Capítulo 52

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Al terminar las clases, en lugar de subir hacia la Sala Común como el resto decidí ir en busca de Draco para poder hablar un rato con él. Le avisé a Hermione a donde iba y prometí que llegaría a dormir. Sí, desde aquella vez mi amiga me hacía prometer que regresaría a tiempo para irme a la cama, aunque al haberme acostumbrado había dejado de molestarme tanto como antes y simplemente decía que lo haría y me iba. 

Decidí buscar primero en la biblioteca, y si no lo encontraba me quedaría ahí un rato para terminar una redacción de Herbología que llevaba haciendo un par de días y que no daba terminado. Entré a la biblioteca y vi a un par de alumnos sentados en las mesas con pilas y pilas de libros, pergaminos, tinteros y plumas. Miré y miré alrededor para ver si había rastro de él pero nada, así que de mi mochila saqué un par de pergaminos y caminé entre las estanterías en busca del libro que necesitaba encontrar. Al cabo de un par de minutos regresé a mi mesa con tres libros gordos, me senté y me dispuse a buscar en cada uno de ellos. Al final terminé encontrando la información que me hacía falta, aunque seguía preguntándome donde rayos se habría metido Draco. No creía que se estuviera escondiendo aunque no era típico de el no aparecer en la biblioteca o cerca de ella después de clases. 

Seguí esperando para ver si aparecía en algún momento, y al ver que después de una hora y media de estar esperándolo decidí marcharme bastante enfadada por su repentina "desaparición". Guardé todas mis cosas de vuelta en la mochila junto con un par de libros que había pedido prestados a la Señora Pince. Salí refunfuñando del lugar, dirigiéndome a la Sala Común, donde esperaba encontrar a mis amigos para poder distraerme y olvidar el hecho de que Draco me había dejado plantada ahí. Bueno, prácticamente no me había dejado plantada ya que no habíamos quedado, pero aún así me sentía enojada por el simple hecho de que no había aparecido ni había sabido absolutamente nada sobre él en todo el día. 

Al llegar a la entrada de la Sala Común dije la contraseña y entré rápidamente. El lugar estaba casi lleno, a excepción de aquellos que habían bajado a la biblioteca o a los jardines para hacer las tareas. Me senté en una butaca yo sola y saqué mis libros de nuevo. 
-Hey Olivia- dijo Hermione desde el otro lado de la Sala Común -Ven-
-Vale voy- murmuré guardando mis cosas en la mochila

Me colgué la mochila al hombro y de mala gana me fui a sentar en una butaca junto a las de mis amigos que charlaban mientras hacían la tarea. Volví a sacar mis cosas de la mochila y empecé a escribir un par de cosas en el pergamino en silencio total escuchando lo que decían Harry, Ron y Hermione sin poner atención realmente.
-¿Qué opinas Olivia?- preguntó Harry mirándome 
-¿Qué opino de qué o qué?- pregunté confundida
-¿Has estado aquí por una hora y no has escuchado nada de lo que decíamos?- preguntó Harry con aire ofendido
-Pues tengo más cosas en las que pensar- respondí cortantemente -Aparte me concentro en la tarea-
-¿No será que piensas en Draco?- preguntó Ron interesado
-No todo lo que pienso tiene que ver con él- contesté 

Obviamente no era cierto. Osea no pensaba siempre en Draco pero en esos momentos si, ya que me estaba acordando de nuevo de que me había dejado plantada. No era algo normal en el, ya que generalmente estaba en la biblioteca, ya fuera haciendo tarea, platicando con sus amigos o esperando a ver si yo aparecía. ¿Y si le había pasado algo malo? ¿Y si estaba en problemas? ¿Y si estaba viendo a alguien más? ¿Y si ya no quería estar más conmigo? No podía evitar hacerme esas preguntas constantemente. Me aterraba el hecho de que fuera a dejarme por alguien más después de todo aquél tiempo que habíamos pasado juntos, los momentos bellos y no tan bellos que habíamos tenido juntos, simplemente no quería que nada acabara, no quería despertar de este bello sueño que estaba viviendo.
-¿Estás bien?- preguntó Ron 
-Si- respondí inmediatamente -Sólo estoy algo cansada, creo que me iré a la cama-
-Eh vale- murmuró el chico
-Buenas noches- dijo Harry sin levantar la vista de sus apuntes
-Hasta mañana chicos- dije en voz baja 

Me colgué la mochila al hombro y salí apresuradamente de allí, dirigiéndome hacia las escaleras que llegaban a mi habitación. Todavía era temprano, las nueve y media para ser exactos, por lo que las demás chicas se hallaban en la Sala Común aún. Tiré la mochila hacia un lado de la habitación y caí tendida en la cama con los brazos y piernas abiertas volviendo a pensar en eso que tanto evitaba. <Sí, seguramente ya se cansó de mi y por eso no apareció hoy> pensé para mi mientras me venían las ganas de llorar <Con la de chicas que hay en Hogwarts es normal que se haya fijado en otras>. Aquello daba vueltas y vueltas en mi cabeza, haciendo que mis ganas de llorar se hicieran más fuertes hasta el punto de ya no poder contenerlas más. 

Pegué la cara a la almohada y empecé a llorar a lágrima viva, mojando así gran parte de la funda, cosa que a decir verdad me importó un comino. Era inevitable pensar en que Draco podría estar engañándome en esos momentos, y más aún que yo realmente lo amaba, demasiado como para olvidarme de él de un día para otro. Estaba muy dolida a pesar de no tener ni la más mínima prueba de que aquello era verdad, pero aún así me dolía mucho. 

La puerta de la habitación se abrió de golpe y antes de poder levantar la cabeza Hermione se acurrucó en mi cama, abrazándome con ambos brazos mientras yo seguía llorando. Me alegraba que mi amiga hubiera aparecido; ella era comprensiva y no necesitaba explicaciones con ella, simplemente nos entendíamos sin siquiera hablar. Separé la cara de la húmeda almohada y la apoyé en el hombro de Hermione, que me abrazaba fuertemente mientras me acariciaba la cabeza con una de sus manos.
-Ey tranquila- susurró suavemente -No pasa nada-
Yo sollocé 
-Tranquila Olivia- repitió con suavidad

Levanté la cabeza y abrí la boca preparada para explicarle lo que me pasaba, pero antes de que yo dijera nada me presionó la cabeza hacia su hombro.
-No me cuentes, no pasa nada- dijo con dulzura
-Te quiero mucho Hermione- dije sollozando mientras gruesas lágrimas caían por mi rostro
-Y yo a ti también Olivia- dijo ella 

Y ahí fue donde realmente me di cuenta de que me hallaba en el mejor lugar y que tenía a la mejor amiga que alguien podría haber deseado en la vida. 

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora