Capítulo 77

17 4 2
                                    

Ya habían pasado un par de días desde nuestra llegada al bosque ese y habíamos decidido marcharnos ya. Ahí había estado bastante cómoda pero como bien sabía no podíamos quedarnos demasiado tiempo en un mismo lugar dado el constante peligro que corríamos. Ya no era la primera vez que veíamos mortífagos a lo lejos por lo que teníamos que escondernos por un buen rato para luego irnos silenciosamente y sin dejar rastro.

Aunque había pasado ya un tiempo seguíamos buscando a Harry y Hermione, no tanto como los primeros días pero aún teníamos la esperanza de encontrarlos bien.

Recogimos todo en un abrir y cerrar de ojos y al cabo de unos minutos nos encontrábamos desempacando todo de nuevo y poniendo sortilegios alrededor del perímetro hasta que sentimos que ya era suficiente. Nos sentamos en el gran sillón y el silencio se hizo presente. Me puse de pie y me quité el abrigo que traía puesto haciendo que Ron abriera los ojos como platos.
-¡Ostia!- exclamó -¡Ya tienes barriga!-

Me miré el abdomen y comprobé que no estaba equivocado. Si no supieras que estoy embarazada no te darías cuenta y pensarías que engordé pero al saberlo se notaba claramente. Solo esperaba encontrar a Draco antes de que el tiempo se acabara, cosa para la que aún faltaba mucho tiempo.
-Tienes razón- murmuré acariciando mi barriga cariñosamente
-Dios aún se me hace raro el que estés embarazada- respondió
-Lo sé, a mi igual me cuesta asimilarlo pero supongo que tendré que hacerlo, no queda de otra- contesté
-Como dicen, el daño ya está hecho- añadió haciéndose el sabio
-No se porque, pero presiento que el daño aún no empieza- dije pensativa

Pasamos esta tarde tomando café y chocolate caliente que habíamos conseguido en un pueblo cercano y me sentía aliviada al no tener que hacer guardia con el frío que hacía fuera ya que seguramente me enfermaría. Aparte estaba algo incómoda, con cada día que pasaba me convencía más de que el bebé era de verdad, bueno obviamente que era de verdad, lo que quería decir era que cada día notaba más los síntomas. Dios, hay veces que por más que no quiera simplemente enrollo mis palabras haciendo que nadie me entienda.

Últimamente había estado sintiendo náuseas regularmente pero como ya sabía que era un síntoma del embarazo no me preocupé y tampoco era como si me sintiera tan mal, era simplemente una molestia que al rato se quitaba y seguía como si nada, así de fácil.

Ya habían pasado un par de días y estaba fuera, haciendo guardia en medio de las bajas temperaturas de la zona. No debemos estar a más de -10°. Pensé mirando alrededor mientras la nieve caía y aterrizaba en el banco suelo con suavidad. Así me pasaba las guardias, viendo caer la nieve y en ocasiones Ron me hacía compañía pero era algo poco común ya que normalmente mientras yo estaba de guardia el dormía y viceversa. En pocas palabras hablábamos muy poco por no decir nada, ya que como dije antes en ciertas ocasiones intercambiábamos alguna que otra palabra.

Hacía un rato que había acabado mi turno por lo que estaba dentro con todas las cobijas que había esperando a que Ron regresara ya que no tenía sueño en lo absoluto a que era una pérdida de tiempo intentar dormir por lo que me había puesto a acomodar. Pasó el tiempo y de vez en cuando me asomaba para ver a Ron, cubierto de nieve con la vista fija al frente.

Volví a entrar después de verlo por quinta vez y al cabo de un rato su turno terminó, sin embargo no regresó a la tienda por lo que supuse que seguiría fuera así que decidí esperarlo. Pasaron cinco, diez, quince minutos y Ron seguía fuera por lo que decidí ir a verlo, y fuera a ser que algo le hubiera pasado y yo aquí, tan tranquila. Tan pronto me asomé me di cuenta que no estaba. Preocupada miré alrededor en busca de su figura sin embargo no había nada ni nadie cerca, estaba sola y quien sabe donde estaba el.

Regresé al calor del interior muy preocupada pensando en dónde se habría metido.

¿Y si se lo han llevado los mortífagos? ¿Y si algo malo le ha pasado? ¿Y si no regresa?

Decidida aparté esos pensamientos de mi mente ya que lo único que iban a hacer era preocuparme más de lo que ya estaba. Me preguntaba donde carajos se habría metido, si se habría marchado y porque no me había avisado. Para mi era todo muy extraño, había algo que se me hacía raro por lo que después de esperar un rato más por si volvía tomé todas mis cosas en una mochila, me abrigué y salí hacia la helada oscuridad.

Caminé por un largo rato sin saber hacia donde iba y esperando saber regresar. La nieve hacía que mis huellas quedaran marcadas en el suelo pero sabía que no iba a durar mucho ya que caía bastante nieve. Estaba asustada, no sabía a donde estaba yendo pero había algo en mi interior que me decía que era por ahí aunque nunca antes hubiera estado por ese lugar.

Cuando estaba por darme la vuelta para intentar volver una luz azul intensa captó mi atención, impulsándome a seguirla sin saber exactamente porqué. Empecé a caminar hacia la fuente de la luz que parecía no estar lejos.

Estaba cansada; mientras más me acercaba más se iluminaba el ambiente. Tenía la esperanza de encontrar algo bueno o que aunque no encontrara nada no fuera nada malo como una trampa o emboscada, porque sino estaba cayendo estúpidamente.

De repente aquella luz se hizo más intensa y de ella emergió un ciervo, o no espera, era una cierva, no tenía astas. Era del mismo color que la luz que había encontrado y al mirar alrededor comprobé que no había nadie, no que yo viera por lo menos. Me acerqué al animal y este empezó a brincotear, moviéndose más lejos de mi mientras yo apresuraba el paso para alcanzarlo. No sabía exactamente de donde venía pero aún así estaba muy confiada, como si nada malo pudiera pasar. Incluso me encontraba alegre, así que pensé que estaba alucinando o soñando, pensamiento que desapareció al pellizcar mi brazo con fuerza haciéndome soltar un pequeño chillido.

De repente vi a lo lejos dos figuras. Una de ellas era más alta que la otra y por la estructura del cuerpo supuse que eran hombres. Eran delgados y se veían cercanos; ambos estaban empapados y cuando la luz de la luna iluminó una pequeña parte de ellos supe al instante quienes eran. Corrí como nunca en mi vida, gritando como loca, emocionada por verlos.
-¡HARRY!-
-¡OLIVIA!- respondió él feliz

Salté a sus brazos y nos envolvimos en un tierno abrazo el cual duró un par de segundos. Cuando nos separamos lo observé de arriba a abajo, cayendo en cuenta de que estaba casi desnudo si no fuera porque llevaba puestos los calzoncillos y los calcetines también, lo sé suena extraño. El agua escurría por su rostro, cuello, pelo y por el resto del cuerpo mientras el temblaba. Ron estaba a su lado, también empapado y temblando. Lo abracé aliviada de haberlo encontrado y nos quedamos en silencio un rato.
-¿Por qué no me avisaste que te ibas?- pregunté dirigiéndome a Ron
-Lo olvidé- murmuró riendo
-Estúpido- mascullé ocultando una sonrisa

Miré hacia un lado y vi la Espada de Gryffindor tirada en el suelo, también goteando y a su lado el guardapelo el cual estaba en muy mal estado. Estaba confundida.
-¿Pero cómo?- pregunté
-Larga historia- suspiró Harry
-¿Y?- pregunté
-Verás- dijo Ron -Estaba de guardia y vi una luz, una luz color azul intensa, entonces no se porqué pero decidí seguirla, lo sé, es peligroso pero en ese momento ni se me cruzó por la mente; el caso es que después de caminar por un largo rato entre las sombras llegué aquí, o más bien allá- dijo señalando un punto detrás de unos árboles -Estaba mirando alrededor cuando apareció Harry y empezó a quitarse la ropa para luego entrar al lago. Después de que estuviera unos segundos de más dentro del agua empecé a preocuparme y pues salté. Luego de entrar y sacarlo tomé también la espada la cual estaba ahí-
-Wow- exclamé sin saber que más decir
-No me interrumpas- gruñó Ron -Luego, cuando Harry finalmente recuperó la consciencia, porque sí, estuvo inconsciente, me dijo que tenía que destruir el Horrocrux, y yo estaba tipo
WTF? Después de que Harry abriera el guardapelo hablando parsel y que me explicara cómo tenía que hacerle me armé de valor y BAM! Le clavé la espada en el medio y... esa es la historia de como salvé a la humanidad del guardapelo de Slytherin-

No sabía que decir. Estaba atónita ante el relato de Ron, y aunque sabía que había modificado unas cuantas cosas que seguramente el consideraba no importantes seguía sorprendida porque sabía que no me estaban mintiendo.

Lo que nadie nos contóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora