Hoseok había creído desde siempre que el amor era una porquería, un sentimiento que no hacía más que crear conflictos y herir corazones. Pero cambió de parecer cuando conoció a Yoongi, descubriendo que el amor no era todo lo que había creído. Desafo...
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Muy temprano en la mañana, Jungkook buscó a su alfa por la mansión, la chica no estaba en su habitación, así que bajó a la cocina para encontrarla.
Ahí estaba ella, terminando de preparar el desayuno para los dos.
—Ji, te estaba buscando.
—Buenos días, JK, ven, vamos a desayunar.
Tomaron asiento en el pequeño desayunador dentro de la cocina y comenzaron a comer los hot cakes que Jiyeong había preparado.
—Yoongi me llamó —comentó, masticando su bocado—, me dijo que el celo de Hoseok aún no terminaba y me pidió que fuera yo en su lugar a la casa hogar.
El cachorro de Jiuk vivía temporalmente en aquel orfanato, Yoongi había llegado a un acuerdo con las autoridades, ya que se trataba del cachorro de su exesposo, debía cumplir con la obligación de seguir pagando los gastos del bebé, solo hasta que fuera adoptado.
—Oh, entiendo, cariño, ¿debes ir?
—Sí, el chófer tiene lista la caja con la despensa y debo llevarla, y también el cheque... ¿Te gustaría acompañarme? —preguntó nervioso pues hablar de cualquier tema que se relacionara con Jiuk y Bang, aún ponía mal a la alfa.
Ella dejó de masticar, observando fijamente su plato frente a ella. —Yo...
—Descuida, Ji, si no quieres...
—De acuerdo, JK, iré contigo —afirmó, viendo brillar los ojos del beta.
—¿Estás segura? Es decir, no quiero que te pongas mal...
—Eso podría ayudar a mi terapia, cielo. No debo huir de mis problemas...
La alfa tomó su mano por encima de la mesa y le sonrió para tranquilizarlo.
Terminando de desayunar, se dirigieron a aquel sitio. Parecía una casa hogareña pero apenas entraron, su corazón se apretó al ver a tantos niños sin hogar.
—Estamos muy agradecidas con la ayuda del señor Min, lo que nos trae es muchísimo para el pequeño Sihyuk, así que lo repartimos con los demás bebés —comentaba una de las niñeras, arrullando al cachorrito en sus brazos.
La alfa veía al bebé, quien parecía saber lo que estaba sucediendo con él, su gesto lucía triste y distante.
—Es bueno saber que se puede ayudar a otros bebés... Espero que pronto encuentren un hogar —respondió Jungkook, tomando la mano de su alfa.
—Eso esperamos todos, apesar de darles todo el amor que se merecen, ellos necesitan de un lazo con padres que puedan amarlos y...
—Disculpe, pero tiene una llamada importante —interrumpió otra niñera, dirigiéndose a la niñera principal.
—Oh, ¿podrían cuidar del cachorro un momento? Enseguida vuelvo.
Jungkook sostuvo al bebé entre sus brazos en tanto la niñera salía de la habitación.
