Soy... ¿México?

19. La amistad de Rusia

— Te contaré la historia que tengo con México. Creo que tienes derecho a saberlo y espero que te ayude a entender mi comportamiento contigo —Esperé en silencio y me volví a sentar a su lado—. Solía creer que tenía una relación cercana con México, pero no con tu nación. Hablábamos mucho, me agradaba, a mi gobierno y a mis ciudadanos también. Eso era todo. Pocas veces esa relación fue relevante en mi vida personal o política.

» Aunque mi gobierno intentó acercarnos, para nosotros no había más que una amistad. Te apoyaba si requerías de algo, te mandaba felicitaciones y rosas en tu cumpleaños. Creo que una vez me puse de tu lado en una pelea, pero no recuerdo bien. México hacía lo mismo por mí... En fin, estoy divagando...

» Hace unos años, estaba despertando en mi sala, ahogado de borracho cuando vi en las noticias la muerte de un country, quien falleció en una cama de hospital, rodeado de su familia y amigos. Era México. Mi presidente me obligó a enviar condolencias; yo no quería, me sentí traicionado. ¡USA estaba ahí, en tu lecho de muerte! Ese traidor... ¿tenía derecho a estar en tus últimas horas y yo no? ¿Por qué?

» Cuando el nuevo country llegó a su primera reunión de la ONU, lo miré con desprecio. De alguna forma sentía rencor hacia ese pequeño niño, apenas 17 años y te conviertes en un country ¡JA! Un presa fácil para cualquiera... y se hacía llamar "Señor" ¡Qué burla!

» No sé por qué, pero algunas veces él se acercó a mí pidiendo consejos y... yo... yo solía decirle cosas horribles... me molestaba mucho lo débil que era. Quizá me veía reflejado en él... sí... debió ser eso.

» Recuerdo haberlo escuchado gimotear y rogar cuando USA volcó su rabia en él en medio de una reunión de la OCDE. Nadie quiso levantar un dedo para defender a México ese día. Ni siquiera yo, que sólo volví a leer mis reportes bimestrales.

» Luego todo fue pasando muy lentamente. Había muchos atormentando a ese pequeño niño, yo era uno de ellos... yo también participé en cierta forma. Siempre lo miré con desprecio y rencor. Sabía que tarde o temprano él recordaría nuestra amistad, que recordaría mis insultos y tal vez, sólo tal vez, se arrepentiría por no haberme llamado para "despedirse" en su lecho de muerte.

» Luego de su última humillación frente a su propio gobierno, dejó de aparecer en las reuniones. Todos agradecimos en silencio aquella decisión. Luego de unos meses, él regresó. Pero... ese niño no parecía él mismo. Aparentemente, sus recuerdos y personalidad habían vuelto y por eso pudo mostrarse alegre en la reunión.

» Pero algo no estaba bien.

» Aquel no era México, ni "el señor México"... con el pasar de los meses, su físico se amoldó al del antiguo México, sin duda era una copia casi idéntica, no obstante, todos fuimos testigos de su vertiginosa transición.

» Ese niño había dejado de ser él mismo. Se perdió dentro del country que representaba, sin aceptar al anterior. Fue perdiendo sus expresiones. Ya no mostraba nada, era un cascarón vacío y sonriente que cualquiera podía usar a su antojo... muchos... fueron muchos lo que decidieron usarlo cual juguete.

» Y aun así, yo no me sentía mal. Creí... que te lo merecías por tener más cerca a tus enemigos que a tus amigos...

» Hace algunos meses, recibí una llamada. El pequeño me estaba llamando, cuando en su país era de madrugada y en el mío pasaba del medio día... ignoré la llamada. Él dejó un mensaje que decidí no escuchar.

» Una semana después, ONU nos llamó de urgencia. Nos comunicó la noticia de que "El señor México" había muerto en la seguridad de su hogar. Tomó una cuerda y se colgó de uno de los árboles centrales de la casa.

» Todos quedamos en silencio. Jamás. En toda la historia había sucedido un suicidio.

» Todos comenzaron a señalar culpables, todos gritaron desesperados. Si había sucedido una vez, ¿podría volver a pasar.? Si ellos llegaban a estar en ese estado emocional, ¿harían lo mismo?

...

» Te encontraron. Fuiste trasladada de urgencia a Suiza, fue USA quien envió un jet militar por ti. Llegaste al hospital en menos de 3 horas. Todos aplaudieron las acciones de USA, pero yo... no podía dejar de pensar en el mensaje de voz que había dejado el anterior México. No quería escuchar la voz de un fantasma, pero tampoco quería eliminar el mensaje.

» Mientras estabas en el hospital, todos trataron de acercarse. Congratularse contigo para dejar ir la culpa, dejaban regalos en tu habitación cada hora del día. Pero no despertabas. Pasaron semanas.

» Creo que todos temíamos lo peor. Que permanecieras siendo un cascarón. Una muñeca que todos habían usado hasta romperla.

» Un día fui a dejarte dulces, esos que el pequeño niño solía cargar consigo todo el tiempo... y me encontré con la noticia de que habías despertado. Me alegré como no tienes idea, incluso salté y grité de alegría, pero luego... me pregunté ¿Por qué no sabía de esto? ¿Desde cuándo México esta despierto?

» ONU no confiaba en mí. Esa fue mi respuesta y obviamente me merecía aquello.

» Le rogué que me permitiera verte, necesitaba desesperadamente saber que habías vuelto. Que el amigo de quien me distancié y luego humillé en su forma más vulnerable, había vuelto, como se supone que debía ser. Pero ONU se negó. Dijo que terminaría herido por ti. Ya que no eras nada parecida a ninguna versión de México que él haya conocido. Él planeaba mantenerte ahí hasta que recuperaras tus recuerdos y tu esencia por completo.

» Pasé varios días tratando de escabullirme, sentía la imperiosa necesidad de verte, hasta que lo logré.

» Pero obviamente, no eras ninguna de las dos versiones. Dijiste:

"— Perdón, no soy el México que solías conocer, pero... estoy segura de que podemos volver a comenzar".

» Era justo lo que necesitaba. Volver a empezar. Sentí un gran peso soltarse de mis hombros. Ese día decidí ser tu apoyo, un bastión que podrías considerar un punto de defensa para mantenerte libre y pelear tus batallas para levantar a tu nación, como siempre has querido.

» Tenía toda la voluntad de hacerlo. Quería con todas mis fuerzas ser tu apoyo... y no sé cómo... pero... en algún punto dejé de serlo. Sin darme cuenta comencé a convertirme en un ser manipulador y... tacaño... quería todo de ti para mí. Sentí celos... no entiendo por qué...

» Por eso, ahora que he hablado con Irlanda, creo que es mejor dejarte con él y resolver mis conflictos solo. Aunque sinceramente...aún quiero quedarme a tu lado. Pero tú no te sientes igual.

» Supongo que esta charla se volvió una despedida...

El ruso me había dado demasiada información que asimilar en poco tiempo. No había querido interrumpirlo para que pudiera expresar todo lo que necesitaba, pero las preguntas en mi cabeza se habían acumulado y... también había muchas cosas que simplemente no entendía. ¿Por qué nadie me había dicho lo que en realidad pasó con "el señor" México? Cada vez que pensaba en eso, volvía a enfurecerme con ONU y OMS. ¿Por qué se callaron esa información?

— Rusia —lo llamé al fin— ¿Rusia?

Había estado tan sumergida en mis pensamientos, que no lo vi marcharse. No se despidió... ¿o sí?