SO: sobre hielo [borrador]

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CAPÍTULO 16: UNA SORPRESA NO SORPRESA

Actualidad: 2020

Aspen

Han pasado varios años desde la última vez que había visto a Eira. Y el motivo por el cual me estoy acordando de ella es porque —después de varios años—al fin volveré a competir en pareja. Estos últimos años no he dejado de competir, incluso he llegado a participar en las Nacionales. Sin embargo —como cuando recién empecé a competir— los resultados que llegue a obtener no fueron los más favorables. Así que Tina —que me ha obligado a llamarla por su nombre— al inicios de esta temporada me comentó que buscaríamos una pareja para mi. Pero esta búsqueda se ha retrasado un poco, por lo que he comenzado la temporada participando de forma individual.

Últimamente he estado un poco frustrado y estresado, y todo a causa de que seguimos sin encontrar una pareja definitiva para mi. Yo ya no quiero seguir patinando solo. Se supone que a estas alturas yo ya tendría pareja, pero no es así.

Cuando salí de la preparatoria, me enfoque en dedicarle mi tiempo completo al patinaje. Conseguí un trabajo de medio tiempo en una librería. Así que últimamente mis días se dividen entre la librería —en las mañanas— y los entrenamientos —en la tarde-noche—.

Hoy es un día especial, ya que le celebraremos el cumpleaños a mi hermana. Aunque todavía falta una semana hemos decidido celebrarlo una semana antes porque el siguiente fin de semana —cuando cumple años— hay competencia.

Así que cuando termino mi turno en la librería, me dirijo a recoger las cosas que hacen falta para la fiesta sorpresa de Camelia. A mis madres se les había ocurrido que fuera con temática de los 80's, en específico sobre personajes de películas de esa época, ya que esas son las películas favoritas de mi hermana. No puedo creer que cumplirá diecinueve años, que rápido pasa el tiempo

Apenas había salido de la tienda, cuando mi teléfono empieza a sonar. Es mi madre Edel.

—Hola madre. ¿Qué paso?

—Marcaba para preguntar si ya fuiste por las cosas que hacen falta.

—Que si madre, que ya tengo todo.

Ya le había mandado un mensaje a mi madre Holly.

—Revisa otra vez la lista, no quiero que falte nada.

Como si me olvidara de las cosas fácilmente.

Bueno una vez se me olvidó llegar por el pastel para el cumpleaños de Holly, pero solo fue un desliz. Nunca más volvió a pasar. Ese día me hicieron ir por él a pesar de que ya estábamos celebrando su cumpleaños en aquel restaurante que tanto le gusta.

—Que ya revise la lista cinco veces y verifique que todo estuviera, no hay nada que preocuparse.

—¿Seguro?