Capítulo 84

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No tengo idea de cuanto tiempo llevábamos ahí metidos pero se acercaba la hora de irnos. Harry había conseguido la ayuda de Griphook, el duende al cual habíamos rescatado del sótano de los Malfoy para entrar a la cámara de Bellatrix Lestrange en Gringotts, el banco mágico para así poder llevarnos otro de los Horrocruxes el cual estábamos casi seguros de que estaba ahí metido.
-Recuérdame que es lo que buscamos- pidió Ron como por décima vez
-Te te dije que no estoy seguro pero que lo más probable es que encontremos la copa de Hufflepuff- dijo Harry con la mayor paciencia del mundo
-Ah vale- exclamó Ron

Salimos de ahí antes de que amaneciera por lo que tuvimos que guiarnos con la luz que emitían nuestras varitas hasta llegar al límite del hechizo Fidelio acompañados por Bill y Fleur.
-Adiós, y muchas gracias- dije mirando hacia ambos
Ellos sonrieron
-Cuídense chicogs- pidió Fleur
-Vale- respondió Hermione

Tanto Bill como Fleur se acercaron a nosotros para despedirnos con un abrazo que casi hace que llore, no miento últimamente mis hormonas han estado algo disparadas y he tenido más cambios de humor que células en el cuerpo.

Después de la despedida empezamos a caminar para alejarnos de ahí y en cuanto nos alejamos lo suficiente nos pusimos en círculo. Aunque parezca un ritual satánico no lo fue, tranquilícense.
-Repasemos el plan una vez más- dijo Hermione apurada
-Primero Griphook se subirá en la espalda de Harry y los cubriremos con la capa invisible mientras que Ron y Hermione adoptan la apariencia de alguien más, en el caso de Hermione con una poción multijugos y Ron será un extranjero que lograremos hacer con un par de accesorios- comencé con el repaso
-Faltas tú- me recordó Harry
-Ah si- añadí -Hermione será Bellatrix, Harry y Griphook se esconderán dentro de la capa invisible, Ron será un extranjero extraño y yo seré una chica cualquiera en la que podré transformarme con una poción multijugos. Nos iremos de aquí y apareceremos en el Caldero Chorreante donde entraremos al Callejón Diagon y tendremos acceso asegurado a Gringotts. Luego solo bastará con hablar con los duendes y pedir el permiso de entrada y listo, estaremos dentro y podremos empezar a buscar la copa de Hufflepuff-
-Nunca mejor explicado- murmuró Ron
-Gracias- contesté triunfante

Salimos de ahí con Hermione, Ron y yo ta transformados y tomando en cuenta que el efecto de la poción duraba alrededor esperábamos tener tiempo de sobra. Harry ya llevaba a Griphook sobre la espalda y estaban cubiertos por lo que nos tomamos todos de las manos y al cabo de unos segundos aparecimos en la misma calle del Caldero Chorreante. Entramos algo nerviosos por el miedo a que nos reconocieran pero luego de pisar el interior del lugar mis dudas se fueron porque no habrían podido saber que éramos nosotros.

Entramos en silencio hasta la pared que conectaba con el Callejón, dimos unos golpecitos estratégicos y al final pudimos pasar. La gente a nuestro alrededor se apartaba con temor y les daba la razón, era porque sabía que era Hermione la que estaba detrás de aquél rostro porque sino seguramente me habría asustado un poco, realmente desempeñaba muy bien el papel de Bellatrix Lestrange, caminaba derecha, con esa mirada asesina que lanzaba a todo mundo, ni siquiera se giraba al escuchar a alguien, hasta conseguía hablar como ella; era casi idéntica.

Seguimos avanzando hasta que nos encontramos dentro del banco, donde nos acercamos hasta el mostrador principal para solicitar el acceso a la cámara de la Bellatrix real.

Llevábamos un buen rato tratando de convencer al maldito duende que nos atendía de que realmente Hermione era Bellatrix y que aunque no lleváramos llave debería dejarnos pasar, pero por más intentos que hicimos la criatura no cedió. Frustrada me crucé de brazos y en ese momento Harry, en voz casi inaudible pronunció confundus y el duende nos cedió la llave, indicando a uno de sus compañeros que nos llevara el cual accedió algo dudoso. Mientras bajábamos a toda velocidad a través de pasadizos y pasadizos en un carro móvil no pude evitar pensar en lo que pasaría cuando se dieran cuenta de nuestro fraude aunque conociéndolos seguramente ya se habían enterado, total, de una u otra forma iba a pasar que más daba el momento, o bueno si importaba porque sino nos iba a dar tiempo de conseguir aquél Horrocrux.

Al llegar y por medio de la maldición imperius conseguimos hacer a un lado al duende que nos había llevado hasta allí logrando así por fin entrar a la cámara de los Lestrange.

Había tantas cosas ahí metidas que era difícil caminar sin tocar algo, cosa que supe en cuanto di un paso y mi tobillo desnudo tocó un objeto, el cual casi al instante en que chocaron se duplicó y me hizo una quemadura obligándome a mirar abajo.
-Eh chicos...- comencé a decir
-¿Si?- preguntó Hermione distraídamente
-Creo que algo pasa con estos- dije apuntando hacía un plato y su duplicado
-¿Por?- preguntó fijando su atención en ellos
-Los toqué y puff, se duplicó- expliqué confundida

Mi amiga se acercó a un collar que estaba en el suelo y le puso la mano encima, haciendo que se duplicara y al igual que yo también obtuvo una linda quemadura como recordatorio del momento.
-Debe tener algún tipo de hechizo para no poder tocarlo, de todos modos intenten no tocar nada mientras buscamos la copa- sugirió ella

Continuamos con la búsqueda de la copa de Hufflepuff pero por más que tratamos no pudimos evitar tocar un par de cosas que se cruzaban por nuestro camino y al cabo de unos minutos estábamos alrededor de montañas de duplicados, ¿Y lo peor? Que aún no encontrábamos la dichosa copa. Estaba empezando a desesperarme y sentía que me iba a dar un ataque de ansiedad ahí mismo por todo lo que había a mi alrededor. Dios, necesitaba tranquilizarme ya o empezaría a hiperventilar en ese mismo instante. Respiré profundo y continúe con la búsqueda, consciente de que en el momento en que dejara de contenerme explotaría y perdería el control.

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora