Desperté en una cama estaba cubierta por varias mantas y almohadas, desconocía el lugar. De lo único que estaba seguro es que no era mi habitación.
Traté de recordar cómo llegué ahí, pero sentí las paredes moverse y la cama balancearse a la deriva, como un barco en una tormenta.
Iba a vomitar.
Salté de la cama y como pude, llegué a un pequeño cesto de basura. Vaya, cada día aprendo cosas nuevas de los countries. También sufren de resaca...
Qué bien.
Pocas cosas los pueden dañar, pero aparentemente, al alcohol le vale madres.
Cuando mi estómago se sintió mejor, traté de ubicarme. No estaba en mi hogar. Ni en ningún otro que conozca. Comencé a buscar un baño para limpiar mi asquerosidad, había dos puertas, una daba a un pasillo y otra a un enorme clóset vacío, estaba por adentrarme al clóset en busca de otra puerta, cuando escuché un ligero ronquido proveniente de la cama.
Me acerqué a quien hacía esos suaves sonidos, en busca del dueño y encontré un perro pug. Esos que parece que se atragantan con sus propios mocos.
Suspiré aliviado. Por lo menos no era un country o peor ¡un humano!
— ¿Cómo una cosa tan horriblemente fea puede ser tan tierno? —pregunté al perrito mientras me lamentaba no haber encontrado mi celular para tomarle fotos.
— Eso mismo me pregunto cuando te veo —dijo Australia, entrando a la habitación. Se veía muy arreglado y fresco.
Le sonreí, no conocía al sujeto, pero se veía agradable. Igual debía tener cuidado con él, aprendí a la mala que las apariencias engañan.
— ¿Gracias? Señor Australia —le saludé inclinando la cabeza—, es una pena conocernos así, pero antes de continuar, ¿podría indicarme dónde está el baño?
— Cruzando el pasillo, la primera puerta a la izquierda —dijo arrugando la nariz al tiempo que pasaba a su lado con mi cesto— y mi nombre es Nueva Zelanda.
— Oh, mi error —dije ya en el pasillo, no pensaba detenerme—, en un momento haremos las presentaciones adecuadas.
— Claro —dijo cerrando la puerta tras de sí.
Qué tipo tan rarito —pensé.
Hice lo que tenía que hacer y otros asuntos que tenía pendientes en el baño.
Salí mucho más fresca y limpia. No me sentía mucho mejor, aún tenía un leve dolor de cabeza. Gracias a los Dioses, ese cuerpo se recupera rápido.
Entré a la que creí la habitación donde había despertado, encontrando al perrito aún dormido, ropa limpia y una nota:
En el comedor de
la primera planta
se estará sirviendo
el desayuno.Bueno... supongo que vamos a seguir con esto hasta que tenga de vuelta mi celular y podré transportarme a casa.
La ropa era bastante del gusto de mi madre. Vestido vaporoso que dejaba al descubierto los hombros, sandalias abiertas y listones para el cabello a juego con los colores del vestido. ¡Puaj!
Sólo por cortesía usé el conjunto.
Al bajar escuché voces, algunas conocidas, otras no. Al entrar al comedor, me encontré con varios countries sentados, comiendo y hablando tranquilamente.
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Soy... ¿México?
FanficAU donde NO tendremos los estereotipados countries. El México mediocre, alegre, parrandero y vulgar que todos conocen, ya no esta. Su esencia tomó el cuerpo de un servidor público (un docente) que ama su trabajo y dar el ejemplo como el docente perf...