20.1 La primera reunión: G20

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Me había estado preparando para esto desde que terminaron los juegos militares. ONU me envió varios correos explicando lo que debía hacer, la forma en que se debe comportar un country human antes, durante y después de la reunión. Era su forma de disculparse conmigo después de confrontarlo por ocultarme información.

Ya que no se trataba de una reunión normal, sino del G20, habría relativamente pocos countries. Aunque a algunos ya los conocía, como a Corea del Sur, UK, Francia, Italia y Rusia... pero había muchos más que desconocía y me ponía nerviosa de pensar estar en una reunión a puerta cerrada con ellos, hablando de temas que ellos conocían a la perfección y yo sólo pude estudiar tres semanas antes...

Caminé por la impresionante habitación de hotel, mi presidente se alejó de mi en cuanto pudo (gracias Indonesia, por darle una habitación propia a ese...) Ese vejestorio se llevó a Héctor (ya que se dio cuenta de que mi asistente es extremadamente eficiente) y ahora tengo que calmarme yo solita. Respiré profundamente, acomodé otra vez mi ropa. El traje sastre sin duda era lo más incómodo de usar, la falda de lápiz negra, probablemente, será catalogada como mi tortura personal, la blusa blanca, por otro lado, era ligera, suave y cómoda. Las medias negras y las zapatillas con tacón de 8 cm me hacían preguntarme por qué no he aprendido a cambiar mi género y usar ropa mucho más cómoda.

Miré el reloj. Faltaban 20 minutos. La reunión iniciaría con una bienvenida, una presentación y una introducción al evento. Todo esto tardaría al menos una hora y media, Irlanda me dijo antes que varios countries no asisten desde el inicio, luego presentarían los temas principales, los cuales podrían tardar al menos 4 horas.

Tomé una gran bocanada de aire y salí de la habitación. Los empleados del hotel me guiaron hasta la sala especial de countries y me dejaron en la puerta, con una pequeña humana dispuesta a explicarme todo antes de entrar.

— Sabemos que aún se le dificulta comprender varios idiomas, por eso debe usar este auricular. Tiene un software especial que traducirá en automático el idioma que escuche —nos adentramos en la sala de reuniones, que estaba completamente vacía— Sus dispositivos ya se encuentran dentro, en su lugar asignado.

La sala tenía forma de medialuna. Los asientos estaban acomodados en largos escritorios uno detrás de otro con desniveles que garantizaban que todos los participantes fueran visibles y pusiesen observar a los presentadores.

La humana me guio hasta mi lugar en la segunda fila, con otros tres countries. Por las banderas, supe que sería Alemania, Canada y otro que no pude identificar. Di un rápido vistazo hasta encontrar la bandera de USA. Tenía un poco de miedo de él por lo que Rusia dijo. ¿Y si comenzaba a tratarme igual que al anterior México? ¿Cómo me iba a defender?

Mi mente exploraba los posibles escenarios, provocándome más y más ansiedad. Agité la cabeza con fuerza, provocando que algunos mechones de cabello se soltaran. Encendí la laptop y comencé a releer los documentos que se expondrían en la reunión, eso me ayudaría a distraerme.

— Ich dachte nicht, dass irgendjemand anderes es ernst meint mit Pünktlichkeit (No pensé que alguien más se tomara en serio la puntualidad)—dijo una voz masculina. Al alzar la mirada vi a Alemania entrando a paso rápido— Auch nicht die Tagesordnung (ni la agenda)

— Comenzaré a tomarme la puntualidad muy en serio, señor Alemania —dije mirándolo acercarse. Se veía impresionante con el traje negro y corbata roja. Cuando finalmente estaba lo suficientemente cerca, extendió su mano para saludar como político. Correspondí su saludo con energía. Aquel era un país que admiraba en muchos sentidos, tal vez él podría enseñarme mucho.

— Das freut mich zu hören (Me alegra escuchar eso) —dijo sentándose a mi lado. Igual que yo, encendió su laptop y trabajamos en silencio hasta escuchar los pasos de otros entrando.

Soy... ¿México?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora