27. Un mes atrás

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Capítulo 27

"Un mes atrás"


Un mes atrás. 2017, 03 de septiembre.

La Casa Wells se había llenado de invitados. Todos nerviosos. Los mitrey de todo el mundo se habían escondido aún más de lo que ya lo hacían y los demás seres sobrenaturales temían por ser perseguidos. El Loto Negro había desplegado desde sus bases principales todos los recursos que podía permitirse, hasta había sacado a la luz las quimeras que hacía tiempo habían ocultado por ser demasiado agresivas. Los humanos no eran conscientes de todo aquello, pero el mundo era consumido por el caos y el terror de las flores negras.

En la biblioteca de la casa estaban reunidos los Wells, unos gemelos albinos, dos pelirrojos, una mujer de cabellos blancos pero casi sin arrugas y una pantalla. Una videoconferencia desde Londres.

—Aquí no hay mucho movimiento, no os preocupéis —habló Marco desde la pantalla—. Aun así, prefiero que Nefira vaya con los Snø y con Benji.

—Pero yo quiero estar contigo —suplicó la nombrada desde una silla. Su cabello naranja, largo, descansaba sobre sus hombros. Sus ojos castaños lagrimeaban.

—Nef, por favor. Aquí tengo que proteger a los demás. En el norte podrás estar con Irina, Enear y Benji. No me hagas ordenártelo.

Nefira a punto de gritar, asintió. No quería separarse de Marco, no se sentía segura sin él. Sin embargo, no lo contradijo. Aceptó a regañadientes y salió de la biblioteca para hacer las maletas. Los Wells la habían acogido en su casa, había vivido con ellos desde pequeña y nunca había salido de Cracovia, mucho menos de Polonia. Ir a la Corte del Norte le entusiasmaba, pero no lo suficiente como para alegrarse por ello. Se había separado de Marco y los otros dos años atrás, los veía en las vacaciones si era posible. Eso le había pasado factura.

Con manos temblorosas, se metió en su habitación. Las voces volvían a ella como bruma mañanera al puerto. De un lado a otro, sus ojos espeluznantemente abiertos intentaban hallar el origen de aquellos susurros que la acosaban desde ya hace tanto. "Injusto". Miró a la cama. "Tú abriste la puerta". La ventana. "Nada fue casualidad". El armario. "Tú tienes la culpa". El techo. "Ya nada brillaba". La puerta. "Tú perdiste el oro". El espejo. Su silueta, antaño redondeada, ahora casi esquelética la observaba con una macabra sonrisa. "No vales nada. Marco salvó tu culo aquella vez porque eres una inútil. Te quedaste a su lado como un parásito. Y cuando se dé cuenta de ello, te venderá al precio más bajo que haya en el mercado. Porque eres una simple pirita y te cambiará por oro de verdad". Enfurecida, caminó hasta la mesilla de noche y cogió la lámpara que estaba sobre ella. La estrelló contra el cristal reflectante. Miles de pedazos cayeron al suelo.

— ¡Cállate! ¡Eres despreciable!

El reflejo de su alma la aterrorizaba cada vez que se veía en un espejo. Le decía aquellas hirientes palabras sin miramientos hasta que Nefira estallaba. Pero lo más inquietante era que solo era su imaginación, una alucinación provocada por un recuerdo traumático que la acompañaba desde pequeña.

Gritando se acurrucó contra el armario sujetando su cabeza. Las escuchaba demasiado alto para soportarlo.

— ¿Nefi? Oh, querida, ven aquí —unos brazos la estrecharon con la intención de calmarla. No obstante, fue en vano. Nefira se resistía tanto a aquel abrazo como a escuchar su propia voz denigrándola. La mujer que quería que se calmase, aquella de pelo blanco sin arrugas, al ver que no era capaz de tranquilizarla, decidió usar palabras mágicas—. Mitescere Irémise.

El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora