28. Pasadizos secretos

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Capítulo 28

"Pasadizos secretos"


Tras una hora, vieron a sus pies las tierras de Noruega. En el sur aún no habían llegado las nieves y los vientos fríos y todo estaba verde. Los fiordos reflejaban la belleza nórdica. Nefira quedó atónita ante aquel país. Habían pasado Suecia y entraban en Noruega por el distrito de Viken, para pasar por el de Oslo, atravesar los de Innlandet, Trøndelag y Nordland y, finalmente, llegar al distrito de Troms og Finnmark, dónde se encontraba su destino. El municipio de Alta. Allí, en donde empieza el fiordo de Altafjorden, cerca de la ciudad de Alta y de Elvestrand, se encuentra el territorio de La Corte del Norte, la capital de Ikkehstae o como comúnmente se conoce como  Reino de los Elfos del Norte.

La Corte del Norte es una amplia región delimitada por la magia en la cual se concentran la mayor parte de los elfos norteños. En su extremo sur se encuentra la propia Corte del Norte, un majestuoso palacio de piedra blanca que sigue en pie desde los orígenes de los elfos. Rodeado de muchas casas de campesinos, artesanos, burgueses y nobles, el castillo destaca por su inmensidad. Y sobre todo porque allí pueden vivir los que quieran y los que permitan sus majestades.

Cuando Carmaer estaba viendo como la Corte del Norte se alzaba entre las montañas nevadas de Noruega, se dio cuenta de cómo una pequeña mata de pelo blanco saltaba y daba vueltas en la zona de carruajes y establos. El cochero se rindió con una sonrisa. Benjamin Leblanc había ganado.

Tras una pequeña sacudida, provocada por el aterrizaje, Carmaer estacionó el carruaje a fuera de los establos, cerca de otras carrozas. Bajó las pertenencias de las invitadas de la parte de atrás mientras que Benji abría la pequeña puerta del carruaje para que todos saliesen de él. El elfo hizo una reverencia y, despidiéndose de todos, se llevó las monturas al interior de los establos.

Las cinco personas restantes se encaminaron a las puertas del palacio. Unas grandiosas escaleras te llevaban a ellas; en las barandillas a los lados, unas enredaderas de tallos y flores blancas rodeaban los pasamanos. Increíble. Subieron por esos peldaños albinos hasta la cumbre. Allí, Nefira se dio la vuelta, pudiendo observar como La Corte del Norte se expandía hasta casi el horizonte, hasta el fiordo.

Las puertas se abrieron. Una elfina, vestida con un frac gris en detalles negros con el cabello recogido en una coleta alta, se acercó a Irina y a Enear. Hizo una reverencia y ajustó su traje. Su porte era esplendido, además de que su seriedad le daba la belleza distintiva de los elfos.

Min prins, min princesse, vuestras majestades requieren de vuestra presencia en la sala del trono —colocó bien sus guantes blancos tras entregarles una pequeña hoja doblada—. Si me disculpáis, iré a ver a Carmaer.

Los mellizos leyeron el papel después de que la elfina se fuese tras recibir la aprobación de los albinos. Se disculparon por no poder acompañarlas a ver sus estancias ya que tenían una reunión con sus padres. Una reunión diplomática que concernía a todo el mundo posible que pudiese ayudar. Mey, con una cálida sonrisa, les dijo que no pasaba nada y que esperaba ver a los reyes lo más pronto posible. Eran buenos amigos.

Benji, moviendo la cabeza para que su pelo anaranjado y mojado por el sudor no se pegase a su frente, las llevó a dentro. Además de lidiar con su cabello, también tenía que llevar las maletas sin que rozasen el suelo.

—Yo os digo donde os quedareis. ¡Está casi al lado de mi habitación! —dijo entusiasmado mientras atravesaban el recibidor.

Las pinturas, los muebles, los candelabros de oro, las alfombras, todo resaltaba en la piedra blanca de la que estaba formado el palacio. Nefira y Mey observaban todo asombradas y embobadas. No se perdían ningún detalle. Los sirvientes iban de aquí para allá, algunos con objetos, otros con carpetas llenas de papeles y otros sin nada. El personal, hombres y mujeres, iban vestidos con diferentes colores con unos toques plateados y negros en los bordes de toda prenda de ropa.

El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora