24.3 Visitas: Fiesta y drama

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La fiesta que había organizado terminó siendo de enormes dimensiones, muy pocos countries habían aceptado la invitación para participar en la feria cultural, pero una enorme parte de la lista había aceptado asistir a la fiesta.

Bola de gorrones.

En fin, el salón se ha ido llenando poco a poco, el ambiente es un poco siniestro al principio, mis camareros van todos disfrazados de Catrín y las meseras de Catrina. El olor a flores inunda el lugar y las luces permanecen bajas. Ordené que se simulara la iluminación de veladoras para dar un ambiente similar a mi tradición.

Pero el detalle que pareció ganar el aprecio de todos fue el papel picado, pues fue mandado a hacer dependiendo de cada country. El de USA tenía diseños de hamburguesas y papas fritas. El de Brasil tenía un Cristo redentor y balones de fútbol. El de Francia tenía una torre Eiffel y pastelillos. Todos estaban colocados sobre las paredes, los countries paseaban admirando los diseños únicos.

Esa fue idea de Héctor, a mi me pareció de mal gusto, pues es una idea estereotipada, pero al parecer, mis invitados lo vieron con buenos ojos.

Todos estaban sentados en sus mesas, hablando alegremente mientras los músicos tocaban versiones instrumentales de diversas baladas mexicanas.

— Hermanito —dijo Irlanda, sus ojos brillaban admirando su papel picado—, debiste hacerlos en un papel más resistente, este papel se puede romper tan fácil como un simple resoplido.

Con sumo cuidado, retiré mi propio papel picado, con diseño de flores, veladoras y calaveritas.

— Esa es la idea —dije sonriendo. Tomando el papel de las esquinas—, el papel en las ofrendas tiene diversos significados dependiendo de la región que visites en mis tierras. Para mí, este adorno representa la fragilidad de la vida.

Japón se había colocado a mi lado, escuchaba atentamente para no interrumpirme, cosa que agradecí internamente. Sólo que no me di cuenta de que había otros escuchando.

— La vida es frágil y sólo hay una, por eso hay que valorarla y cuidarla. Un simple movimiento mal hecho, y acabarás destrozándote la vida —terminé de jalar el papel, que se rompió en trozos. Los arrugué en mis manos, los hice una pequeña bola y lo arrojé sobre mi hombro—... bueno, nuestro caso es distinto, pero ya me entiendes, ¿no?

— Entiendo —dijo Irlanda, acariciando delicadamente su propio papel picado en el muro.

— Creí haber escuchado —dijo alguien detrás de mí—, que incitaste a tu población a evitar tirar basura.

Al girarme, me encontré con la mirada tranquila de Canadá, que tenía en sus manos la bolita de papel que deseché hace menos de un minuto.

— Iba a recogerla. Sólo trataba de hacer entender a mi hermano, y ese fue mi material didáctico.

Me encogí de hombros y tomé el papel que aún estaba en las manos de Canadá. Sus dedos estaban congelados, así que rápidamente guardé el papel en una de mis bolsas del pantalón y tomé sus manos, calentando sus dedos poco a poco. Canadá me miró agradecido.

— Yo creo que fue una excelente estrategia de enseñanza —dijo Alemania, apareciendo junto a Japón—, me parece fascinante la forma en la que aprecian la vida a través de la muerte. Es...

— ... hermoso —le interrumpió Canadá, ahora era él quien tomaba mis manos, seguramente aún sentía frío—, sin duda lo es. Siempre he admirado esta tradición.

— Creo que todos lo hacemos —dijo Rusia, apareciendo a mi lado. ¿Todos los countries escuchan a escondidas y les gusta interrumpir, o qué? Por alguna razón, solté mis manos de las de Canadá.

Soy... ¿México?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora