Capítulo 93

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Mientras avanzaba no apartaba la vista de esos tres, ya que como había dicho no significaba nada bueno.

Para ese punto Harry ya había conseguido la diadema y tanto él como Hermione y Ron miraban a los muchachos desafiantes mientras como yo, sostenían con fuerza sus varitas.
-¿Qué es eso que tienes por ahí Potter?- preguntó Zabini
-Nada que te importe Zabini- gruñó Ron
-Oh, ¿Algún problema, Weasley?- preguntó simulando amabilidad
-Tú- espetó Ron
-Tranquilízate Ron- murmuró Hermione
-Veamos, creo que podemos llegar a un acuerdo- comenzó Blaise -Ustedes me dan la cosa rara y yo les dejo tranquilos-
-¿Y qué te parece si mejor te partimos la cara?- preguntó
Ron
-Venga Ron, tranquilo- repitió Hermione

Los otros tres comenzaron a acercarse a los chicos mientras que a mi no me habían visto aún, por lo que me arriesgué y decidí ir a por la diadema con mucho cuidado, obviamente. Me puse a gatas por el suelo y empecé a avanzar silenciosamente. Dios, me sentía como en una de esas películas de espías en las que había que encontrar algo y que eran súper peligrosas, pero en fin, debía concentrarme si quería agarrar la diadema y salir de ahí lo más rápido posible.
-No sabes los problemas que te ahorrarías si nos la dieras Potter- añadió Zabini -Por curiosidad, ¿Qué es eso?-
-Una diadema- respondió Harry
-¿Una qué?- preguntó Crabbe
-Una diadema-
-¿Y qué se supone que es eso?- preguntó confundido
-Pues esto- contestó Ron enfadado
-Oh-

Estaba a muy poca distancia de ellos y por suerte Hermione me vio, indicándole a Harry lo que debía hacer para que pudiera hacerme con la diadema y salir de ahí. Con mucho cuidado empezó a bajar más y más el Horrocrux, poniéndolo así a mi alcance. Me apuré aún más teniendo cuidado de no hacer ningún tipo de ruido que pudiera alertar a los otros tres de mi presencia y al fin llegué. Me escondí detrás de un gran montón de cosas y asomé la cabeza lo más abajo posible. Había muy poca distancia entre la mano de Harry y la mía por lo que si estiraba el brazo podría agarrar la diadema sin dificultad alguna, lo complicado ahí era despistar a Blaise, el cual miraba con interés el objeto.
-Eh Blaise- le distrajo Ron -¿Te obligaron a llevar contigo a esos dos subnormales?-
-¿Subnormales?- preguntaron los nombrados con una mueca
-Sí, ¿O acaso se les ocurre algún otro apelativo?- preguntó
-Ya sé, podrían ser estúpidos- añadió Harry
-O imbéciles- propuso Hermione -¿Cuál les parece mejor?-

Aproveché que todos miraban a Hermione enfadados para tomar la diadema y rápidamente regresar a mi escondite, sin embargo no fui lo suficientemente rápida y Blaise me vio. Empezó a acercarse más y más y como sabía que no podía correr guardé la diadema en mi mochila.
-¿Qué tenemos aquí?- preguntó al quedar de frente a mi -Oh Olivia Potter, ¿O debería decir Olivia Malfoy?-
-Cállate Zabini- espeté
-Sal de ahí- ordenó
-A mi tú no me dices que hacer- respondí furiosa
-Olivia- advirtió Hermione entre dientes

Decidí hacer caso por lo que salí de detrás de ese montón de basura y me puse de frente al muchacho con los brazos cruzados sobre mi pecho y la cabeza en alto, literalmente ya que me sacaba como mínimo diez centímetros.
-Entrégame la dichosa diadema Olivia- añadió apretando la mandíbula
-No la tengo yo-
-Entonces explícame donde está porque si no recuerdo mal hace menos de cinco minutos la sostenía Harry- contestó con calma, aunque el enfado iba creciendo
-Pues hay algo que se llama magia, no sé si lo sabes- respondí
-Por Dios, suenas como si tuvieras cinco años- dijo -Entrégamela si no quieres que lo último que veas antes de morir sea esta asquerosa habitación-
-Prefiero morir en esta asquerosa habitación que morir viendo tu asquerosa cara- repliqué
-Pues dámela-
-Te dije que no, ¿Lo entiendes? N-O, repite conmigo ¡NO!- dije a modo de burla

Tan rápido como dije no un hechizo salió disparado de la punta de su varita e impactó en uno de mis brazos, haciéndolo sangrar. Me quedé unos segundos observando como la sangre salía de mi brazo mientras las náuseas aparecían por lo que centré la vista en el resto. Después del impacto en mi brazo se había desatado el caos y ahora Hermione y Ron peleaban contra Goyle mientras que Harry se batía a duelo con el idiota de Crabbe. Blaise estaba listo para lanzar otro hechizo sin embargo actué más rápido y lo lancé yo primero, haciéndolo volar por los aires hasta caer a unos cuantos metros.

Se levantó furioso y empezó a caminar mientras ambos lanzábamos más hechizos que a veces daban en el blanco y otras no.
-¿Sabes?- preguntó Zabini -Si no fueras la novia de Malfoy seguramente serías mía-
-¿Y qué te hace creer eso?- pregunté
-Que sí realmente me lo propusiera estaríamos en otro sitio- añadió
-Que imbécil- espeté lanzándole un rayo directo al pecho

La fuerza del impacto lo mandó varios metros más lejos por lo que aproveché y junto con mi mochila salí corriendo. Lo sé, acto de cobardía tomando en cuenta que mis amigos se encontraban peleando aún pero no podía arriesgarme a perder la diadema. Justo cuando alcancé la salida y pensaba que me había salvado apareció Blaise, jadeando por detrás mío.

Eché a correr como toda una profesional pero llegó un punto en que mis piernas se cansaron y tuve que parar a descansar un poco, dándole ventaja a Zabini el cual apareció junto a mí. Me puso una mano en el cuello y me pegó a la pared mientras yo intentaba recuperar el aire que me faltaba. Me era casi imposible respirar por lo que veía clarito el ataque de ansiedad que estaba por darme. Aún así yo intentaba con todas mis fuerzas soltarme de su agarre.
-Quieta- ordenó

Sorprendentemente mi cuerpo obedeció y me quedé completamente quieta, esperando a que hablara o me matara.
-Dame la diadema- exigió
-¿Para qué la quieres?- pregunté -Cuando llegaste no tenías idea de lo que era-
-Órdenes- respondió
-¿Y si no te la quiero dar?- pregunté desafiante
-Hay dos opciones- comenzó -Si me la das te dejo ir-
-¿Y si no?-
-Te mato- contestó -O me acuesto contigo-

Me quedé petrificada. Lo de menos era que me matara, bueno no exactamente pero quería abusar de mi y seguramente al final también me mataría, así que el pánico empezó a salir. Dios tenía que pensar rápido sino quería acabar muerta.

No me dio mucho tiempo a pensar ya que empezó a apretar y a apretar la mano que tenía sobre mi cuello, haciéndome así imposible respirar.

Oh por Dios, voy a morir aquí y nadie va a estar.

Empezaba a ver borroso y a sentir el corazón a mil por hora, ¿Y lo peor? Que tenía un bebé en el vientre que muy posiblemente no nacería nunca. Tenía muchas ganas de llorar pero no quería demostrarle lo que me afectaba eso por lo que me quedé en silencio esperando el fin.
-¡ZABINI SUÉLTALA!- gritó Draco enfurecido

Del susto Blaise me liberó y echó a correr sin siquiera darse la vuelta, dejándome tirada en el suelo respirando entrecortadamente. Draco se acercó corriendo a mi y me abrazó mientras lloraba sin control.
-¿Estás bien princesa?- preguntó súper preocupado
-S-s-sí- dije llorando
-Tranquila- susurró mientras me pasaba una mano por la cabeza

Seguía sin poder respirar bien y el corazón me latía cada vez más rápido y sabía que el ataque de ansiedad era inevitable.
-Ey escucha, respira Olivia- dijo Draco en un intento de tranquilizarme
-No puedo- dije con un hilo de voz
-Si puedes, yo se que puedes- contestó preocupado

Eso cada vez iba a más y me estaba poniendo súper nerviosa. Había dejado de escuchar a Draco tiempo atrás y ahora solo me dedicaba a tomar el poco aire que podía pasar hasta mis pulmones. Ahora sí que iba a morirme.

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora