Capítulo 44

11 4 0
                                    

Después de haber peleado un rato con Draco finalmente decidí perdonarlo, por lo que la pasamos mejor. Fuimos a pasear por alrededor del pueblo, mientras teníamos cuidado de no chocar con ninguno de los habitantes como el día anterior. En el camino encontré un ejemplar del Profeta tirado en el suelo, por lo que con mucho cuidado me agaché y lo recogí. Regresamos a nuestro escondite para la hora de la comida, y mientras esperaba a que Draco terminara de hacer algo recordé el periódico, por lo que lo agarré y lo primero que vi me sorprendió.
-Nos buscan Draco- dije mostrándole el artículo

"Esta mañana el director de Hogwarts, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore ha informado de la desaparición de dos de sus estudiantes de sexto año: Olivia Potter de Gryffindor y Draco Malfoy de Slytherin. Se cree que se han fugado juntos, y también se ha confirmado su relación amorosa, que según compañeros suyos lleva aproximadamente cuatro años. Se ha comenzado su búsqueda esta mañana y se espera encontrarlos antes de que llegue la noche, sin embargo durante el tiempo que hemos empleado no hay ni rastro de ellos..."

-Ay Dios- dijo Draco nervioso -Esto era precisamente lo que no quería-
-¿Te sientes bien?- pregunté al ver lo pálido que se encontraba
-Si- dijo -Mi padre me matará al enterarse-
-Tranquilo- dije tímidamente -Respira Draco-
-No sabes lo que pasará Olivia- dijo mirándome a los ojos -Mi padre ha de estar furioso-

Yo me quedé callada, no sabía que podía decir para animarlo, lo único que se me ocurrió fue abrazarlo por el cuello mientras podía sentir sus latidos agitados. El resto del día no fue nada entretenido debido a que Draco se encontraba algo irritado y nervioso, por lo que me dediqué a leer toda la tarde, aunque de vez en cuando lo miraba para ver si se encontraba "bien".

A media noche aproximadamente mientras dormíamos me despertaron una serie de ruidos extraños, como voces distorsionadas. Abrí los ojos y me asomé para ver lo que ocurría fuera, y como no veía casi nada prendí mi varita y apunté en todas las direcciones, sin embargo no había nada extraño por ahí. Volví adentro y pude ver luces que se acercaban, por lo que desperté a Draco y nos escondimos más en el fondo. La cueva en la que estábamos estaba completamente oscura, por lo que esperaba no tener que iluminar el lugar.
-¡Draco!- gritó una voz desde fuera
-¡Olivia!- gritó otra
-¿¡Dónde están!?- preguntó una voz más

Le hice una seña a Draco para que se callara hasta que las personas se marcharan. Finalmente después de unos largos minutos de oír voces gritando nuestros nombres estas cesaron, pero a pesar de ello ya no pudimos conciliar el sueño por el hecho de no saber si iban a volver. En la mañana del día siguiente y por tanto el último estábamos algo desilusionados y nerviosos ya que nos habíamos metido en tremendo lío, y no estaba tan segura de si sería fácil librarnos de él. De todos modos seguí animando a Draco, o bueno intentándolo, ya que estaba tan nervioso y preocupado que nada se podía hacer. 

La mañana pasó como un rayo y mientras más se oscurecía más nerviosa me ponía. No tenía ninguna gana de regresar al castillo donde todos nos regañarían y seguramente tendríamos castigos de por vida, algo que no era agradable de imaginar. Aún así yo era totalmente consciente de que no podíamos huir para siempre, no teníamos sustento alguno, no habíamos terminado los estudios, seguramente seríamos buscados y buscados hasta ser encontrados,  no teníamos donde vivir; era muy muy complicado el asunto para ser sinceros. 

Habíamos quedado en que nos iríamos a las doce en punto, por lo que a las once y media desperté a Draco y ambos nos arreglamos y tomamos todas nuestras cosas. Nos metimos bajo la capa invisible cargados hasta el tope con nuestras cosas.
-No recordaba haber traído tanto- murmuré
-Pesa mucho- se quejó
-Vamos antes de que nos encuentren- dije avanzando lentamente

Llegamos a los terrenos de Hogwarts por allá de las doce y media y entramos lo más cuidadosamente posible, intentando no hacer ningún tipo de ruido que pudiera advertir de nuestra presencia. Imaginaba las caras que pondrían todos al vernos al día siguiente sentados en clases, y también la cara de la Profesora McGonnagall o la de Snape. Al llegar a un pasillo nos despedimos, cada quien agarró sus cosas y cada quien se fue hacia un lado distinto. Draco me dio la capa invisible, la cual guardé en la mochila y seguí andando de puntitas por ahí.
-Baratijas- dije en voz baja

La mujer Gorda se encontraba tan cansada que ni siquiera se dio cuenta de quien le había dado la contraseña, algo que de verdad agradecí. Puse un pie dentro de la Sala Común que estaba completamente desierta, ni el más mínimo ruido había allí.

Cuidadosamente subí las escaleras hacia los dormitorios y abrí la puerta. La habitación seguía igual que hace dos días (Lo sé, muy dramático), abrí mi cama y ni me molesté en ponerme el pijama, ya que en el momento en el que cerré los ojos caí en un sueño profundo.
-¿Olivia?- preguntó Hermione mientras notaba la sorpresa en su voz
-Hola- dije con naturalidad
-¿Cómo que hola?- preguntó indignada -¿Te has ido por tres días y lo único que se te ocurre decir es hola?-
-Eh bueno, ¿Qué quieres que te diga?- pregunté
-¿Dónde estuviste? ¿Cuándo regresaste? ¿Por qué te marchaste?- preguntó rápidamente
-Regresé anoche- respondí tranquilamente -Sólo me he ido tres días, no un mes Hermione-
-¡Han mandado al ministerio a buscarlos!- dijo -¡Todos se han puesto a buscarlos y de repente ustedes aparecen como si nada!-
-Tranquilízate, ¿Quieres?- dije 

La verdad no me sorprendía nada la reacción de Hermione, era igual a como me lo imaginaba; ella gritándome y haciéndome mil preguntas, dándome un sermón de lo mucho que se habían preocupado y que no era correcto y bla bla bla. 
-Escúchame- dije con firmeza -He ido a aclarar mi mente, he regresado y ya está, no hay de que preocuparse-
-Te vas a meter en un gran problema Olivia- dijo lentamente
-No me voy a meter en ningún problema Hermione- dije mientras me miraba sorprendida -Yo ya estoy en un problema, muy grande por cierto-

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora