Hoseok había creído desde siempre que el amor era una porquería, un sentimiento que no hacía más que crear conflictos y herir corazones. Pero cambió de parecer cuando conoció a Yoongi, descubriendo que el amor no era todo lo que había creído. Desafo...
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Yoongi llegó muy temprano al departamento de su hermano menor, luego de que Namjoon le notificara que le había confesado lo que hace poco habían descubierto.
Entre pláticas con su mejor amigo, se había enterado de la nueva amistad entre Hoseok y Jin, necesitaba saber que era lo que realmente estaba sucediendo.
—Dime la verdad, Jinnie, ¿Hoseok te mencionó algo acerca de su embarazo? —preguntó, en tanto desayunaban en el comedor.
Jin no podía contarle nada, pues respetaba su amistad con Hoseok y la desición de mantenerlo en secreto. Así que se hizo el desentendido aunque se tratara de su hermano.
—Ya te dije que no, Yoonie. Hoseok no mencionó nada.
Yoongi no podía creerle, si su hermano y Hoseok se habían hecho tan confidentes, seguramente algo tuvo que haberle contado.
Lo miró fijamente con sugerencia, haciendo aquél gesto con los labios rectos que Jin tanto detestaba.
—Hoseok y yo somos amigos y casi siempre hablamos de lunita y cosas del trabajo —comentó.
—No me digas que tampoco te ha hablado de su relación con Daehyun —insistió.
—Por supuesto, algo de eso me ha dicho pero tampoco sé todos los detalles.
—Bien, entonces dímelo, ¿qué está sucediendo con él? ¿Va a casarse con Daehyun ahora que serán padres?
Namjoon no intervino, bebió su café con calma, siendo únicamente espectador de la conversación entre hermanos.
—¿Por qué te lo contaría, Yoongi? Hoseok es mi amigo, no tengo porqué contarte sus cosas privadas.
—Porque soy tu hermano, Jinnie —rodó los ojos y suspiró con pesadez—. Porque sabes que Hoseok es mi omega.
—Pero también sé que tú has hecho cosas malas, Yoongi. Deberías encontrar la verdad en todo lo que sucedió con Jiwoo y dejar de esconder esa información tan importante a Hoseok.
El alfa talló su rostro con frustración, ahí estaba ese grave detalle que lo alejaba de su omega.
—Lo que les he contado es todo lo que puedo recordar, Jin. Yo no entiendo cómo ella pudo morir si ella decía amarme, jamás la obligué a hacer nada que no quisiera —explicó.
El omega se levantó de su lugar, caminó hacia la sala de estar, tomando una libreta y un bolígrafo de la mesita de centro. Volvió con ellos y preparó la primera página para comenzar a escribir.
—Bien, hermanito, es hora de detallar punto a punto, todo acerca de tu relación con Jiwoo, de principio a fin. Así que notifica a la oficina que llegarás un poco tarde.
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