El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1

58. Bomba a contra reloj

Capítulo 58

"Bomba a contra reloj"

Sin embargo, en el piso de abajo, Lena y Marco vieron como Tristán bajaba pálido. Gotas de sudor le bajaban por la frente y murmuraba mientras sus ojos viajaban por todas las estancias cerciorándose de que nadie le veía. Aunque no fue así.

Su hermana se acercó a él lentamente.

—¿Tristán? ¿Estás bien? —le preguntó. Subió una mano con la intención de tocarle el brazo, pero este se apartó de ella como si fuera un monstruo.

—Le putain d'art de la merde? —respondió el con el deje de una broma.

"¿El puto fino arte de la mierda?".

—De quoi s'agit-il, Tristan?

"¿A qué viene esto, Trsitán?".

—Si vous ne voulez pas de réponse sarcastique, ne posez pas de question stupide —la miró a los ojos, los mismos que él tenía. "Si no quieres una respuesta sarcástica, no hagas una pregunta estúpida" le había respondido. Sabía lo que pasaba desde hace mucho y le enfadaba aquello. ¿Por qué su hermana se llevaba todo? ¿Por qué le quitaba lo que era suyo?—. Vete a arriba y compruébalo por ti misma.

Aquellas fueron las últimas palabras del francés antes de salir de la casa y desaparecer. Justo como lo había hecho Nefira días atrás.

Lena vio cómo se iba. No entendía nada. Ni ella ni Marco, quien había observado todo.

Ambos subieron las escaleras con agilidad y rapidez. En sus mentes pasaban en hilera muchas opciones, cada una peor que la anterior. Pero no se esperaban lo que vieron en el pasillo. Lena ni siquiera preguntó por qué su hermano había salido corriendo de la casa. Sus ojos escanearon a Zaxe de arriba abajo y con un lamento, calló al suelo negando lo que suponía que había pasado. Ya había visto los moretones después de la tragedia del cumpleaños de la reina y, aun así, solo pudo amenazar a su hermano. No hizo nada más. Y aquello la destrozó, convirtiendo su tristeza en ira.

Detrás de ella, Marco tambien observaba a su hermana. Sin expresión, sin mostrar nada. No obstante, por dentro el infierno mismo se desataba con libertad. Creaba miles de historias en las que el final siempre era el mismo: matar a Tristán. En silencio se dio la vuelta. Zaxe lo miró y comenzó a pedirle que no se fuera, que no merecía la pena salir detrás de él y encontrarle. Pero no escuchó las suplicas de Zaxe. Escalón a escalón, fue bajando para salir en la busca del francés y hacerle pasar por el mismo dolor que le había infringido a ella.

Marco podría ser ese tipo de personas que le gusta dar segundas oportunidades, ese tipo de personas que intenta entender el porqué de las acciones de los otros. Pero también es ese tipo de personas que por muy amigo que seas, si le pones una mano encima a su familia o a una mujer, no dudará en darle el mismo trato. Siempre fue así. Es por aquello que todos lo respetaban, aunque tuviese una personalidad de un imbécil a veces.

Bajó hasta el piso principal, mirando hacia todos lados. Sabía que Tristán se había ido y aun así lo buscó por la casa. No obstante, cuando se dispuso a salir por la puerta principal, Doc lo paró en seco. Llevaba una libreta llena de apuntes y fórmulas.

—Necesito hablar contigo un momento.

—Ahora no puedo, Doc —le dijo en respuesta. Estaba tan enfocado en buscar al rubio que ni siquiera se dignó a mirarle a la cara—. ¿Es importante?

—Muy importante. Es sobre Scarlett —afirmó el indio, llamando la atención del mitrey—. Lo de sus ambos lados relacionados con sus sentimientos me ha tenido ocupado. Pensé que podría haber alguna solución, por eso estuve investigando, comparando con enfermedades mentales. Encontré varias similitudes y al final di con la respuesta.

Le enseñó varias paginas de aquella libreta. El moreno pudo ver muchas enfermedades psicológicas, desde trastornos de la personalidad hasta la bipolaridad. Muchas teorías, pensamientos y fórmulas matemáticas.

—¿Scarlett tiene una enfermedad mental?

—No. Lo que le pasa a Scarlett no es algo humano —se rio Doctrian cerrando la libreta—. Ella es un ser único. Es la primera mitrey, hija de un arcángel y de un demonio. Es el producto de dos némesis, Marco.

—No lo entiendo Doc, ¿qué me quieres decir con esto? —en su rostro se reflejó la duda.

—Es muy simple, querido Marco. Scarlett tiene un lado bueno y uno malo, literalmente. Ambos heredados de sus padres. Y están en una constante lucha por decidir quien domina a quien. Necesita encontrar el equilibro entre ellos. Ella, de algún modo, pudo equilibrar su balanza en el pasado, pero al hacer que Mey la convirtiese en humana y que perdiera sus recuerdos hizo que ese equilibrio se desvaneciese. Recuerda la ultima frase de la leyenda.

Marco abrió los ojos ante tal revelación.

—"Cuando el rayo de luz bañe otra vez este lugar hará que mi liberación traiga lo que siempre debió reinar".

—Ese rayo de luz es el equilibro en sus lados y mientras ella no pueda encontrarlo, tampoco lo hará su liberación ni traerá la paz.

Aquello ultimo fue como si hubiese llegado a la cura contra la enfermedad más mortal de la historia, porque Doc levantó los brazos al cielo y sonrió. Sin embargo, Marco se había quedado pensativo. Scarlett había estado sometida a todo tipo de cambios externos que la habían afectado y no sabían cuántos quedaban por ocurrir. Si no encontraba una forma de combatir su lucha interna, nadie se salvaría. No conseguirían acabar con El Loto Negro.

—¿Quién más sabe esto? —le preguntó preocupado.

Doctrian lo miró confuso—. Supongo que Mey, ya que ella siempre ha estado con Scarlett en el pasado... Pero aún no se lo he dicho a nadie.

—¿Mey? —Marco miró para el suelo, analizando todo desde que la peliblanca llegó y convirtió a Scarlett en bruja. Ahí se dio cuenta de lo que ocurría—. Joder. Necesitamos encontrarlas. ¡Ya!

Mey fue la que había escondido la primera vez que Scarlett había cambiado a su lado demoníaco.

Mey fue la que había escogido los consejos necesarios para dárselos a Scarlett.

Mey siempre fue la que había estado al lado de Scarlett.

Mey sabía lo que estaba pasando porque la Scarlett del pasado se lo había dicho.

Básicamente, Mey sabía que Scarlett era una bomba a contra reloj.

Bueno, bueno, bueno... Ya tenemos aquí el capítulo 58. ¡Oleeeee! ¿Cómo está? ¿Cómo fue? ¿Gustó? ¿No gustó? Dejádmelo saber en los comentarios.

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¡Nos vemos!

Anaffueyo