31.2 Flashback

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Ya no había nada que hacer. Esos bastardos me arrebataron parte de mi ser.

Literalmente.

Ahora, ellos festejaban alegres mientras yo me desangraba. USA me miraba nervioso. Ese chiquillo es un dolor de muelas... ojalá pronto se termine todo esto.

- Métzicou, pealse -dijo acercándose- let me just...

- No necesito nada tuyo. Aléjate.

El chiquillo me miró afligido, sus ropas estaban igual de desgastadas que las mías, pero claro, a mí me faltan las piernas y uno que otro órgano importante.

Podía verlas justo a mi lado. No sabía que tenía un lunar en forma de media luna detrás de la rodilla.

Es gracioso lo que uno piensa justo antes de morir. Quizá imperio español tenía razón, todo este tiempo... ¿qué estará haciendo ese cabrón? ¿Aún tendrá guardado el collar de perro que me prometió?





Las fuertes risas de los soldados me sacan de mis pensamientos. Los veo acercarse con esa mirada diabólica, la misma que tenían cuando metieron sus asquerosas manos para arrancarme algo del pecho.

- So... Métzicou, now you belong to us.

- Mira que son pendejos... ¿hasta cuándo se van a dar cuenta que no les entiendo ni jota?

- Now, USA, you have to do this... official.

USA se puso pálido. Negó con la cabeza hasta que los soldados lo arrastraron a pararse justo frente a mí. Ah, ya sé que quieren.

- Ya pues -le dije para infundirle valor-, te prometo que será rápido, ni siquiera necesitas tragarlo.

- What is he saying? -preguntó a algún oficial. Pero nadie respondió.

En su lugar, insertaron una navaja en mi mejilla, le dieron una vuelta y arrancaron un rozo de carne. Los soldados comenzaron a gritar eufóricos. USA estaba al borde de las lágrimas, su respiración se hacía más y más rápida.

- No, please, no. I'm pretty sure that's not necessary.

- Tragcquilo nijo (tranquilo niño)-dije, sonando como un maldito francés vagabundo, me hacía falta ese pedazo de mejilla, quizás a ellos también les falta un pedazo de lengua-, tofo vaj a ejtar bie, egto no mej matagá (todo va a estar bien, esto no me matará).

No sé ni porqué trato de calmar al enemigo.



No.



Sí sé por qué.



Él es mi hermano. Es mi familia.








Dios, tengo tanto sueño... estoy tan cansado...





Soy... ¿México?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora