Capítulo 34

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Me desperté muy temprano, tanto que apenas y había luz en la habitación. Volteé y vi la silueta de Draco descansando plácidamente a mi lado abrazado a mi brazo y no pude evitar sonreír. Al verle siempre se me dibujaba una estúpida sonrisa en el rostro, y el constantemente se burlaba de eso, pero a pesar de ello no lo podía evitar, era como ver algo deslumbrante, y lo que más me gustaba de el era lo perfectamente imperfecto que era. En eso escuché un pequeño gruñido y Draco empezó a moverse.
-Buenos días- gruñó
-Hola- susurré
-¿Sigues enojada?- preguntó en voz baja
-Algo- murmuré
-Ya te pedí perdón Olivia- respondió
-Oye, vamos afuera, no quiero que se despierten y te vean aquí- dije guiándolo fuera
-Deja que me cambie por lo menos- contestó
-Está bien- dije 

Tardamos alrededor de 5 minutos en arreglarnos y al terminar salimos juntos del dormitorio y nos dirigimos a la salida de la Sala Común. Para nuestra suerte no había nadie, así que cruzamos tranquilamente el salón y llegamos al cuadro que se abrió para dejarnos salir. Una vez afuera empezamos a caminar lentamente por el pasillo sin rumbo alguno. Después de unos minutos de caminata en silencio Draco fue el que habló.
-¿Qué puedo hacer para que dejes de estar enfadada?- preguntó mirándome
-Ay Draco- suspiré -No lo sé-
-Sólo dímelo y lo haré, sin importar lo que sea- dijo deteniéndose
-Sólo prométeme una cosa- dije tomándolo de las manos
-Lo que sea- 
-Prométeme no ocultarme las cosas- añadí -Por favor-
Draco se quedó en silencio unos segundos y supuse que estaba considerando lo que le había dicho, pero finalmente respondió.
-Está bien, sólo si tu prometes lo mismo-
-Lo prometo- dije 

Dicho esto nos acercamos y pegamos nuestros labios unos con otros. Fue un beso muy tierno, y después de unos minutos así nos separamos y seguimos nuestro camino. A decir verdad no íbamos a ningún sitio en específico, solamente deambulábamos tomados de las manos por los pasillos y girábamos al llegar al final de cada uno. El sol ya había salido y los alumnos empezaban a salir de sus Salas Comunes. Algunos nos miraban raro al vernos juntos, pero a nosotros siempre nos había dado igual. A las ocho y media nos dirigimos al Gran Comedor para ir a desayunar, y a pesar de ser Domingo había ya muchos estudiantes ahí dentro. Nos despedimos y cada uno se fue a su respectiva mesa, el a la de Slytherin y yo a la de Gryffindor, las cuales quedaban a cada lado del lugar, separadas por las otras dos mesas. 

Estaba yo sola con unos cuantos alumnos más pequeños esperando a que aparecieran Hermione, Harry y Ron. A pesar de estar algo enfadada con ellos por el hecho de no haberme dicho nada acerca de que Draco era un mortífago quería algo de compañía. No tuve que esperar mucho tiempo, ya que muy poco después de haberme sentado aparecieron los tres platicando animadamente con algunos chicos más. 
-Buenos días Olivia- dijo Dean tomando asiento a mi lado
-Hola Dean buenos días- dije tapándome la boca con la mano para que no se viera la comida que estaba masticando
-Buenos días- dijo Seamus. La situación entre nosotros ya no eran igual desde que el se había declarado, pero había mejorado bastante con el paso del tiempo. 
-Hola- dije aún con la boca llena

El desayuno fue el mejor en mucho tiempo, ya que todo se sintió como antes. Fue bastante divertido y nos quedamos ahí como por dos horas hasta que decidimos irnos a la Sala Común otra vez. Llegamos y en toda la mañana jugamos Gobstones, Ajedrez Mágico y Naipes Explosivos hasta la hora de la comida, que fue cuando tuvimos que bajar al Gran Comedor. 

Después de comer regresé a la Sala Común y me senté en una butaca y empecé a hacer la tarea que teníamos que entregar para mañana. La mayor parte de la tarea la había hecho el viernes después de clases, pero aún me faltaba hacer una redacción de tres pergaminos para Defensa Contra las Artes Oscuras, ordenado por el Profesor Snape. Llevaba un pergamino y medio, así que aún me faltaba la mitad, pero por más que buscaba y buscaba información no conseguía encontrarla, por lo que decidí buscar la ayuda de Hermione, que seguramente había terminado la redacción desde el día en que la habían asignado. Paseé la mirada por el lugar buscando algún rastro de mi amiga y al no encontrarla supuse que no había regresado aún. Guardé todas mis cosas y subí al dormitorio a dejarlas. -Lo termino cuando encuentre a Hermione- pensé.

Salí por el retrato de la mujer gorda y empecé a caminar lentamente. Saludé a unas cuantas personas con las que me crucé y llegué a la biblioteca. Entré y recorrí las estanterías en busca de algún libro interesante que leer, pero por más que busqué no encontré, así que volví a salir y me senté frente a la puerta. 
-¿Esperas a alguien?- preguntó Draco
-¿Qué?- pregunté regresando al mundo real
-Que si esperas a alguien- repitió
-Ah no, simplemente estaba aquí sentada- respondí 
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- preguntó
-Ah no sé- contesté -¿Qué hora es?-
-Son las ocho- dijo
-¡¿Las ocho?!- pregunté 
-Si- contestó él
-Ay dios no hice nada en todo el día- dije poniéndome de pie 
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- volvió a preguntar
-Como cuatro horas y media- contesté estresada
-Ay dios- murmuró Draco -Ven princesa, te voy a llevar a tu Sala Común-
-Está bien- suspiré -Gracias-

Llegamos a la entrada y me despedí de Draco para luego pasar por el hueco libre del retrato. Eran las ocho y media cuando abrí la puerta del dormitorio para poder darme un pequeño baño antes de bajar a cenar. Mis compañeras ya no estaban en el cuarto e imaginé que sería porque era ya la hora de cenar. Me duché rápidamente lo cual ayudó a calmarme, pero no pude evitar pensar en lo que me diría o haría Snape al otro día si llegaba sin la tarea. A las nueve terminé de vestirme y bajé al Gran Comedor, donde me encontré con Ron, Harry, Hermione, Dean, Lavender, Parvati, Seamus, Neville, bueno, en fin con todos mis amigos y compañeros de Gryffindor. 

Cuando terminamos de cenar subimos a la Sala Común para quedarnos platicando un rato más. Sin embargo en lugar de participar en la platica y los chistes del resto fui en busca de Hermione que se había ido a dormir.
-¿Hermione?- susurré
-¿Si?- preguntó desde su cama
-¿Me podrías ayudar rápido?-pregunté algo apenada
-Si, ¿Qué necesitas?- respondió saliendo de la cama
-Esta tarde he estado haciendo la redacción para Snape- dije -Me falta medio pergamino, ¿Me podrías ayudar por favor?-
-Si ven conmigo- respondió mientras se ponía la bata
-Mil gracias Hermione- dije 

Terminé finalmente la redacción como a las once y media, y nuevamente le di las gracias a Hermione, la cual regresó a la cama mientras que yo guardaba todas mis cosas. Agarré todo y me dirigí de nuevo al dormitorio para finalmente poder dormir después de aquél día agotador. 

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora