Capítulo 62
"Princesa del bien y el mal"
Lena y Zaxe corrieron hasta donde estaba tirado Marco, socorriéndolo. Los demás veían a Scarlett asustados. Sobre todo sus hermanos, a quienes la preocupación tambien los invadía.
La primera mitrey se adentró en el bosque, buscando estabilidad. Caminaba sin rumbo, chocándose con cada árbol que se encontraba. Tampoco es que viera mucho por donde iba ya que su visión se emborronaba intermitentemente. Apretaba sus manos contra la tela de su pantalón con estrés. Intentaba de todas las maneras posibles recuperar el control de su cuerpo y mente. Escuchaba la voz de Tresal en su cabeza, quien la intentaba calmar.
Era tan complicado. La pelea que se estaba librando en su interior era tan descomunal que lo que se veía desde afuera era una mera demostración. Dos extremos chocaban entre sí provocando fisuras en todo su alrededor. Eran dos fuerzas contenidas que amenazaban con destruirlo todo y el cuerpo de Scarlett era el recipiente.
Exhausta, paró de golpe cayendo de rodillas al suelo. Movió sus manos hacia su pelo para peinarlo y fijó su vista en el césped. Respiraba aceleradamente, así que se concentró en disminuir aquella velocidad. Se repetía a sí misma las palabras que le habían dicho los uel. Un pequeño hechizo creado exclusivamente para ella.
—I tranquiremia eísicnai est akómi prosvíma gradoos in stateera...
"La tranquilidad es un pasó más al equilibrio" era el significado de aquellas palabras.
Una combinación de letras con magia que en aquel momento funcionó. Los colores de su iris se fueron estabilizando poco a poco, como su mente, hasta dejar un morado vivaz y reluciente.
Cuando se calmó por completo, levantó la cabeza para observar a donde había llegado a parar. Y al ver lo que la rodeaba, no dudó en levantarse por completo mientras se limpiaba la ropa. Gigantescos arboles bañados en una gama de colores que iban desde los más verdes hasta los marrones. Pájaros cantando y ardillas saltando entre las ramas. Los rayos del sol escabulléndose entre las hojas. Un paisaje digno de ser observado.
Era tal la belleza de aquel lugar que a Scarlett se le escapó un suspiró de admiración. ¿Cómo era posible que aquel bosque que rodeaba la Mansión Wells fuese tan hermoso?
Con lentitud y con devoción, empezó a caminar más entre los árboles. Se adentraba más en el bosque profundo donde las criaturas fantásticas afloraban libres de los mundanos. Cada vez que la mitrey confundía un rheedin con una flor, las sílfides y los ivlins que la observaban se reían de ella. Incluso las ninfas que tambien la seguían por mera curiosidad, se les escapaba alguna que otra risa al ver lo ingenua que era Scarlett.
La Tierra era el lugar donde vivían las criaturas que protagonizaban numerosas leyendas e historias y, en aquel bosque, pudo confirmarlo. Los rheedin, seres de muy pequeño tamaño que tomaban la forma de flores y otras plantas. Los ivlins, comúnmente llamados duendes, tambien de pequeño tamaño con carácter burlón y travieso. Las sílfides, igual de traviesas y engañosas que los ivlins, pero más bellas. Y las ninfas, que le sonreían y hacían reverencias cuando pasaba por su lado. Ellas eran hermosas, con cabellos marrones verdosos, tez verdosa, ojos de ámbar...
Scarlett se sintió tan libre en aquel momento; estar rodeada de tanta naturaleza fantástica era increíble. No dudó en transformarse tambien y ser igual de libre que sus acompañantes. Estiró sus alas mientras una pequeña brisa enfriaba el calor que su cuerpo rezumaba tras el cambio.
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El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1
FantasyQuién te diría que alguna vez odiarías tu vida, tu hogar y a ti misma... Scarlett Rixon, una joven de dieciocho años, se ve obligada a viajar desde Polonia a Eslovaquia para tomar un avión a Londres. Después de estar en un infierno del que pocos con...