— ZheHan... ZheHan... ¡ZheHan! — Zhan tuvo que correr y todo para parar a un nervioso castaño. El criado andaba perdido como pollo sin cabeza, triste y caminando de un lado a otro sin control.
— ¡¿Qué?! — gritó al ser sorprendido de repente. Sin tardar, se dio la vuelta, atacado y con ganas de seguir con lo que estaba haciendo.
— ZheHan...
— Ah, perdone por hablarle de tal...
— No pasa nada, no importa. A-Han, ¿sabes dónde está Yibo? — preguntó sin dilación.
— No. Le llevo buscando más de media hora y no aparece. He mirado hasta debajo de las piedras del patio delantero, interior y trasero... y nada. Es como si se lo hubiera llevado el viento, Zhan — elevó la mano hasta tocar su frente sudada y arrugada por la extrañeza y la preocupación. Estaba inquieto por lo que podría hacer Yibo en caliente. Él era muy impulsivo pero también de corazón frágil, aunque su aspecto por fuera sea el vivo reflejo de un bloque de hielo macizo.
Han tenía miedo de que hiciera cualquier cosa..., y ese mismo terror era compartido por el azabache. Si el odio le llevó a empuñar un cuchillo contra él, ¿qué le produciría la depresión?
— No entiendo nada — siguió hablando ZheHan. — ¿Qué es todo esto? Sé que no has intimado con A-Zi pero todo el mundo empieza a decirlo y a transmitirlo por las calles.
— ...
— Zhan, contéstame por favor. ¿De verdad ese niño es tuyo?
— ... N... no.
— ¿Entonces por qué...? — él mismo detuvo la pregunta. Sabía la respuesta incluso antes de formularla.
No podía creer que su amigo o ex-amigo o su amo - ya no podía ni etiquetar la relación entre ambos - hubiera hecho eso. ¿Acaso ahora se sentía con el alma de un puritano tras tantos años de mandato y tiranía? ¿Acaso quería enmendar sus errores? ¿Quería hacer algo bueno para sentir menos culpa?
Sin embargo, ¿de verdad valía la pena intentar ser perdonado por los dioses... dañando a alguien?
El chico, simplemente fue capaz de cambiar su expresión a una incrédula y apesadumbrada. Antes no reconocía a Zhan, pero prefería eso a que su verdadera personalidad hubiera vuelto haciendo daño a quien no se lo merece. Yibo era muy buena persona y había sufrido mucho en su vida cómo para recibir una traición de repente.
— ¿Por qué? — cuestionó con seriedad.
— Yo... le prometí a A-Zi que... la ayudaría — contestó bajando la mirada, no podía soportar la ira y la decepción en los ojos del contrario.
— ¿Ayudar?
— Mm.
— ¿Ayudar... dándole la espalda a A-Yi?
— ...
— Por todas las fuerzas del cielo..., Zhan eres estúpido. ¿Cómo se te ocurre?
— ¿Qué más querías que hiciera? — susurró sin elevar la vista.
— Algo distinto a ésto, está claro. ¿Crees que ahora irás con Yibo y él te perdonará por tu cara bonita? Pues no. No. Lo sé porque ambos somos iguales en algunas cosas y, al igual que yo no perdonaría a Jun, él no lo hará contigo.
— Han...
— ¿Qué? — le enfrentó. — ¿Miento? ¿Acaso miento, Xiao Zhan? No, no miento. Y tú lo sabes mejor que nadie.
— No podía hacer otra cosa — murmuró con la voz temblorosa y sus ojos llenándose de lágrimas. Él sí que era consciente de que el castaño no iba a aceptar sus disculpas aunque le rogara. No obstante, quería tener una pizca de esperanza, esa que se mantuvo viva durante tantos años oscuros.
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𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | Terminada
Fanfiction- Yo te compré. ¡¿Qué crees que estás haciendo?! - Me compró para su satisfacción - sonrió de lado mientras bajaba su ropa interior. - Pues bien, haré que lo disfrute, amo. ____________________________________________________ * Contenido +18. * Époc...