PARTE 3/3: 2 CAPÍTULOS + 1 ANEXO DE CARTAS
ANEXO: CARTAS
Querido Aspen;
No, esto no es una carta de declaración de amor (aunque tu más lo desees), en esta carta te escribo porque ya estoy lista para que sepas en que me convertí en estos años.
Verás, el principal motivo por el cual nunca recibiste ningún mensaje mío es porque me robaron el teléfono y me daba pereza conseguir uno nuevo. Además que el gran problema fue que me perdí, me ahogue en una inmensa depresión y me adentré en mi propio mundo.
Ni siquiera quería ser yo misma.
¿¿Conoces las etapas del duelo?? PUES YO PASE POR ESAS, AUNQUE ESTOY ACTUALMENTE EN LA ÚLTIMA. Todas llegaron a su debido tiempo, unas duraron más que otras. Y en la que me quiero enfocar es en la de DEPRESIÓN Y NEGACIÓN.
Yo al principio me negaba, negaba lo que había sucedido, sentía que era una horrible pesadilla de la cual esperaba despertar. Cada noche derramaba lágrimas sobre mi almohada porque no solo me negaba a aceptar lo que había sucedido, sino que también una parte de mi se sentía culpable porque al fin de cuentas mi padre tuvo el accidente al querer ir a ver a su hija en las competencias de patinaje. Por lo que de una u otra forma me negaba a aceptar que no era mi culpa.
Después llegó la depresión, como sabrás —si es que te acuerdas— no solo compartíamos un mismo pasatiempo, sino también compartíamos la misma fecha de cumpleaños. Eso me llevó a una gran depresión que me llevó a ignorar a las personas que más quería —a ti, cam, mi madre, abuela, etc.—, quise olvidarme de todo y lo hice de la forma que se me hizo más fácil: el alcohol.
Cuando empecé a tener problemas graves con el alcohol mi madre decidió que ya había sido hora de que buscara ayuda, y a pesar de que siempre asistía a las terapias terminaba dándome de alta yo misma, eso sucedió aproximadamente unas ocho veces.
Y el principal motivo por el cual regresé a Canadá fue porque en una de esas veces terminé en el hospital por intoxicación, me hicieron lavado gástrico. Ese día —donde casi iba a visitar a mi padre— decidí que ya estuvo bueno de haber estado haciendo tonterías con mi vida. Y antes de poder regresar, tuve que mejorar un poco conmigo misma, aunque no se logró de todo. Es por eso que sigo yendo a terapia. Poco a poco he estado entendiendo que la vida seguía después de lo de mi padre, que no debía estancarme.
El grupo donde terminamos el otro día, era sobre apoyo, aunque terminamos asistiendo a otro tipo de grupo. Quiero que sepas que aunque no he sanado al cien por ciento, ten por seguro que lo estoy intentando y que lo seguiré intentando.
Sé que no te merecías tantos años sin saber de mí, pero espero que entiendas que si te ignore no fue por ti, fue por mi. Ignore muchas cosas por estar en mi propio mundo.
Espero que algún día puedas comprender esto y que podamos volver a ser amigos. Te quiero y te deseo lo mejor.
Tu ex mejor amiga y —otra vez— compañera de patinaje Eira.
Querida Camelia;
Amiga mía, a ti ya te he estado contando lo que me ha sucedido en estos años, solo quiero que sepas que nunca me olvide de ti, ni de Aspen, siempre estuvieron en mis pensamientos.
Gracias por todos los años de amistad que tuvimos antes de la tragedia; y lamento por no haberme comunicado contigo ni por mensajes de humo.
Eras también mi mejor amiga, no te merecías mi ausencia. Ni mi silencio.
TE QUIERO MUCHO AMIGA. GRACIAS POR COMPRENDER LO QUE TE COMENTE EL OTRO DÍA. ESPERO QUE SIGAMOS SIENDO AMIGAS POR EL RESTO DE NUESTRAS VIDAS PORQUE AMIGA MÍA AHORA SI NO TE PODRÁS DESPEGAR DE MI.
CON MUCHO AMOR, EIRA.
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SO: sobre hielo [borrador]
Teen FictionAspen es un niño tímido, Eira es todo lo contrario. Aspen empezó a patinar para hacer amigos, Eira por hiperactiva. Para Aspen el patinaje lo es todo, para Eira es un pasatiempo que disfruta realizar. El patinaje les dio amistad, amor, felicidad, pa...