Hoseok había creído desde siempre que el amor era una porquería, un sentimiento que no hacía más que crear conflictos y herir corazones. Pero cambió de parecer cuando conoció a Yoongi, descubriendo que el amor no era todo lo que había creído. Desafo...
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El pálido alfa era sostenido con extrema fuerza de su amigo, Namjoon lo sostenía fuertemente de los brazos, casi sentándolo en su regazo sobre el sillón.
Yoongi resoplaba enfadado, estalló en furia cuando sus hermanos volvieron al departamento y decidieron contarle lo que habían visto en la entrada de ese restaurante.
—¡No voy a soltarte hasta que puedas controlarte! —gruñó Namjoon cuando su amigo forcejeaba para soltarse.
—Suéltame —ordenó, dominado por la furia de su lobo—. Necesito ir a buscar a mi omega.
—No vas a salir a cometer una locura —respondió, observando los ojos grises del pálido inyectados de ira—. No lo permitiré. Y ya basta, Yoongi, estás asustando a mi omega, ¿recuerdas que está esperando un cachorro?
Namjoon también demostró lo enojado que estaba por la actitud del alfa, Jin se había asustado demasiado cuando Yoongi utilizó su voz de mando para ordenarles que lo dejaran salir, así que le pidió a Jungkook llevarlo a la habitación para resguardarlo de su hermano.
El pálido cobró la razón inmediatamente, por nada del mundo le haría daño a su hermano omega ni al bebé, comenzó a llorar para desahogar su propio enojo.
—¿Por qué él, Namjoon? —sollozó, haciéndose bolita sobre el sofá—. ¿Por qué mi omega me engañó?
El alfa palmeó su espalda. —Yoongi, no es momento para ese tipo de preguntas. No estás en posición de hacerlo.
—¡Pero yo no amo a Jiuk! —gruñó, mirándolo con su rostro mojado y enrojecido.
—Pero sigues con él, Yoonnie. Pero vas a tener un cachorro y además... Fuiste el causante de la muerte de su hermana —exclamó con pena por su amigo.
Yoongi se quedó en silencio de pronto, limpió rápidamente sus ojos y se incorporó.
—Voy a matarlo... —susurró pacíficamente.
—¿Qué? ¿A Hoseok? —cuestionó asustado.
—A ese imbécil que se atrevió a tocar a mi Hoba... —asintió para sí mismo, con un gesto tan frío y neutro que atemorizó a Namjoon—. Voy a matarlo con mis propias manos.
—¡Cierra la boca, Yoongi! —exigió el alfa—. Tú no eres ningún asesino.
El pálido no dijo más palabras, simplemente se quedó viendo un punto en específico frente a él, con la cabeza dándole vueltas.
[—Gigi, ¿cuándo conoceré a tu familia? —preguntó Jiwoo, sentada sobre el columpio en tanto el alfa la empujaba.
Después de las clases y del horario laboral de la chica, comieron helado y caminaron por el parque más cercano.
Yoongi seguía totalmente pensativo, luego de que la chica le propusiera tener una relación de tres, ya que decía que sería la mejor decisión para no tener que alejarse de ninguno..
