Decepción.
Confusión.
Indecisión.
A estos tres términos podríamos añadirles muchísimos más, muy necesarios para explicar los sentimientos del joven castaño pero, sin embargo, con estos bastaba por ahora.
Yibo se había despertado poco después de la marcha de Zhan, sintiendo un vacío al otro lado de la cama, en su pecho y en su universo.
Su cuerpo temblaba como si estuviera cayendo en un pozo profundo, donde no se divisaba el final. Y..., lo peor,... es que él se había tirado sin ser empujado, simplemente porque quiso..., por voluntad propia.
Estaba decepcionado. No por lo que sucedió en la noche, lo cual él pensaba que fue inmejorable, sino consigo mismo por dejarse engatusar y caer en los brazos del deseo.
En su reino se practicaba el rito de la virginidad. Es decir, hasta que no te casaras, no podías sentir el placer del amor. No obstante, falló a esa norma, entregándose sin más, motivado por la lujuria. Esperaba que sus dioses no trajeran la desgracia a su vida..., aunque... ya era lo suficientemente desgraciado.
Además, estaba confuso e indeciso. Una parte de él aún no se lo creía, a pesar de que su parte baja dolía.
¿Cómo pudo hacerlo? ¿En qué pensaba?...
¿Por qué con él?
Las preguntas llegaban y llegaban, aunque esa última se mantenía en el primer lugar.
Él.
De entre todas las personas del mundo..., fue él.
Xiao Zhan.
Ese atractivo y bello chico de cabello negro como el carbón y mirada de miel. Un ser que parecía estar lleno de ternura y amabilidad, dando la imagen de alguien inofensivo, pero que en verdad no lo era.
¿Quién iba a pensar que, debajo de ese aspecto hermoso y encantador, se escondía un ser frío y terco, ambicioso y demandante?
Simplemente era un lobo disfrazado con piel de cordero..., un demonio vestido de ángel.
El menor reflexionó sobre eso, creándose en la mente más preguntas, ahora entorno a lo que sentía.
Según lo que sabía, Xiao no era una persona confiable. Más bien, era su enemigo número uno. Entonces... ¿por qué su cuerpo no podía evitar ser atraído por él? ¿En qué mundo se ha visto que dos contrincantes se deseen, qué compartan lecho y qué dejen de lado la ira y los rencores para disfrutar juntos?
En ninguno. Era imposible.
Imposible... pero cierto. Eso ocurrió hacía nada más unas pocas horas.
– ¿Qué hiciste, Yibo? – murmuró para sí mismo.
Arrepentido, y con un nudo en el estómago, decidió marcharse antes de que el mayor regresara. Era mejor poner distancia y evitar hablar del tema, sobre todo cuando lo ocurrido fue un tremendo error.
Él no quería a Zhan y, Zhan...., no le quería a él..., ¿verdad?
¿Podría ser tan siquiera probable que su corazón sintiera algo? ¿Qué no solo la lujuria controlara su cuerpo sino también ese sentimiento que lo corrompía por dentro?
Idioteces.
Yibo quiso vestirse deprisa antes de que el mayor volviera pero, al mirar a su alrededor, notó que no tenía ninguna vestimenta. Ni siquiera el vestido verde, el cual aborrecía, se encontraba en el cuarto.
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𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | Terminada
Fanfiction- Yo te compré. ¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Me compró para su satisfacción - sonrió de lado mientras bajaba su ropa interior. - Pues bien, haré que lo disfrute, amo. ____________________________________________________ * Contenido +18. * Époc...