Yibo abandonó la habitación sin hacer ruido alguno. El azabache estaba descansando al fin y no quería despertarlo por un error o por ser descuidado. Así, cerró la puerta con lentitud, reteniendo incluso la respiración por si molestaba.
Mientras hacía todo eso, en sus pensamientos solamente aparecía el lindo rostro dormido del contrario. Era tan hermoso que el castaño estuvo a punto de quedarse allí todo el día y toda la noche siguiente admirando esa belleza que le atrapó desde el primer segundo. Zhan le quitaba el habla, el sentido, la razón.... Estando allá arriba, en esa plataforma del mercado donde lo vendían como ganado..., cuando su vista se encontró con el aristócrata... el mundo se detuvo. De repente sintió algo distinto a lo que había experimentado siempre..., una emoción extraña que casi le hace sonrojarse en el momento en el que sus miradas conectaron.
Indudablemente, el pelinegro le atrajo sin necesidad de hacer un gran esfuerzo. Atracción que, aún soportando muchas humillaciones, continuó latente hasta la madrugada en la que cayeron en el placer de sus cuerpos por primera vez.... Nunca olvidaría aquellos minutos, tiempo en el que las caricias aliviaron su dolor y los besos sanaron su alma. Durante un instante tras la erradicación de su pueblo, no se sintió solo. Estaba con una persona cuyo sufrimiento le hizo ser quien no era, con alguien capaz de comportarse de la manera más malvada con él... pero que lo tocó como si fuera lo más preciado en su vida.
Al principio no comprendía esa bipolaridad inaudita mostrada por el que se suponía era su dueño y, que luego, lo trató como todo lo contrario. Le faltaban piezas a ese rompecabezas que intentaba resolver con ímpetu. Un puzzle que le separaba de la realidad de Xiao y, en última estancia, de él mismo. Sin embargo, finalmente lo logró. Ahora era consciente de la triste existencia de un joven que llegó a perderlo todo..., hasta su personalidad dulce y amable.
Maltratos, insultos, manipulación, sufrimiento, muerte...., violación continuada.... ¿En qué lugar dejaron su salud mental?.... Puede que en ninguna parte.
— "Soportó tanto... pero aún así su sonrisa sigue maravillando a cualquiera.... Sufrió tanto... pero aún con eso su corazón está dispuesto a amarme sin medidas" — reflexionó el príncipe, liberando una lágrima pesada que bajó hasta su barbilla. Mentiría si dijera que no se contuvo allá dentro. Lloró, claramente..., no obstante habría inundado el cuarto por cada palabra que salía de entre los labios del mayor. Unos labios que habría besado hasta el hastío con tal de aliviar el vacío que tanto el señor Xiao como el señor Wen provocaron en su interior.
Los odiaba. Deseaba que estuvieran vivos solo para matarlos por su propia mano. Lamentaba que la madre naturaleza se los hubiera llevado... aunque en estos momentos estuvieran retorciéndose en las llamas del inframundo.... Su ira era tan fuerte que apretó sus manos en puños hasta volver blancos los nudillos. Debía calmarse... pero no podía. La furia y la tristeza eran malas compañeras. Un dúo capaz de volver irracional al ser más racional del planeta.
— "Cálmate" — le decía su voz interna, el último atisbo de control que le quedaba. — "Ya no puedes hacer nada con ellos... pero puedes ayudar a Zhan en lo que sea."
Y, como siempre, tenía razón.
No podía regresarle la vida a los muertos... pero sí ayudar a los vivos. El mayor le necesitaba más que nunca... y él estaría a su lado ya fuera su amigo, su novio o su alma gemela. No importaba cómo acabaran al final, Yibo tenía claro que no se separaría del azabache.
Limpiándose el agua cristalina descendiente de sus orbes con las palmas, respiró hondo y bajó las escaleras hasta la primera planta. Su destino era la cocina, lugar donde la sopa le esperaba desde hacía horas para ser calentada de nuevo. Algo caliente y fácil de digerir sería lo mejor para el revoltoso estómago del pelinegro. Según lo que sabía por la información de Jun, llevaba sin comer bastantes días y, si a eso le unimos la falta de sueño y la deshidratación por llorar incansablemente, un caldo podría serle útil.... Al menos hasta que llamara al doctor ya que, por supuesto, no se tranquilizaría hasta que este le revisase.
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𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | Terminada
Fanfiction- Yo te compré. ¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Me compró para su satisfacción - sonrió de lado mientras bajaba su ropa interior. - Pues bien, haré que lo disfrute, amo. ____________________________________________________ * Contenido +18. * Époc...