El sonido de la puerta cerrándose marcó un antes y un después en la vida del azabache. Tras la conversación con Jin Zi, tenía en mente muchos planes distintos de entre los cuales no era fácil escoger uno. Algunos eran beneficiosos por una parte..., pero desastrosos por otra. Sin embargo, todos confluían en una misma similitud: que debía renunciar a algo.
La pregunta ahora era..., ¿a qué? ¿A qué carajos renunciaba cuando le era necesario todo? ¿Qué decisión tomaba para hacerle el menor daño posible al menor número de personas? ¿Qué decisión elegía... para no dañar a Yibo?
Había una larga lista de cosas que requerían atención, como si fueran arreglos a una casa que se desmoronaba. Pero el problema era que todos los puntos no podían ser atendidos, reduciendo esa enumeración a la mitad. El objetivo primordial era ayudar a su amiga, haciendo lo que sea para mantener su reputación en alto. Otro fin, era el evitar sospechas o insultos hacia su persona, lo cual sucedería sí o sí al menos que continuase todo como hasta ahora.
La ciudad no tardaría mucho en enterarse del embarazo de la chica y, cómo es lógico, todos pensarán que él es el padre. Si decía que "no", perjudicaría a A-Zi. Si decía que "sí", perjudicaría a Yibo.... Además, si dijera que el bebé es suyo, ya estaba obligado a casarse con la fémina. ¿En qué posición de mierda le dejaría a él si embaraza a su prometida y luego no se casa con ella? Quedaría como un cerdo desgraciado que no tiene respeto por nada.
Era complicado..., porque la única solución que ponía punto y final a todo de manera directa..., era la más dañina. Más de una persona saldría con el corazón roto... y, esas personas, serían Yibo y él. El castaño ya estaba muy enfadado con la situación, tanto que ni le dirigió la palabra anteriormente. Entonces, si lo hacía, por mucho que le explicara la verdad, conocía de sobra que no le perdonaría nunca.
El menor jamás se lo dijo, o al menos no directamente..., pero era un hecho el que no estaba a gusto con que él fuera a casarse. Cada vez que el nombre de Jin Zi se pronunciaba, aunque no tuviera nada que ver con Zhan o simplemente se hiciera un comentario sobre ella, el príncipe se tensaba. Éste, no podía evitar pensar que en realidad era solo un amante.
Xiao tenía prometida..., no podía luchar contra ello. Él también estuvo comprometido en su reino desde que entró en la adolescencia... por lo que sabía lo duro y pesado que resultaba ser casado contra tu voluntad. Por ello, intentaba no hablar del tema y confiar en el amor del pelinegro. Al fin y al cabo, ¿qué era un anillo en el dedo? Solo una mera formalidad. Lo que verdaderamente representa el cariño son las caricias, los besos y las palabras. En otros términos, el amor, se demuestra en la cama. Y, en ese ámbito, él ganaba con una victoria aplastante.
No obstante, los amantes suelen llevarse la peor parte del pastel y, en ocasiones, deben sufrir al observar a esa persona que les da su corazón con otra. Además, son propensos a ser abandonados como perros sarnosos a la vuelta de cambio, cuando ya no sirven. Y, esto último, es justo lo que temía Yibo aunque Zhan no lo supiera.
El azabache tenía en su poder muchísimo dinero, varios barcos mercantes, una inmensa casa, una bella prometida y..., ahora..., un hijo en camino. ¿Dónde entraba él en la ecuación?.... En ningún sitio.
¿Por qué debía esperar a que el mayor fuera a renunciar a todo eso por él? En la vida dejaría esa felicidad por un joven desgraciado cuya familia fue masacrada y fue vendido como esclavo. Sería de estúpido.
Todo eso pensaba mientras veía el agua circular por su cauce. Sin pensarlo, había vuelto a allí. Un lugar tan hermoso y solitario donde puedes maravillarte por la naturaleza a la vez que reflexionas sobre tus problemas.
Y problemas no le faltaban.
Se sentía dolido, engañado. Según la estimación del doctor, mientras Zhan le decía mirándolo a los ojos que era lo más hermoso de su vida, estaba acostándose a sus espaldas con la otra. La otra.... Se preguntaba a sí mismo el porqué de utilizar esas palabras. La otra... No era correcto usarlas, no cuando debería ser al revés. El otro... Eso sí le parecía más verídico.
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𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | Terminada
Fanfiction- Yo te compré. ¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Me compró para su satisfacción - sonrió de lado mientras bajaba su ropa interior. - Pues bien, haré que lo disfrute, amo. ____________________________________________________ * Contenido +18. * Époc...