Al día siguiente revisé los horarios de mis roomies, ahora sabía a qué hora debían estar en sus actividades previas a la ceremonia de apertura, Rusia era el más ocupado, pues el número de atletas que participaban de su contingente era enorme.
Subí al apartamento, Nueva Guinea estaba ahí, cocinando algo.
— Hey, hola, ¿cómo estás? —dijo mirándome curioso— No quise interrumpir anoche, pero hoy tenemos que hablar seriamente de los horarios.
— No podría estar más de acuerdo —dije sentándome en una de las sillas de la barra—, anoche tuve que dormir en el gimnasio, en una mal oliente colchoneta.
— ¿Cómo? ¿No estabas con ellos dos?
— No —respondí, obviando a quién se refería—, yo... bueno...
No estaba segura de qué responder. ¿Debería ser sincera con un país del que apenas conozco? ¿Usará esa información en mi contra algún día? Esa es una parte importante al ser un country, todos, en algún momento necesitarán de ti y buscarán cualquier medio para garantizar una alianza.
— Es complicado —terminé por responder.
— Entiendo —dijo sirviendo su desayuno—, ¿gustas café?
Ella tomó su desayuno y la acompañé tomando café. No tenía hambre, pero seguramente después del entrenamiento de hoy, tendría muchas ganas de comer.
Después de tomar una ducha, vestirme y bajar al gimnasio, hice mi rutina de calentamiento, dispuesta a regresar a la normalidad, al menos hasta que tuviera que volver al apartamento y enfrentar a mis bellos, digo, hermosos, digo, galantes, ¡AY! ¿Por qué no puedo pensar en ellos de ninguna otra forma?
Pensaba en algún adjetivo despectivo para ellos, pero mi mente estaba en blanco.
— Buenas tardes, señorita —dijo Austria, sacándome de mis pensamientos— ¿Cómo está la más bella estrella de la bóveda celeste?
— Buenos días —respondí entre risas por su saludo—, bien, bien. Aquí andamos —dije sintiendo mis mejillas calentarse— ¿Cómo está su majestad, mi príncipe encantador?
— De maravilla ahora que puedo escuchar su dulce voz —respondió tomándome de la cintura, acercándome a él, poniendo su cabeza en mi hombro—, no podría estar mejor.
— ¿Por qué no mejor suben a su habitación? —dijo alguien detrás de nosotros.
— ¡Perú! ¡Cuánto tiempo! —dijo Austria alzando la cabeza de mi hombro.
— Sí, buenos días. ¿Me permites? —no esperó respuesta y me tomó del brazo, jalándome en la dirección que él quería. Apartándonos de todos en el gimnasio.
— Méx, no me digas que vas a volver con él.
— No te digo, pues.
— ¿En serio?
— Mira, ni yo sé que quiero, pero eso no importa. ¿Qué pasó? ¿Todo bien?
— No —dijo con sus ojos cristalizándose—, es que... es que...
Y ahí vamos otra vez... el drama adolescente de Perú y USA.
—... entonces, resulta que USA no durmió en ninguna habitación, ya cuando le dije "¿dónde pasaste a noche?" y me dijo "El en gym, con México y fue una MUY buena noche". Así que quiero que me digas, ¿Por qué me traicionaste?
Perú se cruzó de brazos y me miró completamente molesto. Dios, no sé cómo aguanto sus niñerías, pero por el bien de la relación política y familiar, voy a seguir tolerándolo.
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Soy... ¿México?
FanficAU donde NO tendremos los estereotipados countries. El México mediocre, alegre, parrandero y vulgar que todos conocen, ya no esta. Su esencia tomó el cuerpo de un servidor público (un docente) que ama su trabajo y dar el ejemplo como el docente perf...