Esperaba cualquier reacción. Tristeza, arrepentimiento, dudas... Sin embargo, le dolió muchísimo ver el miedo reflejado en sus ojos oscuros.
¿Miedo? ¿Tenía miedo? ¿Por qué tenía miedo de él? ¿Acaso pensaba que le pegaría... que la maltrataría? ¿Incluso temía que algo peor?
— A-Zi..., ¿por qué me miras así?
— ... — nada, solo el bajar de su cabeza y un trago de saliva nervioso.
— ¿Por qué tienes miedo?
— ... — silencio de nuevo.
— No..., ¿por qué me tienes miedo?
— Zhan... — habló, para luego callar otra vez.
— ¿Qué sucede? ¿Piensas que soy capaz de hacerte algo?
— ...
— De acuerdo — se sentó en el sillón de una de las esquinas de la habitación, reflexionando y suspirando profundamente.
No entendía la actitud de la chica. Él nunca le haría daño, jamás se lo hizo y jamás se lo hará. Pero..., por lo visto..., ella pensaba de manera diferente. ¿Podría ese terror... provenir de su personalidad de mierda anterior? Posiblemente... y probablemente.
Su forma de tratar a los demás no fue ni la mejor ni la más compasiva del mundo. Se odiaba por haberle gritado o chillado a personas que no se lo merecían. Además de castigar duramente a los que más le importaban mientras beneficiaba a los que le hacían la vida imposible.
Era un idiota. ¿Por qué se preguntaba todas esas cuestiones? Estaba claro como el agua del río..., era normal que le tuvieran miedo.
— ... — el aristócrata cubrió sus ojos con las palmas a la par que continuaba suspirando. Estaba frustrado, confuso y lastimado. Todo llegó de repente, de sopetón, sin ni siquiera avisar días antes para prepararse.
Y..., lo peor..., es que pensaba que se lo merecía. El karma actúa siempre, sin tener en cuenta si quieres cambiar o si ya estás cambiando. Ojo por ojo y diente por diente. Él le hizo daño a inocentes durante años y, ahora, el universo le pagaba cayendo sobre sus hombros.
Pesaba demasiado.
— Lo... lo si... siento — murmuró la fémina, a punto de llorar desconsoladamente.
— Zi...
— Lo... siento mucho..., Zhan. Lo siento. Lo siento. — no le dejó hablar, solo repitió su disculpa sin cansancio. Rogaba y rogaba por una aceptación de su perdón, cada vez más bajo a medida que el nudo de su garganta crecía.
— A-Zi..., no te disculpes — le dijo levantándose y sentándose en el borde de la cama. Luego, agarró su mano con cariño y acarició el dorso de ésta.
— Lo siento... — rompió en llanto. — No merezco que me hables... ni tan solo una mirada tuya.
— Ya... Tranquila — la abrazó mientras ella ocultaba su rostro con las palmas. Se sentía una mezquina, una estúpida..., una furcia. Jamás imaginó estar en un lío como ese, siendo acusada de infidelidad por las sombras y viendo como el respeto a sí misma se marchaba sin decir "adiós".
— Soy... soy detestable.
— No eres detestable, A-Zi. Aquí el único impresentable soy yo.
— Tú no hiciste nada. Fui yo quien se acostó con otra persona, yo la que no mantuvo su rencor a raya..., yo la que se dejó manipular hasta que fue demasiado tarde.
— Si hablamos de manipulación... ya te digo que no eres la primera en la escala — negó con la cabeza, reconociendo también sus errores.
— No debí... no debí... fiarme.... de ese maldito. Le odio... — lloró con más fuerza. En ocasiones apretaba los dientes con rabia, desdichada por recordar esa tarde horrorosa.
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𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | Terminada
Fanfiction- Yo te compré. ¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Me compró para su satisfacción - sonrió de lado mientras bajaba su ropa interior. - Pues bien, haré que lo disfrute, amo. ____________________________________________________ * Contenido +18. * Époc...