15.1 Desfile militar

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Todos habíamos vuelto a mi hogar. Al fin los juegos habían terminado y tomamos turnos para ducharnos. Cenamos en el enorme comedor. Como entrada una sopa de fideo y como plato fuerte: Enchiladas con hígado encebollado. El postre era flan napolitano.

Era mi venganza por la noche me hicieron pasar ayer.

La mayoría de los countries dejó el platillo a la mitad, argumentando sentirse satisfechos. Sólo unos cuantos terminaron el plato fuerte y comieron postre.

Les agradecí a todos por su participación en los juegos y les informé que la agenda de los próximos dos días estaba vacía.

— Si gustan realizar un recorrido turístico, conocer los museos, parques, sitios históricos, también podrían hacer el tour gastronómico... mi asistente traerá algunos guías expertos que los llevarán a conocer la ciudad y las cercanías. También están disponibles las habitaciones de juego dentro de la casa o podrían-

— ¿Divertirse de otra forma? —preguntó Honduras alzando una ceja.

—... sí —respondí temiendo su forma de "divertirse"

— ¿Podríamos... —preguntó argentina—... embriagarnos?

— Claro —respondí sonriendo, mucho más tranquila. Me temía una orgía o algo así—, tienen el bar abierto, pediré un barman y un dj que los acompañe.

— Lo dicez como si no fuerzas a venirz —dijo Bangladesh.

— Lo siento, tengo otro compromiso y es mi obligación presentarme.

Todos me miraron atónitos, excepto Rusia, que se estaba acostumbrando a mi formalidad y compromiso.

— En ese caso... no creo que hagamos la fiesta —dijo tristemente Italia.

— ¡No! —exclamé rápidamente— No es necesario que lo suspendan por mí. Estaré muy ocupada por ser mis fiestas patrias, pero ustedes pueden tomarse estos días de descanso —otra vez, todos me miraron sorprendidos—. Por favor, usen estos días para relajarse.

— Мексика —comenzó a decir Rusia.

— Bueno, me retiro a descansar —le interrumpí, poniéndome de pie para dirigirme a las escaleras y esconderme en algún clóset alejado de las habitaciones de invitados, con suerte, hoy sí me dejarían dormir unas cuantas horas.


Luego de un rato deambulando encontré una habitación que no había visto antes. Un pequeño lugar con repisas y cajoneras de madera por todas partes. Había muchísimos instrumentos e insumos para tejer y bordar, quizá el señor México tenía ese hobbie.

Acomodé a almohada y las mantas en el suelo.




Desperté a medianoche, mire la hora en mi pulsera electrónica. Las 2:31 am. Quería ir al baño.

Bajé por las escaleras descalza, eso evitaría hacer ruido. Vi una luz encendida en la cocina así que me acerqué para apagarla, pero mientras me acercaba, escuché la voz de UK.

— Tell us what you did to her (Ya dinos qué le hiciste).

— Не знаю о чем вы.

— Che por favor, es súper obvio que ahora te ignora horrible.

— Это не правда.

— Boludo, pero ¿vos estás ciego o sordo?

— And what was all this show? She even talked to me more than to you and that you didn't try to rape her... or did you? (¿Y qué fue todo este show? Hasta a mí me habló más que a ti y eso que tu no intentaste violarla... ¿o sí?)

Rusia no dijo nada. Sólo él sabía lo que ocurría por las noches en mi cama.

— Vos siempre tan comunicativo, bueno hablemos de algo más interesante. UK ¿tomaste las fotos que te pedí?

— I would never let you down (Jamás te fallaría) —respondió UK.

Comencé a alejarme tratando de ser silenciosa.

— ¡Pero mirá! ¡Es que esos pantalones de estilo militar se amoldan a ese trasero redondito!

— And you haven't seen the ones I took during the competition... look... (Y no has visto las que tomé durante la competencia... mira...)

— ufffff.... Seguro que no querés ver, ¿Rusia?



No sabía de quién estaban hablando y no quería averiguarlo.

Usé el baño de la entrada principal y volví al cuarto de tejido.



La mañana siguiente desperté a las 5 am. Debía prepararme y reunirme con los instructores en el campo a las 6 am.

Cuando bajé por las escaleras, me encontré con un Rusia dormido en el descanso de los escalones. Despedía un intenso olor a alcohol.

Con mucho esfuerzo acomodé su cuerpo para que quedara lo menos contorsionado posible, colocando un pequeño cojín bajo su cabeza. No sé porque me portaba así con él.

A veces lo odiaba y a veces quería ser tierna con él. Quizá mis sentimientos se están mezclando con los recuerdos del antiguo México.

Me senté a su lado. Lo miré un segundo, tratando de analizar lo que sentía por él, cuando sentí una mano rodeando mi tobillo.

— No te alejes de mí... no podría volver a soportarlo... —dijo medio dormido. Suspirando y sollozando mientras repetía— Я хочу, чтобы ты помнил меня... Я хочу, чтобы ты помнил нас...

Retiré su mano con cuidado. Su rostro reflejaba un dolor insoportable, acaricié su cabello con delicadeza hasta que se calmó, la culpa estaba creciendo en mí.

Sabía que yo le estaba provocando ese dolor. Era obvio que él y el señor México habían tenido una relación, había demasiadas pistas e incluso los otros countries lo sabían y lo molestaban con eso. Pero yo no me sentía así por él, yo no recordaba nada de mi pasado con él.

Salí de la casa, la camioneta ya me estaba esperando.

— Buenos días, señorita México —dijo el chofer

— Buenos días.

Soy... ¿México?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora