Lo que nadie nos contó

Capítulo 29

Los días que siguieron mis dolores fueron disminuyendo pero aún estaban ahí, así que usualmente era vigilada ya fuera por Harry, Ron, Draco o Hermione o por algunos Profesores o compañeros que se preocupaban por mi. En resumen mi vida era algo aburrida y casi no podía hacer nada, pero no me quejaba, la gente se estaba preocupando por mi, sobre todo Draco, que había veces que se escapaba solo para ir a verme. Yo seguía repitiéndole que no lo hiciera, pero pues es Draco, que más puedo esperar. A decir verdad y a pesar de no estar muy cómoda con toda esa gente alrededor mío estaba agradecida con ellos por cuidarme y preocuparse. También creo que uno de los motivos por el que tanto se preocupaban además del dolor era mi aspecto físico; estaba más delgada que de costumbre, estaba pálida y ojerosa, casi no comía y siempre estaba cansada.

Una tarde mientras leía un libro que Hermione me había traído de la biblioteca entró Harry. Me quedé mirándolo unos segundos y retomé la lectura.
-Eh hola- dijo
-Hola- contesté
-¿Cómo te sientes?- preguntó
-Mejor- respondí secamente
-Oye, estem.... creo que debo pedirte disculpas- añadió
-¿Crees o debes?- pregunté mientras cerraba el libro y lo dejaba en la mesita de noche
-Debo- dijo con firmeza -Discúlpame, discúlpame por haber sido tan duro contigo. Es solo que detesto a Draco y ya sabes que no confío en el-
-No es mi culpa que se detesten- musité -Tu sabes que el también te odia y se contiene, lo viste el otro día-
-Perdón Olivia- dijo 
-No se si deba perdonarte ¿Sabes?- dije apartando la vista -Me hiciste daño, yo siempre intento estar ahí para ti y tu lo único que piensas es en como salvar a la gente de Lord Voldemort-
-No pensé que te fuera a afectar tanto- confesó 
-Pues lo hizo- dije esto y con la misma me volteé quedando de espaldas a el
-Lo siento- dijo mientras escuchaba sus pasos alejarse

No sabía que hacer, ya me había pedido disculpas, aparentemente se mostraba arrepentido, pero tenía que pensarlo, era todo tan confuso que no sabía ni que pensar. Estuve horas y horas dándole vueltas y vueltas al asunto hasta que finalmente rendida por el cansancio cerré los ojos y me quedé profundamente dormida.
-¿Princesa?- preguntó Draco dulcemente
-¿Qué hora es?- farfullé
-Las once y media- dijo
-¿Tan temprano?- pregunté mientras me sentaba y frotaba los ojos
-Ya todos están abajo- dijo
-¿Y cómo has entrado?- pregunté algo confusa
-Mmm... tengo mis métodos- repuso con una amplia sonrisa
-¿La capa de invisibilidad?- pregunté enarcando una ceja, divertida
-Puede ser- dijo sonriendo aún más
-Está bien- contesté sonriendo

Me vestí rápidamente mientras Draco me ayudaba a ordenar todo lo que tenía esparcido por el piso; pergaminos, túnicas, libros, tinteros, plumas, había de todo en el suelo y casualmente hoy que el había entrado todo se veía más desordenado de lo usual. Terminamos de ordenar  y salimos sigilosamente del cuarto con Draco bajo la capa invisible mientras que los demás charlaban animadamente.
-Buenos días- dijo Ron
-Hola- respondí sonriendo
-¿Cómo te sientes?- preguntó Harry
-Mejor- contesté
-¿A dónde vas?- preguntó Harry
-Ahora regreso, tengo que devolver unos cuantos libros de la biblioteca- dije mientras enseñaba un bulto de libros que traía bajo el brazo -Los veo luego chicos-

Salimos de la Sala Común apresuradamente y cuando nos encontramos a una distancia considerable Draco salió de debajo de la capa invisible y la guardé en mi mochila. Si Harry se enteraba de que había cogido su capa, puff la que nos caería. Seguramente se haría una pequeña gran guerra y se perdería el control. Pero bueno, como no se iba a enterar estaba tranquila, aunque eso mismo había dicho acerca de lo mío con Draco y ahí estábamos....
-¿En verdad los vas a devolver?- preguntó caminando a mi lado
-Pues a eso venía- respondí
-Pensé que querías sacarme de allí- dijo
-También- contesté al mismo tiempo que entraba en la biblioteca con los libros en mano

Se los entregué a la Señora Pince y salimos de la biblioteca cerrando las grandes puertas detrás nuestro. Nos sentamos en el pasillo como en las noches y nos quedamos en silencio por unos momentos. Tenía la vista perdida pero volví a centrarme cuando noté la mirada de Draco sobre mi. 
-¿Qué?- pregunté
-¿Cómo que qué?-
-¿Pues por qué me miras?- 
-Es que te ves tan linda cuando estás distraída- dijo sonriendo estúpidamente, yo también sonreí -¿Y tú por qué sonríes? ¿Eh?-
-Yo sonrío porque tu sonríes- respondí
Draco rio. 

Nos levantamos y caminamos a lo largo del prolongado pasillo, y cuando llegamos al final nos dimos la vuelta y caminamos en dirección opuesta. Estuvimos así un rato, y a decir verdad la gente seguramente pensó que estábamos locos o algo por el estilo. Cuando nos cansamos tomamos otro de los muchos pasillos que habían y seguimos con la extraña caminata.
-¿Tienes idea de por qué caminamos así?- pregunté parando
-No, ¿Y tú?- preguntó
-Tampoco- dije mientras reía

Luego de un rato nos despedimos y yo regresé a la Sala Común donde seguían Harry, Ron y Hermione platicando. Bueno, más bien parecía como si estuvieran discutiendo, algo muy común entre ellos, sobre todo entre Hermione y Ron, que se pasaban la mitad del tiempo peleando y discutiendo. Me senté en una butaca libre a un lado de Hermione sin intención alguna de participar en la conversación. Al parecer Harry opinaba igual que yo, ya que en el tiempo en el que estuvieron discutiendo el se mantuvo en silencio observando como ellos peleaban. Aún no entendía porque peleaban esta vez, podría ser por la actitud de Ron o Hermione, por tarea, o por algún otro tema que hubiera surgido de repente. Ya estábamos más que acostumbrados a verlos gritarse así que no era nada nuevo para nosotros, es más, ni nos alterábamos. Cuando terminaron volví la vista hacia donde estaban mis compañeros. 
-¿Terminaron ya?- preguntó Harry
-Si tanto te disgusta cuando peleamos, ¿Por qué no te vas?- preguntó Hermione algo irritada
-Pues no tengo idea- respondió Harry encogiéndose de hombros
-Ah hola Olivia- dijo Ron
-Hola- contesté
-¿Vamos a pasear?- preguntó Harry
-Vamos- dijeron Hermione y Ron al unísono

Salimos por el cuadro de la Señora Gorda y caminamos directamente hacia los jardines, donde al llegar nos sentamos bajo la copa de un árbol y empezamos a platicar.