Capítulo 53
"El fino arte de la mierda"
Ambos se miraron directamente a los ojos.
Uno pensando que a su frente no había una familia, sino un soldado de frío corazón. Una luchadora nacida de la guerra y asentada a base de desconfianza y violencia.
La otra despreciando a aquel pequeño ser de familiar aspecto. Tanto por lo que había sido —porque ella sabía lo que ocurría en el lugar de donde venían— como por lo pequeño que era. Porque por muy loto que Steve fuese seguía teniendo nueve años. No quería tener que preocuparse de alguien más.
Con un gruñido, Scarlett salió de la habitación antes de que alguno de los dos dijera algo más. Paso decidido y fuerte mientras apretaba la ropa con ambas manos. Por el rabillo del ojo, pudo ver como Steve bajaba la cabeza, apenado.
Metiéndose en el baño más cercano, se cambió lo más rápido que pudo para luego subir a la habitación de Marco. Llevaba el vestido sucio y los zapatos en las manos.
Arriba, Marco ya estaba con la ropa que la morena supuso que dormiría. Seguía en la misma posición, pero esa vez con un temblor en todo su cuerpo. Sin apartar la mirada de su cuerpo dejó su ropa en la silla de su escritorio. Suspiró. No iba a poder comprender que es lo que se sentía al perder a tus padres y a tus abuelos en una misma noche, pero sí que entendía la angustia de no poder enterrarlos. Como con Alan. Tanto él como los Wells tan solo serían unas piedras talladas en el jardín de la mansión. No habría nada más.
Scarlett se arrodilló enfrente de Marco, posando una mano encima de la él y la otra en su mejilla. El morado hizo contacto con el triste y opaco verde. Ella, con un nudo en la garganta, asintió. Le dejó saber que con ella, entre esas cuatro paredes que formaban su habitación, podía desahogarse y derrumbase; que podía contar con ella. Él la miro con los ojos aguados. Su labio inferior temblaba. Roto por dentro, giró su mano para entrelazar sus dedos con los de la morena y acercó su frente hasta la de ella.
Cerrando los ojos, comenzó a llorar una vez más.
Se apoyaba en la mano de su mejilla y su frente y se aferraba a la mano como si fuera un ancla a ese mundo. Revivía aquel momento en sus recuerdos a cada segundo, atormentándose con cada detalle que vio en los establos. Se martirizaba por no haber podido impedir aquello. "Si la hubiese buscado más..." "Si la hubiese frenado..." se decía a sí mismo. Siempre había sido él el que protegía a su familia; su padre le había enseñado desde pequeño que por muy malos momentos que atravesasen, la familia siempre estaría ahí. Pero ya no. Solo quedaban él y Zaxe. Solo ellos dos. Y con cada lágrima, con cada gemido de dolor, Marco expresaba que no quería quedarse más solo.
Scarlett no apartaba los ojos de la cara del moreno.
Ella también derramó alguna que otra lágrima.
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El Loto Negro: ¿Podría Olvidarse El Pasado?© || ELN1
FantasyQuién te diría que alguna vez odiarías tu vida, tu hogar y a ti misma... Scarlett Rixon, una joven de dieciocho años, se ve obligada a viajar desde Polonia a Eslovaquia para tomar un avión a Londres. Después de estar en un infierno del que pocos con...