México despertó de golpe. Mirando el techo de la habitación, el aroma a desinfectante y medicamentos, propio de un hospital inundó sus fosas nasales.
— Mexiko, finalmente despiertas —dijo Alemania desde un sofá a lado de la ventana. Sus ojos se veían hinchados y las ojeras eran casi moradas— ¿Estás mejor?
— Pues sí, wey. ¡No mames! —respondió México, su sonrisa se amplió con picardía. Se incorporó poco a poco ante la mirada atónita de Alemania.
México no solía hablar así, al menos no frente a él. Aunque esa mirada, ese brillo especial en sus ojos... sin duda, quien había despertado era México. Su México.
— No apareces muy contento, cabrón ¿esperabas a alguien más?
— No creí que volverías de golpe —respondió Alemania tranquilamente, cerró el libro que tenía en las manos y se acercó al mexicano para dejar un suave beso en su frente—, los regresos suelen ser graduales. Pero me alegra que al fin volvieras por completo.
— Wey, tú siempre tan propio —dijo México, con cuidado desconectó las agujas y apagó los aparatos, aquello le daría una señal a OMS de que México estaba de vuelta. Luego miró sonriente al country frente a él— ¿no me darás la bienvenida?
— Siempre que lo desees —respondió Alemania abrazando el pequeño cuerpo del mexicano, sintiendo el corazón hundido. ¿Por qué?
— Wey, avísale a Rusia, seguro que OMS ya viene corriendo —en ese instante el nombrado apareció abriendo la puerta de golpe— ¡carnal, no te vas a morir pronto!
— ... ¿México?
— Simón.
— ¿Simón? —preguntó OMS completamente confundido.
— Quiso decir que sí —respondió Alemania, soltando el cuerpo de México, para permitirle a OMS verificar el estado de México.
OMS permaneció en silencio, mirando a México estirarse en cama. ¿Cómo se recuperó si lo desconectaron en secreto hace dos días? Miró a Alemania, que le sonreía tranquilo con el celular en la mano. Seguramente ya todos sabían el regreso del mexicano. ONU lo iba a matar.
No. No tenía por qué hacerlo. El plan de ONU fue desconectar al mexicano para que finalmente muriera y pudiera renacer, de no ser el caso, se quedaría igual que Venezuela, con su alma atrapada e inactiva. De ser así, ya no habría nada que hacer y ambos countries convalecientes serían tratados de la misma forma. Pero... al final México despertó. Y no sólo eso. Regresó.
— Wey, puedes ¿dejar de mirarme? Me chiveas.
— Lo siento, ah... necesitaré revisarlo y así descartar secuelas de su colapso.
México se dejó revisar minuciosamente, no lloró cuando le sacaron sangre ni gritó cuando la pequeña lámpara apuntó directo a sus ojos, tampoco fingió arcadas cuando revisaron su garganta. Al terminar las revisiones de protocolo, OMS se retiró sin decir nada más.
Alemania ya había alertado a España y Rusia, no tardarían en llegar.
— Wey, me siento raro, pero ¡no me duele ni madres! —México aun estaba sentado sobre la cama, su postura encorvada delataba su nerviosismo. Miró sus manos a detalle, le parecían falsas.
Alemania sólo lo observaba desde el sofá... algo había salido mal.
— Tranquilo —dijo cuando los ojos de México parecían mirar más allá de sus manos—, seguro es porque acabas de despertar. Todo estará bien...
Eso querían creer ambos.
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Soy... ¿México?
FanficAU donde NO tendremos los estereotipados countries. El México mediocre, alegre, parrandero y vulgar que todos conocen, ya no esta. Su esencia tomó el cuerpo de un servidor público (un docente) que ama su trabajo y dar el ejemplo como el docente perf...