Capítulo 31

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Era la mañana y cuando me desperté me di cuenta de que estaba sola en el dormitorio. Abrí los ojos completamente y vi a Draco sentado de espaldas a mi en una esquina de la cama.
-Buenos días- dije
El se sobresaltó. Yo solté una risita
-Buenos días- contestó
-¿Qué hora es?- pregunté mientras apartaba las cobijas de la cama para ponerme de pie
-Las ocho- dijo
-¿¡Las ocho!?- pregunté mientras salía rápidamente de la cama -Ay Dios se me va a hacer tarde, ¿Por qué no me despertaste?- 
-Porque te ves linda cuando duermes- añadió sonriendo como un ángel
-¿Y qué?- espeté -¿De qué me sirve verme linda si voy a llegar tarde siempre?-
-Pues te sirve para verme sonreír cada vez que te veo- dijo coqueto. Yo reí
-Bueno pues entonces tendré que vivir con ello- dije riendo -Bueno ahora vengo, me voy a arreglar, no tardo-
-Cuando dices no tardo ambos sabemos que tardarás- dijo tumbándose en la cama

Salí del baño vestida y arreglada. Hice la cama con ayuda de mi varita y salimos rápidamente para llegar a tiempo al desayuno. Cuando llegamos al Gran Comedor ya casi no quedaban alumnos, ya que faltaba muy poco para que empezaran las clases. Nos despedimos y cada quien se fue para su mesa correspondiente. Comí un plato de avena que estaba algo frío y tan pronto como terminé me levanté para ir a clase de Trasformaciones.  

Llegué al aula corriendo y me escabullí. Me senté en un pupitre vacío junto a Hermione que al verme puso una mueca de desagrado. La clase aún no iniciaba así que no me había perdido de nada, pero Hermione me miraba como si no hubiera estado en cuatro clases.
-¿Por qué llegaste tarde?- preguntó
-Me desperté tarde- susurré -Y no llegué tarde, todavía no ha empezado la clase-
-Buenos días chicos- dijo la Profesora McGonnagall entrando al aula y sentándose en su escritorio
-Buenos días- dijimos al unísono 

Aquella clase habíamos empezado a ver los hechizos no verbales, y para mi sorpresa me había salido a la primera, cosa que hizo que ganáramos diez puntos para Gryffindor. Cuando terminó la clase sólo Hermione y yo habíamos logrado hacer los hechizos correctamente. Habíamos acumulado en total 40 puntos más, 20 por cada una de nosotras, así que nuestros compañeros estaban contentos.  Después de esa clase tuvimos Herbología con los de Hufflepuff, así que nos dirigimos hacia los invernaderos en compañía de los demás chicos. Mientras caminábamos al aula platicamos sobre temas triviales, pero al llegar todos se callaron. 

En clase estuvimos estudiando y analizando unas extrañas plantas, las cuales no me gustaron nada, aunque a Neville al parecer si, ya que miraba atentamente a la planta, con un brillo en los ojos. Todos sabíamos que la materia favorita de Neville, ya que era la que mejor se le daba. La clase duró una eternidad, y cuando finalmente acabó suspiré aliviada mientras recogía mis cosas metiéndolas en la mochila. Esperé a que los chicos terminaran de recoger sus cosas y luego salimos al pasillo. Caminamos lentamente por los pasillos del colegio que estaban abarrotados de estudiantes que tenían descanso, y aprovechando que nosotros también nos sentamos en uno de los rincones de uno de los pasillos nos quedamos platicando un rato.

Cuando el descanso acabó nos dirigimos a la cabaña de Hagrid para tomar la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, que nos tocaba con los de Slytherin, lo que significaba que vería a Draco. Fuimos los primeros en llegar así que estuvimos platicando con Hagrid por unos minutos hasta que los demás comenzaron a llegar. Mientras Hagrid explicaba todos lo escuchábamos con atención, bueno, casi todos, ya que la mayoría de alumnos de Slytherin se burlaban en silencio o susurraban cosas a sus compañeros. Hasta Draco se esforzaba en escuchar, y yo sabía muy bien lo mucho que le disgustaba aquella clase, así que me sentía orgullosa de el. 

Después de unas horas de clases y más clases tuvimos la clases de defensa contra las artes oscuras con el Profesor Snape, la cual también compartíamos con Slytherin. Snape nos mandó pasar al aula y nos apresuramos a tomar asiento lo más atrás posible, ya que no nos gustaba estar cerca de Snape, era un tipo de lo más desagradable, a nadie le caía bien, bueno, a casi nadie.

Comenzó la clase y al igual que en Transformaciones Snape nos habló sobre los hechizos no verbales, pero el fue aún más estricto, y cuando alguien se equivocaba lo reprimía fuertemente. Fue la clase más aburrida, teniendo en cuenta que ese día habíamos tenido Historia de la Magia esto podría considerarse imposible, pero Defensa Contra las Artes Oscuras me había aburrido más. Salimos del aula y nos dirigimos a la Sala Común, donde al llegar nos pusimos  a hacer la tarea, que no era mucho pero a pesar de ello tardamos unas cuantas horas en terminar. 

Cuando finalmente terminamos y guardamos nuestras cosas en las mochilas decidí bajar, así que me despedí de todos ellos y bajé las escaleras a paso rápido. Cuando salí por el retrato de la Señora Gorda me encontré con Draco a unos cuantos pasos de mi.
-Hola, ¿Qué haces aquí?- pregunté acercándome a él
-Pues fíjate que tengo una novia de Griffindor que se llama Olivia, ¿La conoces?- preguntó
-No, la verdad nunca he escuchado acerca de ella, ¿No te estarás confundiendo?- pregunté
-Pues quizás s...- dijo pero no pudo terminar la frase porque se atacó de la risa; yo también me empecé a reír
-Hola, ¿Cómo estás?- pregunté
-Bien- respondió mientras me daba un beso en la mejilla
-¿Vamos a pasear?- pregunté
-Vamos si quieres- contestó tomándome de la mano

Paseamos por muchos sitios: fuimos por los pasillos, salimos a los jardines, estuvimos en la biblioteca; subimos y bajamos. Cuando ya casi era hora de cenar nos despedimos y yo me fui a la Sala Común para cambiarme de ropa. Llegué a nuestro dormitorio y no había nadie, así que cerré la puerta y me vestí nuevamente. Cuando terminé salí de ahí y me dirigí a la Sala Común; ahí estaban sentados en unas butacas algo apartadas Harry, Ron y Hermione, que al parecer hablaban de algo importante, ya que susurraban rápidamente. 
-Hola- dije al llegar hacia ellos. En el momento en que me vieron se callaron y comenzaron a hablar como normalmente lo hacían
-Ah hola Olivia- dijo Ron
-¿Fuiste con Draco?- preguntó Harry 
-Si, lo he encontrado por el camino y hemos ido a pasear- respondí
-Oigan chicos, ¿y si bajamos a cenar ya?- preguntó Ron impaciente -Es que tengo muchísima hambre-
-Ron, siempre tienes hambre- añadió Hermione volteando los ojos -De todos modos Ron tiene razón, yo también tengo hambre, vayamos al Gran Comedor-
-Está bien- dijo Harry mientras todos nos dirigíamos a la salida por el cuadro de la Señora Gorda.

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora