38. Reconocer a México

51 4 0
                                    


México se acomodó en la sala de su casita, se estaba escondiendo de Héctor a quien había dejado en la oficina con una montaña de trabajo. El pobre hombre siempre le rogaba hacer todo el aburrido papeleo que le parecía incomprensible y tedioso, su trabajo usualmente se reducía a apariciones públicas, pero la maestrita se había encargado de aparecer una ridícula cantidad de extenuantes actividades y papeleo que no servía para nada porque a México nunca le hacen caso sus autoridades.

En fin, ahora en la tranquilidad de SU casa y no la del gringo, podía sentirse lo suficientemente cómodo para usar sólo chanclas y calzoncillos. Encendió la televisión para luego conectarla a su celular utilizando TouTube y comenzó con su plan.

No pasaron ni veinte minutos y ya estaba aburrido. Ver documentales de "El Señor México" estaba resultando agotador.

La información que tenía era simple y vaga:

Sin nombre registrado en el registro federal al ser huérfano.

Sin educación, pues al vivir en las calles, se escondió de cualquier servicio social.

Sin familia por obvias razones.

Sin amigos.

¿No era obvio que se iba a suicidar? ¡Era cuestión de tiempo!

México sabía que se trataba de un clon sin ningún tipo de información, él mismo recordó haber despertado en ese cuerpo apenas segundos después de "morir". Había ocupado al clon durante algunos meses, pero luego fue como si el clon desarrollara su propia personalidad, navegando a diario en dudas existenciales que se aferraron a su conciencia.

¿Por qué estoy aquí?

¿Por qué soy un countryhuman?

¿Qué significa para mí ser un country?

¿Para qué serlo?

¿Cuál es el objetivo de vivir?

El clon le había arrebatado la conciencia sin querer. De alguna patética forma, su esencia fue quedando encerrada dentro de ese cuerpo, que rogaba vivir y experimentar la vida humana, aunque fuera a medias, al ser un country.

México se había perdido en sus pensamientos, recordando con mucho esfuerzo su transición de country a clon. Los videos se reproducían en automático, mostrado clips antiguos de "El señor México" rompiéndose ante la presión, llorando, rogando que alguien le ayude.

Le parecía grotesco que alguien quisiera ver ese tipo de contenido, aun así, cualquier pizca de dados podría ser de ayuda para él.

Lo único que había en todo puto internet eran variados videos del clon siendo humillado en muy diversas formas.

México se asqueó de sí mismo, saber que dentro de él estaba esa versión enclenque y repulsiva era suficiente para provocarle náuseas.

Hora de pasar al siguiente.

La plataforma se inundó de diverso contenido en relación a "La señorita México".

"Ésta sí va a ser interesante" —pensó México al ver todo el repertorio de numerosos temas tan sólo en TouTube.

Había que empezar por el principio. Los documentales realizados por la secretaría de gobierno.

Nombre confiscado para mantener su privacidad como humana. Únicamente se le conoció como: Adriana.

Educación increíble, escuelas privadas, ¡dos licenciaturas y una maestría! Sin duda iba a hacer el doctorado, pero su aparición como country la detuvo.

Soy... ¿México?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora