Hoseok aguardó un momento fuera de la casa, no era una mansión pero parecía pertenecerle a alguien de buena posición económica.
—Si aquí vive el tal Lee Daehyun, quiere decir que tiene buenos ingresos —se dijo a sí mismo, observando la fachada de dos pisos, cubierta por una enredadera perfectamente cuidada—. Entonces, ¿por qué diablos quiere joderle la vida a los Min?
Presionó el timbre que se encontraba a un lado del marco de la puerta de madera fina. Acomodó su chaqueta color vino y abrochó el primer botón de su camisa gris.
La puerta se abrió enseguida, dejando ver a un hombre alto y bien parecido, de aproximadamente treinta años de edad, con el torso descubierto, mostrando su trabajado cuerpo.
Hoseok no pudo evitar mirarlo, el tipo parecía haberse estado ejercitando recientemente pues una fina capa de sudor cubría su piel ligeramente bronceada.
—Vaya... ¿Eres el repartidor de la comida? —dijo el hombre, observando de arriba abajo al omega—. Nunca había venido un repartidor tan... ¿presentable?
—Oh, no, señor. Discúlpeme, no soy ningún repartidor —respondió Hoseok, sintiéndose nervioso por tan espontánea primera impresión—. Mi nombre es Jung Hoseok y estoy buscando al señor Lee Daehyun.
El hombre quitó la toalla que llevaba en el cuello y comenzó a limpiarse el sudor de las sienes y de sus pectorales. Luego sonrió ampliamente, mostrando su blanca y cuidada dentadura.
—Soy yo, a tus órdenes, Hoseok —respondió, disimulando una risa burlona al notar como el omega hacia lo posible por no mirar abajo.
—Ah, buen día, señor Lee —saludó nuevamente—. Yo... Siento mucho molestarlo pero, quiero hablar con usted.
Lee Daehyun frunció el entrecejo, no acostumbraba a tener ese tipo de visitas.
—No hay problema, Hoseok, pasa —dijo con confianza, haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
El asistente entró, quitándose los zapatos dejándolos en un estante y echó un vistazo al interior. El piso de mármol oscuro brillaba de limpio, y había varios humidificadores desprendiendo esencias de lavanda.
—Siéntate por favor —Daehyun señaló el sillón en su extensa sala, a un lado de una pequeña camilla donde reposaba el perro Hunter—. ¿Te gustaría beber algo?
Hoseok tomó asiento en un extremo del sofá y negó ante la invitación. —No gracias, señor. Estoy bien.
El dueño de Hunter tomó asiento en el otro extremo, cruzando una de sus piernas sobre la otra, recargando el tobillo sobre la rodilla.
—Por favor, solo llámame Daehyun —pidió amable—. Mejor cuéntame, ¿a qué se debe tu visita?
El omega aclaró la garganta, aunque estaba decidido en su conversación, se sintió un poco incómodo por la desnudez en el torso de Daehyun. Y es que no es que tuviera morbo por quererlo ver de más, y tampoco intentaba ser infiel a su alfa con el pensamiento, era solo que ambos estaban solos y no quería que se malinterpretara.
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Amour -Yoonseok- (TERMINADA)
FanficHoseok había creído desde siempre que el amor era una porquería, un sentimiento que no hacía más que crear conflictos y herir corazones. Pero cambió de parecer cuando conoció a Yoongi, descubriendo que el amor no era todo lo que había creído. Desafo...