Capítulo XXIX.

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Un mes después


— Zhan.

— ...

— Zhan...

— ...

— ¿Vas a seguir sin contestar?

— Déjame, Jun — dijo con voz apagada y tapándose hasta la cabeza con las sábanas.

— Déjame no, ya está bien — dejó la bandeja que sostenía en la mesa al lado de la cama y lo destapó. Estaba harto de ver a su primo así, sin levantarse casi nunca y deprimido como una flor en otoño.

— ¿Qué haces? — se quejó desanimado cuando le quitó el cobertor.

— Vas a salir de este cuarto de una maldita vez y vas a hablar con Yibo.

— Él no quiere hablarme... ni siquiera mirarme.

— Ha pasado más de un mes. Inténtalo de nuevo.

— No lo haré. ¿No recuerdas lo que pasó la última vez?

— ... — Gong se calló. Esa tarde fue la decisiva, la que marcó tanto a Zhan que no volvió a tener ganas ni de abandonar sus aposentos.

Flashback

Habían pasado dos semanas desde la charla que mantuvieron al lado del río. El azabache aún no se rendía y buscaba al contrario para pedirle perdón por su impulsividad. Quizás su relación no podría ser tan estrecha como antes pero, al menos, deseaba poder hablar con él.

Durante todo ese tiempo, Yibo le evitaba o simplemente le ignoraba. Cuando conversaba a su lado, rogando y rogando una aceptación y una nueva oportunidad, el castaño parecía estar oyendo una simple ráfaga de viento. No hacía ningún caso. Solamente al llamarle de manera formal reaccionaba, comportándose como cualquier sirviente con su amo.

Sabía que se equivocó, no una, sino muchísimas veces con el príncipe. Sin embargo, tenía la esperanza de que algún día llegase a perdonarlo y le permitiese estar con él nuevamente. No le importaba renunciar a lo que fuera..., incluso a su matrimonio, ese que jamás debió aceptar.

Pero no todo era fácil y, Yibo, aún guardaba un poco de rencor en su corazón. Hasta que éste no se marchase, no sería capaz de mirar al aristócrata con otros ojos que no sean de ira o decepción.

Él sufrió mucho por la muerte de su familia y la destrucción de su reino.  Atrapado con cadenas y cuerdas en las muñecas y en los tobillos, noches sin dormir junto a otros cautivos en la bodega de un barco maloliente y lleno de animales..., la esperanza lo abandonó al igual que su alegre alma. Tras ello, se convenció que jamás encontraría a alguien que pudiera hacer latir su corazón de nuevo. Todos los que amaba lo habían dejado al fin y al cabo.

Sin embargo, un rayo de luz surcaba su oscuro interior cuando las palabras "Te amo" salían de los labios del único ser capaz de hacer revivir ese músculo en su caja torácica. Zhan le hizo sonreír en medio de una situación terrible..., aunque también fuera quién le hacía llorar en incontables ocasiones. Le amaba, pero aún le dolía lo suficiente sus errores como para no perdonarlos.

Todas las ilusiones de poder estar con el azabache, sin nadie más entre los dos, se vinieron abajo en el momento de enterarse del embarazo y del matrimonio. Pensó que había una mínima posibilidad de que Xiao anulara el compromiso y se quedara con él, solo con él. No obstante, no fue así... y solamente le propuso ser un amante.

𝑇𝑈 𝐸𝑆𝐶𝐿𝐴𝑉𝑂 | (Yizhan/Zhanyi) | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora