Capítulo XXXIV.

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Cuatro meses después
(Dormitorio de Xiao Zhan)


— Me enamoré de ti desde la primera vez que te vi. Fue... como si una flecha atravesara mi corazón completamente y, luego, le atara una cuerda que lo unía a ti.... Puede parecer extraño o quizás de demente pero... es la pura verdad. Te amo. Amo cuando hablas, amo cuando caminas, amo cuando sonríes. Te amo a todas las horas del día estemos juntos o no y...

— Para — le reclamó con las mejillas encendidas al igual que sus orejas. Le ponía muy tímido oír todo aquello, más cuando nunca antes se lo habían dicho.

— No voy a parar. Necesito decírtelo.

— Tus palabras me ponen nervioso, Luo.

— Justamente ese era su cometido — sonrió mientras atraía la mirada de Zhan hacia sus ojos. Usó dos dedos para girar la cabeza del contrario, rozando delicadamente su barbilla como si se tratase de alguien de la realeza. Y no era mentira ya que, para Wei Luo, el azabache era su rey.

— ...

— Ya no puedo seguir así, conejito.... Son muchos meses viéndonos a escondidas, muchos meses robándonos besos por las esquinas y... muchos meses queriendo verte durante todo el día — acarició la mejilla de Xiao con una lentitud amorosa. Le dolía estar lejos de él, solo quedando cuando el padre del pelinegro se marchaba.

— Sabes que... no puedo hacer más. Mis padres jamás aceptarían lo nuestro y... la sociedad mucho menos.... En ocasiones, tengo miedo de que mi padre descubra nuestra relación y... y.... — suspiró abatido. — No soy capaz de imaginarme ningún final para esa historia.

— Lo sé... y te entiendo. Si mi familia continuara con vida, créeme que tampoco estarían contentos de que te ame. Sin embargo..., yo no hablaba de esa situación.

— ¿No? Entonces... — su pregunta fue interrumpida por un lindo y corto beso.

— Escápate conmigo, A-Zhan — murmuró juntando sus frentes.

En esa posición, le era posible ver los párpados cerrados de su pareja... al igual que sentir su agitada respiración en el rostro. No tenía ni idea de lo que pasaba por su cabeza, de que si aceptaría o no su propuesta, pero le era suficiente solo con tenerlo delante.

— A-Luo...

— Shh — le mandó callar tranquilamente. — Creo que sé lo que vas a decir y..., antes de llevarme tu negativa, déjame explicarte.... No será fácil. Huir de todo lo que conocemos y de las personas que amamos es complicado..., sobre todo para ti ya que a mí no me queda nadie. Aquí... tienes una familia, una casa, un nombre, un hogar, una vida lujosa..., y todo eso acabará si llegamos a escaparnos.

— ... — Zhan le escuchaba atentamente, emocionándose cada vez más.

— Todo eso terminará, conejito.... Quizás haya días donde no podamos comer, días donde la lluvia caiga sobre nuestras cabezas, días donde durmamos a la intemperie.... Sin embargo, aún con todo lo malo que pueda pasar, la felicidad llenará la penumbra con el mero hecho de estar junto a ti.... Si tienes hambre, trabajaré dónde sea, cuándo sea y cómo sea para alimentarte. Si la lluvia cae sobre nosotros, buscaré un refugio con tal de protegerte de ella. Si dormimos al aire libre, te enseñaré el significado de cada una de las estrellas.... Es lo único que te puedo ofrecer, A-Zhan. Ni lujos, ni mansiones, ni comida fabulosa.... Solo el amor que el corazón de este miserable trabajador irradia cuando está contigo.

𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora