobar si estoy soñando es pellizcándome, por lo que lo hago. Y fue mala idea porque tuve que aguantarme mi quejido para que ni Aspen ni Tina se dieran cuenta de lo que he hecho para comprobar que esto está pasando de verdad.

—Pues me esperaba una mejor reacción que este silencio—menciona al ver que no hablamos.

Lo siento pero ahorita mis pensamientos han quedado en blanco.

—Es que... no se que pensar...siempre he soñado con este momento que no se que pensar.

—Sigo en shock—comenta Aspen.

Yo igual Aspen, yo igual.

—Ya me había asustado de que no les gustara.

Nos reímos.

—Estamos en shock—confirmo.

—¡Enhorabuena!—nos felicita Tina.

Al salir del lugar donde nos ha citado Tina, Aspen y yo nos miramos. Nuestras sonrisas lo dicen todo.