Capítulo 19

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-¡Oliviaaaaa!- gritó Hermione mientras corría por el pasillo -¡Hay que estudiaaaaar!-
-¿Qué? Pero todavía falta muuucho tiempo para los TIMOS- declaré
-¿Y? Mientras más preparadas estemos mejor nos irá- respondió  
-Mira, ahora tengo cosas que hacer, si quieres luego- dije mientras desaparecía en uno de los pasillos
-Pero...- empezó a decir ella

Empecé a caminar por los pasillos en dirección a la salida, iba a ir a visitar a Hagrid a su cabaña, así que me dirigí hacia allí. Llegué y decidí llamar a la puerta.
-¿Hola?- preguntó una voz al otro lado de la puerta -¿Quién es?-
-Soy yoooo- dije con voz cantarina
-Ah Olivia, eres tu, pasa pasa- dijo apartándose para dejarme entrar.
-Gracias Hagrid- dije mientras pasaba -¿Cómo estás?- pregunté
-A bien bien- respondió distraídamente -¿Qué te trae por aquí Olivia?-
-Pues he pensado en venir a verte- contesté
-Hacía mucho que no pasabas por aquí- añadió el hombre
-Si... he estado algo ocupada estudiando últimamente- contesté

Pasamos la tarde charlando y bebiendo té. Llegó la hora de que me marchara, así que me despedí de él y de salí de la cabaña hacia el colegio. 

Fui hacia el Gran Comedor donde ya estaban Harry y los demás chicos. Me senté a un lado de Neville, los saludé y me centré en el plato de comida que había enfrente mío.
-Hagrid nos ha dicho que lo has ido a visitar- dijo Hermione
-Ah si, he pensado en ir a verlo- respondí con la boca llena

Comimos en silencio y después subimos a dormir. Me tumbé en la cama bocarriba mientras podía escuchar las acompasadas respiraciones del resto de mis compañeras. Levanté la cabeza y pude ver como dormían plácidamente cada una en sus camas. Salí de la cama y luego del dormitorio. Llegué al pasillo de la biblioteca y esperé. Estaba casi cien porciento segura de que Draco vendría, aunque claro, no podía estar tan segura. Me senté a esperar mientras que fijaba a vista en un punto fijo.
-Hola princesa- dijo una voz
-Hola- respondí efusivamente, mientras corría a su encuentro
-Te he extrañado- dijo al mismo tiempo que me daba un tierno beso en la mejilla
-Yo también- respondí tiernamente

Estuvimos largo rato en silencio, con Draco tumbado en mis piernas mientras le acariciaba el pelo con las manos. 
-Te quiero mucho- murmuré 
-Yo también te quiero mucho princesa- respondió mientras se incorporaba y se acercaba a mi para besarme. Yo lo correspondí.

Unas semanas más tarde después de tanta insistencia por parte de Hermione, Harry, Ron y yo comenzamos a estudiar. Pasábamos las soleadas tardes sentados en butacas mientras que los otros estudiantes corrían y jugaban por los jardines.
-Oye Hermione- dijo Ron mientras esta levantaba la vista de uno de sus libros de estudio -¿No crees que ya hemos estudiado bastante?- preguntó
-No- dijo volviéndose a su libro
-Pero es que ya ha pasado un montón de tiempo- dijo Harry -Y mira a los demás como se divierten-
-Me dan igual los demás- replicó Hermione sin inmutarse 
-Pero es que hace tan buen tiempo- dije mirando por la ventana, mientras que mis ganas de salir aumentaban
-Ash es que no se callarán- dijo cerrando el libro de golpe
-Solo si nos dejas salir- contestó Ron rápidamente
-Andaaaa- insití -Porfiiis- seguí -Por favoooor-
-¿Saben qué?- preguntó Hermione irritada -Hagan lo que quieran, si reprueban no es mi culpa- En ese mismo momento se levantó y se fue, furiosa
-¡Somos libres!- dijimos al unísono mientras dejábamos los libros botados y salíamos a disfrutar el buen clima

El resto de la tarde transcurrió muy bien. Corrimos por los jardines, jugamos y platicamos. En resumen nos la pasamos muy bien, mientras que Hermione seguramente estaba estudiando en la biblioteca.

Regresamos a la Sala Común antes de la cena. Nos sentamos en unos sillones alrededor de una pequeña mesa. Estuvimos esperando a Hermione para cenar pero nunca bajó. Entré al dormitorio y tampoco la encontré allí, así que supuse que debía de estar en la biblioteca, así que bajé y les dije a los chicos que fuéramos yendo. Llegamos y la encontramos sentada entre Dean y Ginny, platicando animadamente. Nos sentamos enfrente de los chicos y en el momento en que nos vio aparecer guardó silencio. La cena fue algo incómoda por el hecho de que ella nos ignoraba a toda costa. Harry, Ron y yo mantuvimos una prolongada charla hasta el que llegamos a la Sala Común y cada quien se fue a su respectivo dormitorio. 

Me metí en la cama y me tapé hasta el cuello, pero a pesar de mis esfuerzos por quedarme dormida no lo logré. Me levanté varias veces y di vueltas y vueltas en la habitación, pero seguía sin conseguir nada. Una vez más volví a levantarme y me acerqué a la puerta y justo en el momento en que iba a girar el pomo esta se abrió. Hermione apareció enfrente mío, y casi al momento enarcó una ceja con gesto de desaprobación.
-¿Qué haces?- preguntó
-¿Qué haces tú? ¿Dónde has estado?- si, acababa de responder su pregunta con otra pregunta
-Yo puedo ir a donde a mi se me de la gana- espetó -¿Y tu no deberías estar dormida?-
-¿Quién rayos eres tu para querer controlarme?- pregunté casi gritando
-¿Qué crees que no me doy cuenta que sales todas las noches?- preguntó más enfadada
-¿Y a ti que te importa?- espeté
-¡Me importa porque nos vas a meter en problemas!- gritó
-¡A ti solo te importan los problemas, no te importa nada ni nadie más!- grité aún más fuerte
-¿Chicas?- preguntó Lavender adormilada -¿Pueden bajar la voz?-
-Cállate- respondimos las dos al mismo tiempo
-¿Qué a mi sólo me importan los problemas?- preguntó Hermione irritada -¡A ti nada te importa, siempre que pasa algo huyes y no te vemos hasta después de horas!-
-¡No huyo, solo voy a pasear, ni siquiera me escondo!- respondí muy enojada
-¡JA! ¡Como si eso fuera cierto!- dijo burlonamente
-¿Y qué me dices tú? ¡Siempre que te enojas escapas y no nos hablas por días!- grité
-¡Y a ti que te importa lo que yo haga!- dijo
-¡Y a ti que te importa lo que haga yo!- seguí gritando -¡Siempre quieres saber que hacemos los demás, quieres tenernos controlados, y no soportas la idea de que alguien sea mejor que tú!-
-¡Eso no es verdad!- espetó -¡Tu solo te metes en problemas, y por tu culpa a Harry y a Ron les va mal! ¡Tu los distraes! ¡Sólo sabes estorbar!- gritó
En ese momento sentí como una lágrima resbalaba por mi mejilla, llegando a mi barbilla. Decidí que no valía la pena seguir peleando, así que la aparté de un empujón y salí apresuradamente del dormitorio. 
-Olivia... espera...- murmuró Hermione -No quise decir eso- dijo con un hilo de voz

Decidí ignorarla, salí de la Sala Común y me puse a deambular por el castillo oscuro y silencioso. Las lágrimas empezaron a caer por mi rostro mientras pensaba de nuevo en las palabras de Hermione. -¡Tu solo te metes en problemas, y por tu culpa a Harry y a Ron les va mal!- -¡Tu los distraes!- -¡Sólo sabes estorbar!-. Mientras más lo pensaba más lloraba, de verdad me dolía lo que me acababa de decir, y en el fondo sabía que tenía razón, que yo era un distractor, que no hacía otra cosa más que estorbar, pero eso no quitaba el hecho de que realmente había dolido, no lo esperaba por parte de ella, mi mejor amiga, a la que siempre había apoyado y acompañado, aunque supongo que ella no lo veía así, que ella realmente pensaba eso de mi, por alguna razón lo había dicho, no importaba que estuviera enojada o no. 

Seguí caminando por los pasillos mientras lloraba sin consuelo, no sabía que hacer, así que decidí esconderme; escapar. Me senté en el suelo mientras mi mente pensaba a toda velocidad en un sitio al que poderme escapar. ¿Hogsmeade? No, la gente se daría cuenta de que estoy allí y probablemente sea el primer sitio en el que busquen. ¿La Madriguera? Tampoco. La Señora Weasley me mandaría de regreso en el momento en el que apareciera en la puerta. ¿Grimmlaud Place? Mmm... quizás fuera une opción, aunque muy probablemente Sirius se alegrara de verme Harry y los demás seguramente le escribirían preguntándole sobre mi. Así que mejor no. ¿Privet Drive? De ninguna manera, los Dursley no se alegrarían mucho de verme, y a decir verdad yo tampoco. ¿Entonces dónde? No se me ocurría otro lugar, así que quizás tendría que vagar por Londres en busca de alguna residencia decente, la cual no conociera nadie más. 

Estuve horas sentada, el tiempo pasó volando, y cuando me di cuenta casi había amanecido. Tome mi escoba y algunas de mis cosas que previamente había guardado mientras las demás dormían y salí a los jardines. Subí a la escoba, di una patada y emprendí el vuelo. Perdí de vista los terrenos de Hogwarts y al cabo de unas horas estaba ya en Londres. Aterricé en un campo, así que caminé un largo tramo hasta llegar finalmente a la ciudad. Empecé a vagar sin algún rumbo fijo, así que el primer día no fue nada productivo y no logré conseguir residencia.

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora