El castillo era impresionante, tal y como le contó Michael, no era como los castillos de la edad media, se notaba que había sido ampliado según los siglos que hubieran pasado, supuso que por petición de sus propietarios, sus jardines eran extensos, desde la costa hasta la montaña, y como aun no habían llegado las primeras nieves se podía comprobar que tenían un color verde esmeralda lleno de flores que eran mas llamativas escondidas tras sus verdaderos colores.
Cuando estuvo debajo del arco de la entrada principal, ella se veía tan pequeña a los pies de ese castillo de piedra, tantos años de historia, batallas, personas y antepasados que habían pisado esas mismas tierras y que habían vivido antes que ella en ese precioso lugar.
- Es impresionante. Venga chicas vamos a darnos prisa que lo quiero explorar todo- afirmó Inma emocionada.- ¿Todos los castillos aquí son así?.
- La verdad es que hay muchos castillos bien conservados, es una de las cosas que me tienen enamorada de aquí.- sonrió Alba.- Pero este es fantástico, entiendo que tiene mil historias que contar. Los ingleses, noruegos intentaron conquistarlo, quitárselo a los escoceses por ser un punto estratégico.- conto entusiasmada.
- Si, y ese sexy escocés que nos tienes que presentar. ¿Verdad? .- le recordó Angi al pasar por su lado.- Él también te trasmite entusiasmo como las historias ocurridas aquí o te transmite humedad como el tiempo.- rio con picardía.
- Eres una alcahueta. El dijo que lo intentaría pero, no lo creo. Y ahora mismo, lo que me interesa a mi y a Inma, es descubrir la historia que esconden estas paredes de piedras.- se alejo de Angi dándole la espalda.
Las tres amigas miraron a Alba y por un momento notaron dolor en su rostro, como si de verdad le doliera no volver a ver a ese chico que en tan solo unas horas la había embaucado y desconcertado.
- Chicas, hagamos la visita, luego el picnic y continuamos con la ruta de hoy.- sugirió Vane.- No nos retrasemos.- daba golpes en su reloj.
Visitaron las instalaciones del castillo. El gran salón era inmenso, al fondo una gran chimenea lo presidia, frente a ella había una mesa destartalada de madera con dos sillas imponentes. Alba iba leyendo cada uno de los carteles que explicaba la historia ocurrida allí, tal y como comento anteriormente, las guerras en esas tierras entre escoceses y noruegos o escoceses e ingleses siempre era por lo mismo, la isla era un punto estratégico, un diamante en bruto. La mayoría del tiempo estuvo en las manos de los Hamilton, pero los Campbell se lo arrebataron varias veces, pero el destino de esas tierras estaban escritas, siempre seria de los Hamilton y volverían de nuevo a su poder, aunque cada vez que regresaban, obviamente tenían que volver a restaurar el castillo.
- ¿Creéis que en el medievo esto estaría así de vacío y destartalado o seria lujoso como en las películas?.- pregunto Inma intrigada.
- Tan vacío como tu cerebro.- susurro por lo bajo Vane.- Seguro que con lo que nos ha contado Alba crees que el Hamilton de formula 1 es familia de los dueños.- rio con fuerza.
- Por favor, no te pases con ella.- le pidió Alba en susurros y Vane asintió.- No estaban vacíos, pero los muebles eran de madera y claro, el fuego, las termitas, es complicado que algo durase durante tantos años.- Se dirigió a Inma.
- ¡Termitas!.- exclamó con asco.- ¿Donde?.
- ¿Ves?.- se dirigió Vane a Alba haciendo movimientos con los brazos.
- Es un decir. Tranquila que no hay bichos.- sonrió a su amiga y la tomo del brazo.- Sigamos el recorrido.
En la cocina, un gran horno de piedra en un lateral con varias mesas que seguramente las utilización para trabajar en ellas, utensilios de cocina de varios siglos. Ellas admiraban cada pequeño detalle del castillo.
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Tú eres Alba
RomantizmDespués de casarse con su amor platónico todo cambia de la noche a la mañana y no le apetece que nadie mas ocupe su lugar. En un breve espacio tiempo conoce a dos hombres que le atraerán, pero ¿Alguno de ellos podrá hacerle olvidar a su primer amor...