El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1

64. Lo que en mis sueños ya he probado

Capítulo 64

"Lo que en mis sueños ya he probado"

Suspiró derrotado, suavizando su expresión, y golpeó levemente la frente de la morena con un dedo.

Volvió al baño para terminar de prepararlo todo. Scarlett, siguiéndolo con la mirada, se quedó anonadada en su sitio. Una gota de sudor bajó por el lado izquierdo de su sien cuando depositó sus manos en sus rodillas, apretándolas. Tras aquella declaración ya no se sentía mal, pero tampoco era capaz de descubrir lo que estaba sintiendo. No sabía si estaba confusa por compartir lo que había dicho Marco o si era porque sus fuerzas se escapaban de ella a medida que el tiempo pasaba.

O tal vez, no quería admitir que fueran las dos cosas al mismo tiempo.

Así que, sin decir nada más, esperó. Mareada y con mucho calor, esperó a que Marco saliese otra vez para llevarla a la bañera.

Ambos se bañaron con ropa. No les importaba mojarla, solo querían librarse del Ruomalg. Scarlett, quien era la que peor estaba, se sentó con la espalda apoyada en el pecho de Marco. Él, con manos temblorosas, frotó sus brazos, su cuello y su pelo con suavidad.

Ningún ruido se escuchaba en la habitación salvo el del agua que chapoteaba. Disfrutaban de aquel momento íntimo a pesar de las circunstancias que los habían llevado a él. Ella cerraba los ojos mientras sentía el contraste de la fría agua y del cálido toque de Marco. Él observaba cada reacción que Scarlett tenía a medida que pasaba sus dedos por su piel. Se deleitaba con aquellos vellos erizados y de los pequeños escalofríos de su cuerpo. Era tal el placer que ambos sentían, que querían más. No importaba nada más. Eran ellos dos y querían más.

Así que, en un arrebato de valentía, Scarlett se giró en la bañera. Con sus rodillas y sus manos apoyadas en la cerámica entre las piernas del moreno, acercó su rostro al de él. El deseo desbordaba como el agua. Ninguno se apartó. Hasta que Scarlett bajó la mirada a los labios de Marco, buscándolos.

Sus labios estaban morados por el frío y su cuerpo temblaba levemente. Como si dijeran "espera un poco más".

—Tienes frío —susurró sin apartar la mirada de su boca.

—No pasa nada...

Susurró él de vuelta, levantando una mano para acariciarle la mejilla. Sus ojos tambien bajaron a los labios de Scarlett, viéndolos apetecibles y tentadores.

—Marco...

—Scarlett.

Sus nombres murieron en el aire, como si el estrecho vacío que los separaba los hubiera silenciado una vez pronunciados.

—Por favor —su murmuro parecía una súplica. Marco no quería irse de allí, aunque se congelase en el camino—. Déjame probar lo que en mis sueños ya he probado, por favor.

Scarlett, sorprendida y sonrojada, lo miró a los ojos. No había duda ni mentiras en aquellos prados verdes que tambien la miraban. Aquella verdad oculta tras una propuesta se hundía en ambos cuerpos, yendo cada vez más profundo, yendo cada vez más lejos. Marco mantenía su expresión sosegada y a la vez seria, pero a Scarlett le gustó cómo se suavizó ligeramente cuando la miraba a ella. Como si la forma en que la miraba fuera diferente de cómo miraba a los demás.

Sin embargo, ella se había dado cuenta de todas las oportunidades que había tenido para aquello. Y lo sabía. Le dolía, pero sabía que aún no era el momento adecuado. Que, aunque los dos quisieran, que, aunque compartían el mismo deseo, aquel no era ni el lugar ni el tiempo.