El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1

Especial San Valentín (Canon)

2016, 14 de Febrero. Londres.

Una joven, semidesnuda y con sus ropas en las manos, huyó enfadada del Hotel Wells Luxury.

Tan cabreada estaba aquella joven que no se dio cuenta del golpe que se llevó al toparse con Lena Beauregard en la puerta del piso. No pasaban de las doce del mediodía. Era un domingo soleado. La rubia había ido allí para ver a su amigo. Por esa fecha, la mente del moreno se nublaba y era propenso a cometer errores estúpidos.

Abrió la puerta de la habitación, encontrándose con un Marco desnudo en la cama tapado por las sábanas. En su mano, un vaso de whisky.

— ¿Qué le has dicho esta vez a tu pasatiempo? —preguntó cansada Lena al ver el panorama.

—Yo nada. Ha sido Nefira —respondió tras darle un buen sorbo a su vaso. Hacía como si no le importase—. Me llamó como siempre, la chica contestó por mí, Nefira enloqueció y luego la chica se marchó. Fin de la historia.

Lena le quitó el vaso. No podía dejar que aquello continuase. Tres años haciendo lo mismo no era nada bueno para su salud. Era su mejor amigo y le importaba demasiado, a pesar de que era un imbécil de primera.

—No puedes seguir así Marco. Le haces daño a Nefi, les haces daño a las chicas con las que te acuestas y te haces daño a ti mismo.

Marco, quien no la miraba desde que había entrado en la habitación y se había sentado a su lado en la cama, posó sus ojos verdes en la francesa. Él era libre de hacer lo que quisiese pero tampoco quería herir a nadie.

—Nefi va por su cuenta, ¿recuerdas? —se pasó las manos por el pelo desordenado—. Ella busca un oro que no le puedo dar, no el que quiere.

—Al menos no le digas lo que haces. Algunas veces vivir en la ignorancia te salva.

—Supongo.

San Valentín era un día complicado para Marco Wells desde que tenía doce. Los primeros años no fueron muy difíciles, ya que podía distraerse con sus amigos y pasar un buen rato. Cuando descubrió como le afectaba el sexo y el alcohol, ahí fue la gota que colmó el vaso. No solo el catorce de febrero, también el resto del año. Se pasaba de cama en cama y de vaso en vaso como si no hubiera un mañana, intentando ahogar el recuerdo en licores y mujeres, sin importar lo que desencadenaban sus actos. Sin importar las consecuencias.

Los ojos marrones de Lena lo observaban tristemente. Tanto a ella como a Rina les había contado lo que había ocurrido aquel catorce de febrero de 2009.

—Tienes que olvidar a aquella niña, Marco.

—No puedo. No soy capaz. Es como si ya la conociese de antes. Y me es imposible olvidarme de ella, tengo un presentimiento raro —confesó en susurros, como si él tampoco creyera aquellas palabras.

—Vestía el negro, Marco. Te llamó sucio mitrey...

—Lo sé, Lena, lo sé. Pero sus ojos no decían eso. Lo recuerdo tan vivamente. Eran grises con un toque morado...

Lena le devolvió el vaso. Se levantó de la cama y se dirigió al otro lado de la misma, a la mesilla de noche. Allí cogió otro vaso y lo llenó hasta arriba de whisky. Volvió a donde estaba, bajo la mirada confusa del moreno. Brindó.

—Si vas a seguir con eso, déjame emborracharme contigo. No puedo escucharte sobria.

Bueno, bueno, bueno... Ya tenemos aquí otro especial. ¡Oleeeee! ¿Cómo está? ¿Cómo fue? ¿Gustó? ¿No gustó? Dejádmelo saber en los comentarios.

El primer especial del 2022 y viene petando todo.

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¡Nos vemos!

Anaffueyo

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