CAPÍTULO 12: UN DIA LLUVIOSO
Aspen
A finales del 2013, mi amistad con Eira ya había mejorado un poco. Al principio costo un poco puesto que la línea entre la confianza y la desconfianza era muy notoria, sin embargo poco a poco supimos sobrellevar lo que sucedió y nos dimos cuenta que nuestra amistad se basaba —en una gran parte— en la comunicación. Ya que después de haber estado dialogando por un buen rato —durante meses—, llegamos a la conclusión que si queríamos recuperar nuestra amistad teníamos que empezar a comunicarnos más.
—Te traje un chocolate—se lo entregué antes de empezar nuestra clase de gimnasia y pesas.
Ya vamos a terminar esta temporada, pero no por ello significaba que íbamos a dejar de prepararnos. En estos momentos no hay competencias, ya que se vienen las festividades.
—Gracias. ¿Sabes que comprando chocolate no mejorará nuestro vínculo?
—No, no, yo te lo traje nomas porque fui a comprar uno y me acordé de que ese es uno de tus favoritos.
Obvio que era con la intención de seguir mejorando nuestra amistad.
—Bueno, supongo que no quieres ir a comer las enfrijoladas que haré al rato.
Vi como se forzaba por no sonreír, cosa que no le salió bien.
—No Aspen, no iré.
—¿Ni aunque ponga la película de barbie esa que tanto te gusta? La del oso polar.
Los sábados Eira siempre se regresaba con nosotros después del entrenamiento, ya que sus padres salen tarde del trabajo y no podían recogerla. Es por eso que se me ocurrió la idea de ver una película diferente cada sábado y poder pasar más tiempo juntos —como en los viejos tiempos— disfrutando de nuestra compañía.
—Lo pensaré.
Entramos al área de gimnasia y empezamos a calentar mientras llegaba la entrenadora. Últimamente estábamos realizando muchos ejercicios para fortalecer los músculos de nuestros brazos, ya que ocupamos tener fuerza, en mi caso para seguir cargando a Eira con mayor facilidad. Así que empezamos a usar las mancuernas, usualmente solo haciamos flexiones.
—Pondré la música.—Comentó Eira antes de realizar los ejercicios, ya era una costumbre entrenar al ritmo de One Direction, la banda favorita de Eira y Cam.
Después de un rato, mis brazos ya me estaban doliendo por lo que no podía seguir extendiéndolos completamente. Sentía como se tensaban los músculos en cada esfuerzo que hacía.
—Aspen, debes levantar más las mancuernas—comentó la entrenadora.
—Es que me duelen los brazos.
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SO: sobre hielo [borrador]
Teen FictionAspen es un niño tímido, Eira es todo lo contrario. Aspen empezó a patinar para hacer amigos, Eira por hiperactiva. Para Aspen el patinaje lo es todo, para Eira es un pasatiempo que disfruta realizar. El patinaje les dio amistad, amor, felicidad, pa...