Capítulo 72

14 4 1
                                    

-Vamos guarden todo- pidió Hermione impaciente

Habíamos tenido que abandonar antes de lo esperado ya que habíamos visto un par de mortífagos cerca de ahí y para mayor seguridad habíamos decidido irnos lo antes posible.
-Venga vámonos- nos apresuró Harry
-Vale- respondí agarrando mis cosas y dirigiéndome a la salida

Era una mañana bastante menos fría que de costumbre por lo que en lugar de llevar puestas tres chaquetas simplemente llevaba dos, cosa de la que el resto llevaba burlándose más de una hora.
-Paren ya- espeté después de un rato
-Es que es divertido- río Ron
-No seas tan amargada Olivia- dijo mi hermano, al cual fulminé con la mirada al instante
-Venga, es divertido- añadió Hermione sonriente -No creo que hayas conocido mucha gente así-
-No mucha en realidad- reflexioné pensando en Draco casi al instante

Él era una de esas personas frioleras las cuales andaban con el abrigo la mayor parte del año, y a diferencia de mi siempre tenía frío. Bueno no siempre pero de diez veces ocho estaba con frío, así que ya podrán entender a lo que me refiero.

Al final terminé riendo y bromeando con mis amigos y dentro de un rato ya estábamos montando la tienda de nuevo. Estábamos en otro bosque en alguna parte alejada de Londres, o eso suponía yo porque realmente no sabíamos donde estábamos, lo único era que estábamos estábamos un bosque. Para ser otoño se estaba bastante bien ahí; había algo de sol y el frío era apenas perceptible, prácticamente podríamos haber estado sin chaqueta del buen tiempo que hacía.

Llegó la noche y como siempre salí a hacer guardia a la entrada. Eran más o menos las ocho y media cuando los gritos del interior me hicieron entrar a corroborar que todo estuviera bien.
-¡No vamos a lograr nada!- gritó Ron
-¡Lo estamos intentando Ron!- espetó Harry enfurecido

Tanto Ron como Harry tenían la cara roja de la furia y agarraban sus varitas con fuerza. Sabía perfectamente el motivo por el que peleaban y a decir verdad en parte Ron tenía razón al estar enfadado con Harry, ya que la destrucción del guardapelo estaba llevando más tiempo del que esperábamos, aunque también era cierto que nadie les había prometido nada.

Temía por lo que pudieran hacer, ya que ambos se miraban desafiantes, como esperando a que el otro atacara para poder empezar a pelear. Instintivamente me puse de lado de Ron, mientras que Hermione se había pasado al lado de Harry y antes de siquiera darnos cuenta lanzaron un hechizo y a no ser de la rapidez del hechizo escudo de Hermione ambos se habrían derribado. Ron aprovechó la oportunidad y salió corriendo hacia el bosque. No podía dejarlo solo, era mi mejor amigo por lo que salí corriendo detrás de él lo más rápido que mis piernas me permitían. La suerte era que traía mi mochila donde había algo de agua y alguna que otra cosa para comer. -¿Dónde se había metido?- me pregunté mirando hacia todos lados. Al final lo vi, a lo lejos, una alta silueta de la cual solo le distinguía el pelo pelirrojo. Iba hecho una furia, se notaba por su forma de caminar, sí, así de bien lo conocía.
-¡Ron!- grité corriendo en su dirección

El chico se giró algo más relajado, al ver que no era ni Hermione ni Harry. Al final lo alcancé.
-¿A dónde vamos?- pregunté con curiosidad
-No tengo la menor idea- suspiró mirando alrededor
-Creo que cerca de aquí hay alguna cueva- añadí recordando una vez que la había visto al pasar -¿Quieres que la busquemos?-
-Vale- murmuró pensativo

Decidí darle su espacio por lo que me mantuve callada todo el camino, bastante raro en mi ya que no me callaba ni aunque me cosieran la boca.

Al llegar puse unas cobijas en el suelo y con ayuda de mi varita hice aparecer un colchón y un par de almohadas, cosa que nunca antes había hecho.
-¿Tienes hambre?- pregunté con delicadeza
El asintió distraídamente

Saqué de mi mochila unas botellas de agua y unas manzanas que había. Las dejé en el frío suelo mientras ponía las cobijas y almohadas sobre el colchón para luego dejar ahí la comida.
-¿Eh Ron?- lo llamé suavemente
El se giró
-Ya saqué la comida- dije señalando hacia las manzanas -Sé que no es la gran cosa pero no tengo otra cosa-
-No importa Olivia, gracias- respondió acercándose a donde yo estaba

Comimos en silencio, mirándonos de vez en cuando sin dirigirnos la palabra. No porque estuviéramos peleados sino porque cada quien tenía algo en que pensar, alguna preocupación que no pensábamos compartir con absolutamente nadie.

Nos acostamos algo después. Estaba todo en completa oscuridad así que tuvimos que encender las varitas para poder acomodarnos. Nos pegamos lo más que pudimos y tapamos con las mantas y otras cosas que traía en la mochila, intentando cubrirnos del maldito frío.

Estaba muy preocupada, preocupada por lo que pasaría al día siguiente. Me estaba dando cuenta de la locura que habíamos hecho, no podríamos volver con Harry y Hermione, todo por un simple objeto. Dios que íbamos a hacer, íbamos a morir de hambre, en medio de esa cueva y eso si los mortífagos no nos encontraban primero. Mi corazón latía con fuerza genial, otro ataque de ansiedad, lo que me faltaba. Empecé a respirar con más dificultad mientras intentaba controlar el aire que entraba a mis pulmones sin éxito alguno. Sentía como si fuera a morirme, me faltaba el aire pero yo sabía que eso no iba a pasarme, siempre era lo mismo. Pero por más que lo intentaba el ataque no se iba y estaba empezando a preocuparme. No sabía si Ron dormía o no, a simple vista parecía que sí.

Mis respiraciones eran intensas, agitadas, casi sentía que mis latidos se escucharían a la distancia.
-¿Estás bien?- preguntó Ron incorporándose

Las lágrimas hacían que pudiera inhalar menos aire, estaba segura de que mi color de piel había cambiado de moreno a morado.
-¿Qué pasa?- preguntó mi amigo preocupado
-No... puedo... respirar...- dije con dificultad
-¿Qué hago?- preguntó mirando hacia todos lados

No se como lo logramos pero al final entre Ron y yo conseguimos tranquilizarme. Por fin, mis respiraciones ya eran normales otra vez. Las lágrimas aún brillaban sobre mis mejillas y la cara de Ron seguía pálido como al inicio.
-Tranquilo, ya estoy bien- dije para tranquilizarlo
-¿Qué fue eso?- preguntó
-Un ataque de pánico- respondí con naturalidad -Me pasan frequentemente-

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora