SO: sobre hielo [borrador]

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PARTE 1/3: 2 CAPÍTULOS + 1 ANEXO DE CARTAS

CAPITULO 29: EN VERDAD SE VEN HERMOSAS.

Eira

Ahora estoy en un dilema, pero en uno grande. Sé que esto no es el fin del mundo pero me asusta. Y es que resulta que el otro día que me he quedado a dormir con Aspen y lo vi en bóxer...se me reinicio el windows —literalmente—.

No había visto como la pubertad le había favorecido, osea si pero siempre lo he visto con su ropa de entrenamiento nunca lo había visto solo en bóxer. Y encima, cuando me dijo que me diera vuelta para no verlo enfrente de mi estaba un espejo. Literalmente batalle mucho para que mis ojos no se desviaran a su espalda —llena de pecas por cierto— que el espejo me estaba enseñando. No se de donde saque tanta fuerza de voluntad para no decir alguna incoherencia frente a él.

Y ahora es la fiesta de fin de año. Cam y yo nos compramos el mismo estilo de vestido pero diferente color, incluso compramos esos sprays de brillos para ponernos en el pelo —aunque sabemos que después nos vamos a arrepentir—.

—¿Lista para mover tus caderas?--pregunta divertida Cam.

—Lista.

Aunque en realidad estaba nerviosa.

¿El por qué?

Supongo que por el simple hecho que una parte de mi quiere impresionar a Aspen con mi atuendo, aunque no se porque si se supone que no me gusta. Osea esta lindo y así pero no me gusta. No me ha gustado desde que tengo trece años.

Se escucha el timbre de la casa y mi abuela decide abrir mientras nosotras nos damos nuestro último retoque.

—¿Listo chic...?--pregunta Aspen cuando llega a la puerta de mi cuarto.

—Nos falta ponernos los zapatos y ya—decimos mientras nos movemos de un lado a otro.

Me pongo los zapatos y me topo con la mirada Aspen a través del espejo mientras intento ponerme unos aretes. Alguien dígale que me deje de ver así que me ilusiono.

—Se ven lindas—comenta.

Sonrio.

—Si, si ya sabemos, mejor vámonos antes de que se nos haga tarde—Cam jala de mi brazo al mismo tiempo que lo hace con Aspen cuando nos topamos con él en el camino hacia la salida de mi cuarto.

—Adiós nana, adiós madre. Probablemente me quede a dormir en la casa de Cam, pero cualquier cosa te aviso ¿si?--digo mientras pasamos por la sala, donde mi madre y mi abuela se encuentran viendo una novela.

El día de navidad nos la pasamos juntas viendo películas navideñas y agradecidas con la vida por tenernos entre nosotras. Aunque el día de nochebuena, fuimos un rato a la casa de la familia de Cam y Aspen para celebrar la velada.